Regresa John Le Carré, el espía más exitoso de la literatura

Famoso por sus best sellers sobre la Guerra Fría y su paso por el MI6, el narrador ahora escribe sobre el terrorismo de hoy en El hombre más buscado, novela recién llegada al país.




"Hamburgo es una ciudad culpable", dice Günter Bachman, director de la Unidad de Adquisiciones Extranjeras de Alemania. Aunque su nombre no lo indique, es un servicio de inteligencia. Pequeño, casi sin importancia para la seguridad alemana, inesperadamente se convierte en una entidad clave cuando llega a su mira una bomba de tiempo: Isa Karpov, un pordiosero ruso con antecedentes de terrorista, está en Hamburgo. Y Bachman no quiere cometer de nuevo el error que condena a la ciudad: haber sido la escala de Mohamed Atta antes de viajar a Estados Unidos, donde hizo explotar las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre del 2001.

Fumador, malhablado, trabajólico, aficionado al whisky y destinado a ser espía, Bachman es el personaje que encontró el escritor británico John Le Carré (78) para hablar del complejo escenario al que se enfrenta la inteligencia en el mundo de hoy. En El hombre más buscado, la última novela del ex miembro del MI6, el primer mundo está plagado de amenazas. Es la actualización definitiva de Le Carré al siglo XXI. Se hizo famoso por sus novelas sobre la Guerra Fría, una batalla que conoció por dentro mientras servía al Servicio de Inteligencia Secreto británico.
Literariamente, esquivó con suerte la decadencia de los espías en libros ambientados en Africa (El jardinero fiel, La canción de los misioneros), pero ya no pudo contenerse: Le Carré escribió enojado El hombre más buscado. No tanto por la amenaza terrorista como por la forma en que han manejado el tema los gobiernos occidentales.
"Estoy furioso porque hay muy poca ira a mi alrededor al ver lo que se está haciendo a nuestra sociedad, supuestamente, para protegerla. Nos han llevado a una guerra de manera fraudulenta y nos han despojado de nuestras libertades civiles en medio de un ambiente de pánico", dijo al lanzar la novela.

INMIGRANTES Y TERRORISTAS
Ya no es blanco o negro, rojo o rayado. El enemigo puede estar en todas partes, parece decirnos Le Carré en El hombre más buscado. Isa Karpov es un vagabundo ruso que de pronto aparece en Hamburgo. Lleva una pulsera de la que cuelga una minúscula reproducción del Corán y, escondida, una bolsa con varios miles de dólares. Quiere estudiar medicina; es su destino, dice. Una familia humilde lo acoge. Karpov, por supuesto, tiene un secreto. Según los datos de Bachman, Karpov es un "extremista musulmán peligroso". Pero cuando comienza a rodearlo para detener su avance y evitar su contacto con células terroristas, se entera de que "el aristócrata ruso fugado", como le dicen en el puerto, tiene quien lo defienda: Frau Anabel Richter, una abogada de derechos civiles que ve en Karpov un desvalido inmigrante que llega a Alemania para solucionar viejos asuntos familiares. El padre del joven fue un peligroso mafioso con redes extendidas por toda Europa. Incluyendo a Tommy Brue, un banquero de origen británico que maneja sus negocios en Hamburgo. Brue ahora está dispuesto a ayudar a Karpov para mantener sus esqueletos dentro del clóset.

De fondo, Le Carré habla de una Europa confundida, atorada con su propio pasado y asustada. Pero por sobre todo, el autor escribe una intriga clásica: Karpov puede ser una víctima de la paranoia planetaria o el detonante de un nuevo ataque terrorista masivo. Según el escritor, no se trata sólo de una novela de suspenso: es una historia de terror, porque puede ser verdad.

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