Se inicia jornada de elecciones anticipadas en Holanda en busca de una salida a la crisis

Los sondeos prevén un empate entre los laboristas (PvdA) y los liberales de derecha (VVD), que estarían seguidos de la extrema izquierda euroescéptica (SP) y la extrema derecha antimusulmana (PVV) como tercera y cuarta fuerza política, respectivamente.




Ya se inició la jornada de elecciones legislativas anticipadas en Holanda, en las que se prevé un mano a mano entre los liberales de derecha (VVD) y los laboristas (PvdA), que se han perfilado durante la campaña como las dos opciones con más posibilidades.

Cerca de unos trece millones de holandeses están llamados a votar en una jornada en la que los colegios electorales abrieron a las 7.30 horas local y no cerrarán hasta las 21.00 horas.

Como ocurrió en los comicios de 2010, la votación en todos los municipios tendrá lugar de forma manual, con el tradicional lápiz de color rojo.

Los sondeos prevén un empate entre los laboristas (PvdA) y los liberales de derecha (VVD), que estarían seguidos de la extrema izquierda euroescéptica (SP) y la extrema derecha antimusulmana (PVV) como tercera y cuarta fuerza política, respectivamente.

El avance de la izquierda radical, más marcado al principio, es una de las principales novedades de esta campaña electoral, que anoche se cerró con un debate televisado en el que se volvieron a repasar los principales temas electorales: la vía de salida a la crisis y la posición de Holanda en la Unión Europea (UE).

El liberal Mark Rutte pidió a los votantes que le concedieran la oportunidad de acabar con el trabajo realizado durante estos dos años, en la que su gobierno (aliado con la democracia cristiana (CDA) y los antimusulmanes) ha aplicado unos recortes presupuestarios de un total de 30.000 millones de euros. "No hay lugar para experimentos en el Gobierno", declaró anoche en el debate. Hoy votó en su antiguo colegio en La Haya y aprovechó la presencia de medios de comunicación para recordar a los holandeses que completar el rumbo político marcado por su partido durante los últimos dos años es en beneficio de Holanda.

Su contrincante, Diederik Samsom, lo hizo en la ciudad donde reside, Leiden (suroeste), acompañado de sus dos hijos y su esposa.

También votó en La Haya el principal eurófobo de los políticos holandeses, Geert Wilders (PVV), al que los sondeos pronostican una pérdida de entre cuatro y cinco escaños. Wilders obtuvo las pasadas elecciones 24 de los 150 escaños del Parlamento, pero a lo largo de los dos años que ha durado la legislatura su grupo se quedó con 20 asientos, tras sufrir la escisión de cuatro de sus diputados.

El líder de los socialistas radicales (SP), Emile Roemer, sufragó en su ciudad natal, Boxmeer, en el centro de Holanda.

Los pronósticos predicen un avance destacable de Roemer en estos comicios, ya que este partido de raíces maoístas y de ecos euroescépticos ha captado el voto del sector más desencantado del electorado por la crisis del euro.

La anécdota de la jornada la protagonizó el líder del minoritario partido calvinista Christen Unie, Arie Slob, quien, de camino al colegio electoral, tuvo que regresar a su casa porque se había olvidado su documento de identidad.

Holanda, que ha celebrado cinco elecciones en los últimos diez años, sufrió la caída del gobierno el pasado mes de abril, cuando los antimusulmanes se retiraron de unas negociaciones para aprobar un paquete adicional de recortes.


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