Rey acusa a Cataluña de "deslealtad" en jornada marcada por protestas

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Felipe VI aseguró que el gobierno de Carles Puigdemont se ha situado "al margen del derecho y de la democracia" y lo acusó de "dividir" a la sociedad catalana. En medio de una huelga y manifestaciones contra la acción policial en el referéndum, el líder catalán insistió en que declarará la independencia "en cuestión de días".




Dos días después del referéndum independentista del 1-O, Cataluña vivió una jornada de huelga general, acompañada de masivas protestas en las calles de Barcelona por la actuación de la policía y la Guardia Civil en la consulta del domingo. En medio de este escenario, el Rey Felipe VI pronunció un "discurso inédito", según el diario La Vanguardia, en el que criticó duramente al gobierno de Carles Puigdemont, al cual acusó de "deslealtad inadmisible" y de "dividir la sociedad catalana".

Al grito de "¡Fuera las fuerzas de ocupación!", cientos de miles de personas se manifestaron en Barcelona, convocados por sindicatos, partidos y asociaciones para paralizar esta región de 7,5 millones de habitantes. Los manifestantes -unos 700.000 según la policía municipal- marcharon desde la mañana en columnas, que obligaron a cortar la circulación en diferentes puntos. "Las calles serán siempre nuestras", "Adiós España", "Independencia", gritaron los manifestantes, en su mayoría estudiantes, según France Presse.

Las principales carreteras de Cataluña fueron cortadas y el paro tuvo un gran seguimiento en las pequeñas empresas, mientras que entre las grandes fue menor, según la agencia Ansa. El puerto de Barcelona -tercero de España- y el mercado mayorista de alimentación -uno de los mayores de Europa- estaban casi paralizados. El aeropuerto funcionó "con normalidad", afirmó un portavoz.

El gobierno catalán, que también llamó a participar en el llamado "paro del país", anunció que no descontaría la jornada de huelga a los funcionarios. Sin embargo, el gobierno catalán tiene las cuentas intervenidas por la administración central desde mediados de septiembre y Madrid anunció que descontará la huelga a los funcionarios catalanes que la hayan acatado.

También el club Barcelona se sumó al paro: ni los equipos profesionales ni los juveniles realizaron entrenamientos. Igualmente, muchos de los monumentos e instalaciones turísticas de Barcelona, como el templo de la Sagrada Familia del arquitecto Antoni Gaudí, tampoco abrieron sus puertas.

Durante la huelga no faltaron las escenas de tensión. La Delegación del gobierno español en Cataluña tuvo que ser protegida ante centenares de manifestantes por innumerables furgones de policía, varias filas de vallas metálicas y un espeso cordón de agentes.

Discurso del Rey

Ante el desafío secesionista en Cataluña, el Rey Felipe VI pronunció a las 21.00 un discurso televisado de seis minutos dirigido a los españoles, en el que admitió que "estamos viviendo momentos muy graves para nuestra vida democrática".

El monarca aseguró que las autoridades catalanas "han pretendido quebrar la unidad de España y la soberanía nacional", y de una manera "clara y rotunda" se han situado "totalmente al margen del derecho y de la democracia". Así, calificó el comportamiento del Ejecutivo de Puigdemont de "deslealtad inadmisible" y "conducta irresponsable" y señaló que "de una manera clara y rotunda, se ha situado totalmente al margen del derecho y de la democracia".

Según el Rey, el incumplimiento del ordenamiento jurídico se ha hecho de una manera "reiterada, consciente y deliberada" , "con la pretensión final de la Generalitat de que sea proclamada ilegalmente la independencia de Cataluña".

Además, acusó a los cargos institucionales independentistas de socavar "la armonía y la convivencia en la propia sociedad catalana, llegando, desgraciadamente, a dividirla". "Hoy la sociedad catalana está fracturada y enfrentada", lamentó.

"Pero saldremos adelante (...). Porque nuestros principios democráticos son fuertes, son sólidos", aseguró el Rey, quien subrayó su "compromiso" con "la unidad y la permanencia de España".

Las respuesta de los partidos políticos no se hizo esperar. Mientras el oficialista PP exigió al arco político alinearse con el mensaje del Rey, el Psoe cuestionó que Felipe VI no apelara al diálogo. Por su parte, Podemos acusó al Rey de comprometerse "con el PP, pero no con la democracia, ni con España, ni con Cataluña".

Pese al mensaje del Rey, Puigdemont dijo que declarará la independencia "en cuestión de días". En una entrevista con la BBC, afirmó que su gobierno "actuaría al final de esta semana o al principio de la próxima".

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