Rajoy se fortalece tras nuevas elecciones y socialistas sufren el peor resultado de su historia

El Partido Popular se impuso con 137 escaños, aunque no consiguió la mayoría absoluta de 176, por lo que deberá negociar con otros partidos. El Psoe, por su parte, logró 85 asientos, cinco menos que en diciembre pasado, aunque contuvo el avance de Podemos y sigue siendo la segunda fuerza política.




Por segunda vez en seis meses, los españoles estaban ayer convocados a las urnas para romper el bloqueo político que mantiene a la cuarta economía de la eurozona con un gobierno interino desde diciembre pasado. Sin embargo, el panorama sigue siendo incierto, porque si bien el Partido Popular (PP), del jefe  del gobierno español saliente Mariano Rajoy, logró imponerse en las elecciones -superando incluso su desempeño de la vez pasada- no consiguió la  mayoría absoluta (176 escaños) para gobernar en solitario.

Según la Constitución, el gobierno electo debe obtener un voto de confianza con más del 50% de los 350 sufragios antes de asumir. Si no lo consigue, una segunda votación 48 horas después debe darle el 50% de los votos emitidos y en este caso algunos partidos pueden abstenerse y dejar que otro asuma el poder a cambio de concesiones.

Así, pese a haber renunciado a formar  gobierno tras las elecciones de diciembre por falta de apoyos, Rajoy logró que  su partido pasara de 123 a 137 escaños en una cámara de 350 diputados. Durante los últimos días de campaña se presentó como el garante de la estabilidad, en medio de la incertidumbre que dejó en la Unión Europea la salida de Reino Unido del bloque.

Entre cantos de fervientes partidarios que decían: "Sí se puede" y "cómo no te voy a querer", Rajoy saludó anoche a sus partidarios. "Hemos dado la batalla por España y sin ponernos a las órdenes de nadie", proclamó. "Este partido se merece un respeto y el agradecimiento de todos", destacó el líder del PP.

En su comparecencia en la sede de la colectividad en el centro de Madrid, Rajoy agradeció los esfuerzos realizados por los militantes y simpatizantes del PP. "Reclamamos el derecho a gobernar porque hemos ganado las elecciones" y tendió la mano al diálogo al afirmar que "tendremos que empezar a hablar con todo el mundo y los haremos".

De los resultados se desprendía que no se produjeron modificaciones sustanciales en el tablero político. Esto porque el Partido Socialista Obrero Español (Psoe) logró resistir como segunda fuerza con 85 diputados, aunque consiguió cinco menos que en diciembre pasado. Según el diario ABC, se trata del peor resultado en escaños que han tenido los socialistas en su historia.  En diciembre logró 90 escaños y el 22,02% de los votos, por debajo de los 110 diputados y el 28,7% de respaldo que obtuvo Alfredo Pérez Rubalcaba en 2011. El líder del Psoe, Pedro Sánchez, de 44 años, aseguró una y otra vez que no votará  por un gobierno conservador, pero -según analistas- la situación política podría llevarlo a  permitir con su abstención un ejecutivo del PP en minoría. "A pesar de los augurios que insistentemente anunciaban (...) la pérdida de  nuestra relevancia para la vida colectiva de nuestro país, el partido  socialista ha vuelto a reafirmar su condición de partido hegemónico", dijo tras conocer los resultados.

Mientras que la unión entre Podemos e Izquierda Unida (IU) no tuvo el éxito que esperaba, esto porque no consiguió superar a los socialistas, ya que obtuvo  71 escaños y perdió un millón de votos, respecto de las elecciones de diciembre. En ese sentido, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, admitió ayer que los resultados "no son satisfactorios" ni cumplen sus expectativas, aunque señaló que en ningún caso puede hablarse de fracaso, aunque tendrán que reflexionar sobre el aumento del voto al PP.

En un artículo del diario El Mundo publicado antes de las elecciones, se señaló que Podemos podría ser uno de los perjudicados con la salida de Reino Unido de la UE. Incluso, el líder de la formación salió a pedir que no se "mezclaran asuntos internacionales con la campaña".

Por su parte, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, emplazó al PP y al Psoe a sentarse a partir de hoy a una mesa para negociar el próximo gobierno, si bien ha mantenido su condición de que no se ponga por delante de los intereses del país "ningún sillón". En su discurso se mostró decepcionado por el descenso de casi 400.000 votos y 8 diputados, pero dijo sentirse "más orgulloso" que ayer de su partido, al asegurar que el centro "ha venido para quedarse" y que el voto a C's será "útil" para regenerar España y afrontar un cambio "a mejor", como defendió durante toda la campaña.

En medio de este panorama, los analistas coincidían que Rajoy tiene ahora un difícil camino por delante. "Para lograr gobierno, el escenario es muy similar al que salió de las elecciones de diciembre, aunque con el PP más fortalecido", señaló el diario El País. Según explicó el peridódico, no le va a bastar  con los escaños que consiguió Ciudadanos (32), aunque ahora ambas formaciones sumen más (169) que hace seis meses. Es por eso que una de las opciones para gobernar es conseguir un acuerdo con el Psoe, algo que se ve muy difícil o lograr la abstención de esta colectividad o la de partidos soberanistas. "Queda la duda de qué ocurrirá si la condición del acuerdo es que Rajoy de un paso a un lado, algo difícil de prever teniendo en cuenta el ascenso en votos de su partido con respecto a diciembre", sostuvo El País.

El periódico La Vanguardia, señaló que en el caso de que Sánchez, intentara ser jefe de gobierno necesitaría el apoyo Unidos Podemos y Ciudadanos (lo que suma 188 escaños), la fórmula a la que ha venido apostando desde los comicios de diciembre pasado, o bien el apoyo del partido que lidera Pablo Iglesias y más otras colectividades que suman en total 178 diputados. El diario señala que la primera  opción se vislumbra improbable tras haber fracasado en la "mini legislatura" anterior. En la segunda opción, el Psoe tendría que ceder ante los independentistas catalanes en su demanda de celebrar un referendo en Cataluña, algo que tampoco se ve factible. En cualquier caso, Sánchez también requeriría de la segunda vuelta y conseguir el apoyo de Unidos Podemos y la abstención de C's y de los independentistas.

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