Reino Unido difunde documentos que dejan al descubierto los secretos de la KGB

Estos papeles fueron copiados secretamente durante doce años por el archivista Vasili Mitrokhin y escondidos hasta después del colapso de la URSS, cuando decidió huir al Reino Unido.




La Universidad de Cambridge dio a conocer hoy públicamente por primera vez un expediente de los archivos originales sacados clandestinamente de Rusia por un funcionario de la KGB en 1992. 

Los documentos, que bosquejan las tácticas soviéticas y dan detalles de arsenales y agentes encubiertos, fueron copiados secretamente durante un periodo de doce años por el archivista de la KGB Vasili Mitrokhin y escondidos en un cántaro de leche hasta después del colapso de la Unión Soviética, cuando decidió huir al Reino Unido.

Esos papeles son considerados por las autoridades británicas y estadounidenses como la fuente de inteligencia más importante obtenida por Occidente.

El mayor Vasili Mitrokhin fue un alto responsable de archivos del KGB, los  servicios secretos soviéticos, desde 1972 hasta 1984.

Decepcionado por la opresión del régimen comunista, copió secretamente a  mano muchos documentos y en 1992 huyó con ellos al Reino Unido, transportando  el archivo de inteligencia más completo jamás entregado por una fuente  extranjera.

Los miles de documentos contienen los nombres y observaciones sobre los 200  británicos que espiaron para Moscú, entre ellos los famosos dobles agentes reclutados en los años 1930 en la prestigiosa universidad de Cambridge.

Eran Kim Philby, Guy Burgess, Donald Duart Maclean, Anthony Blunt y  posiblemente John Cairncross, aunque la identidad del quinto es todavía objeto  de debate.

TIRAR DOCUMENTOS SECRETOS A LA SALIDA DEL PUB

Moscú pensaba que dos miembros del notorio grupo de "los cinco de Cambridge", eran unos borrachos incapaces de guardar un secreto, según estos documentos.

Para Moscú, Burgess y McLean eran un desastre, una visión que contrasta con  la de frialdad y eficiencia que dieron de ellos el cine y las novelas de  espionaje.

De Burgess se dice que estaba "constantemente bajo los efectos del  alcohol", poniéndolo todo en riesgo.

"Una vez, saliendo del pub, se le cayeron al suelo los documentos que se  había llevado del Foreign Office", explicó la investigadora Svetlana Lokhova, del Centro de archivos Churchill.

Maclean "no era muy bueno guardando secretos" y estaba "constantemente  borracho". De hecho, habiendo bebido, le dijo a una amante y a su hermano que  era una agente soviético.

El profesor Christopher Andrew fue el único historiador en poder examinar  los archivos hasta este lunes.

"El trabajo de la KGB, sus operaciones de inteligencia en el extranjero, y  la política exterior rusa de la era soviética, son parte de los aspectos  abordados en esta colección extraordinaria, cuya escala y naturaleza dan una  visión sin precedentes de las actividades del KGB durante gran parte de la  Guerra Fría", explicó.

Los documentos revelan que Juan Pablo II ya era vigilado de cerca en  Polonia, antes de ser elegido Papa. 

Mitrokhin murió en 2004 y quería que sus archivos fueran públicos. Su  familia es la propietaria de los documentos y trabajó para ello con el Centro  Churchill -custodio de los papeles de los primeros ministros Winston Churchill  y Margaret Thatcher. 

Las notas escritas a mano por el oficial ruso siguen clasificadas y no  pueden verse, pero 19 de las 33 cajas con la versión mecanografiada son las que  acaban de abrirse al público, bajo cita.

HABÍA MENOS COLA EN LA EMBAJADA BRITÁNICA

Vestido con harapos, Mitrokhin apareció en una ciudad báltica sin precisar con un maletín lleno de documentos y ropa interior sucia.

Ante la larga cola en la embajada estadounidense, según Andrew, decidió irse a la británica, donde lo recibieron y le ofrecieron una taza de té. 

Otras 25.000 páginas de documentos fueron recuperadas de su casa y su familia fue trasladada en secreto al Reino Unido.

Los documentos detallan también la práctica soviética de tener escondrijos  de armas por todo el mundo durante la Guerra Fría. 

Se cree que contenían armas ligeras y equipos de comunicaciones, para ser  usados por los agentes operando en el extranjero si se llegaba a un conflicto.

Andrew dijo que había arsenales en la mayoría de las grandes ciudades.  Algunos han sido descubiertos.

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