¿Se acerca el fin del Estado Islámico?

Estado Islámico

El grupo que en junio de 2014 declaró un califato en Siria e Irak ha ido perdiendo territorio en esos países y ya son varias las ciudades que no controla. Ahora intenta defender Mosul, su mayor bastión en el norte de Irak.




Los hombres festejan cortándose la barba, las mujeres dejan de usar burka, sus hijab ahora tienen diseños y colores, al tiempo que las banderas negras dejan de flamear en las calles. Celebraciones como esas se han ido repitiendo en distintas ciudades de Siria e Irak (Kobane, al Qaryatain, Tikrit, Faluya, Dabiq, Manbij), luego que el Estado Islámico (EI) fuera derrotado y dejara de controlar esos lugares. Es así como el grupo yihadista ha ido perdiendo las localidades bajo su dominio y ahora ya no parece tanto una amenaza regional como cuando su líder, Abu Bakr Al Baghdadi, proclamó el califato en junio de 2014.

Hace una semana, tropas iraquíes junto con Peshmergas kurdos y fuerzas de la coalición internacional liderada por Estados Unidos iniciaron una ofensiva que tiene como objetivo arrebatarles Mosul, la segunda ciudad de Irak y el último bastión del Estado Islámico en ese país. Según estimaciones estadounidenses, en la ciudad se encuentran entre tres mil y cuatro mil combatientes. Los reportes indicaban que la ofensiva ha tenido éxito y el jueves el primer ministro iraquí, Haider al-Abadi, señaló que tomarían el control de la ciudad mucho antes de lo planeado. Ante este panorama el grupo atacó, el viernes, la ciudad iraquí de Kirkuk (ubicada al norte) en lo que fue considerado como un intento de desviar la atención mientras las fuerzas iraquíes avanzaban a Mosul.

El grupo de consultoría de riesgo IHS, que produce mapas que muestran las áreas que actualmente controla el EI, dijo a la cadena BBC que si se incluye el desierto, el grupo ha perdido cerca de la mitad de lo que controlaba hace dos años. Aunque indican que es más certero observar las ciudades que ya no controla.

Al quedar sin el control de ciudades como Manbij, el Estado Islámico perdió el acceso a la frontera turca, lo que significa que su abastecimiento de combatientes extranjeros, armas y municiones se está agotando. Y la pérdida de ciudades también significa pérdida de dinero. "Cuando controlas territorio y gente, tienes acceso a ingresos", dijo a la cadena el principal analista de la organización, Firas Abi Al. "Puedes extorsionar a la población. A medida que pierde territorio, el EI pierde acceso a esa cantidad de efectivo y tiene menos dinero disponible", explicó.

Los analistas señalan que el EI ya ha comenzado a reconocer esta pérdida de territorio. Según dos belgas musulmanes que desertaron del grupo yihadista y huyeron a Turquía y conversaron con el diario The Independent, el asesinato de sus mejores comandantes, las divisiones internas y el temor a ser traicionados ha gatillado que el terreno que controlan haya disminuido. "Cuando el EI fue a Irak y tomaron del Ejército iraquí los tanques y los vehículos militares Humvee, fue un gran éxito porque les permitió moverse muy rápido. Pero una vez que comenzaron los bombardeos de los estadounidenses muchos de estos vehículos quedaron destruidos y usarlos para movilizarse los hizo un gran blanco", dijo al diario, Rashid, que trabajaba como mecánico en Bélgica antes de ir a Siria.

"Ahora los líderes del EI hablan sobre ribat, que significa defender el territorio, no avanzar, así es que es un conflicto diferente. Aún tienen muy buenos fabricadores de bombas y los autos suicidas son muy buenos, porque son efectivos y hacen que el enemigo realmente tenga miedo. Pero cuando los estadounidenses y los rusos comenzaron los ataques aéreos, estos autos fueron volados antes de que llegaran a los enemigos, así es que no es efectivo ahora. También el número de voluntario para ser suicida ha caído", añadió.

El analista sirio del Instituto Tahrir de Washington, Hassan Hassan, se ha dedicado a hablar regularmente con combatientes del EI en internet y dijo a la BBC que ha notado algo nuevo. "Ciertamente ellos están preocupados", sostuvo. "Mucha gente ha perdido la moral y el entusiasmo que tenían en 2014, cuando se unieron porque había 'un califato' que se estaba expandiendo", explicó.

Eso sí, desde hace meses el grupo comenzó a preparar a sus combatientes para situaciones difíciles. "La generación que ha vivido a la sombra del califato o ha vivido durante sus grandes batallas, será capaz de mantener su bandera en alto", señaló un artículo de Al Naba, un newsletter del grupo publicado en junio.

Respecto de la capacidad de EI de lanzar ataques considerando esta pérdida de territorio. Seth Jones, director del Centro Internacional de Política de Seguridad y Defensa de la Corporación Rand, un centro de investigación estadounidense, señaló que el grupo cambió de ser una organización que controla grandes cantidades de territorio a un grupo terrorista que está atacando objetivos. En 2014, agrega, había entre 150 y 200 ataques por mes. En ciertos meses de 2016 hubo casi 400 ataques.

The New York Times sostuvo que muchos de los enemigos del EI son enemigos entre sí. Ellos se acusan mutuamente de usar al grupo como un arma y de llevar a sus combatientes a territorio enemigo. Además, compiten por ganarle territorio al EI. "Cualquiera que controle lo que ahora es territorio del Estado Islámico, controlará la frontera entre Irak y Siria, así como también los conflictos entre los grupos kurdos que buscan autonomía y las poblaciones que se oponen", señala. Producto de esta pérdida de territorio, el grupo se está expandiendo hacia Nigeria, Afganistán, Arabia Saudita, Argelia y Egipto y, según la BBC, también a Europa.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.