Sebastián Piñera condiciona baja de impuesto a empresas

"El crecimiento va a estar en el corazón de nuestro programa". Ese fue uno de los principales mensajes que buscó transmitir ayer el ex presidente y candidato presidencial Sebastián Piñera, al momento de dar a conocer el detalle de su plan económico en caso de asumir en marzo de 2018.

Acompañado de su equipo principal de asesores, entre los que se encuentran el ex presidente del Banco Central Rodrigo Vergara y el ex titular de Hacienda Felipe Larraín, Piñera profundizó en las metas fiscales de su futuro gobierno, que apuntaría a "converger gradualmente a un equilibrio estructural, entre ingresos y gastos", considerando que actualmente el déficit de largo plazo se ubica en -1,7% del PIB.

Así, el ex presidente adelantó que pretenden alcanzar el balance estructural en un plazo de seis a ocho años. Además, deslizó una crítica al gobierno, tras señalar que buscará "perfeccionar la regla fiscal, para que no sea tan fácilmente vulnerable como es hoy día".

En esta línea, el mensaje del presidenciable, además del crecimiento, tuvo un fuerte foco en la recuperación de las cuentas públicas, objetivos que estarían incluso sobre otras propuestas dadas a conocer por su candidatura, como es la reducción del impuesto de las empresas.

De esta manera, la baja del impuesto corporativo del 27% que alcanzaría en 2018 según lo establecido en la reforma tributaria, hasta el 25%, nivel promedio en los países de la Ocde, estaría condicionado al contexto económico.

Cómo lo explicó el ex ministro Larraín, la baja del impuesto "es gradual", y dependerá, "primero, de la capacidad de crecimiento, pero también de cómo se recibe el país, las finanzas públicas".

Con esto, sostuvo que "la responsabilidad fiscal exige hacer ese análisis". En tanto, Vergara confirmó que "las medidas tributarias que se han anunciado tienen (el deterioro fiscal) como telón de fondo, esto va a tener que ser gradual". Agregó que "en la medida en que se vaya cumpliendo el principio básico de reducción gradual del déficit estructural, se puede entonces ir reduciendo la tasa (corporativa) al promedio de la Ocde del 25%".

Además del tema tributario, Piñera dio a conocer otras iniciativas con mayor detalle, con énfasis en recuperar la inversión y la productividad, entre otros.

Así, destacó la creación de la "Oficina de Competitividad, Inversión y Productividad", que buscaría modernizar regulaciones e implementar la Agenda de Reimpulso Productivo, apuntando a las notarías, los conservadores, impulsar la firma electrónica, mejorar la competencia en el sector financiero e ir reduciendo las trabas burocráticas. Además, informó que proyectan una Oficina de Gestión de Proyectos de Inversión, que permitan destrabar las iniciativas en carpeta, esfuerzo que va de la mano con la propuesta de Modernizar el Sistema de Evaluación de Ambiental.

"Ampliar el feriado anual de 15 a 20 días hábiles" fue una de las medidas que más llamaron la atención en el programa del ex presidente, la que se incluye dentro de las propuestas laborales del programa de gobierno.

En la misma temática se encontró la intención de "perfeccionar los vacíos y problemas de la reforma laboral", donde Piñera recordó la falta de normativa para la negociación colectiva de los grupos negociadores, además de apuntar a la necesidad de revisar la definición de servicios mínimos.

Asimismo, el programa del presidenciable propone una modernización de la Dirección del Trabajo, incluyendo la creación de un nuevo "contrato especial de trabajo a distancia", y la apertura a "pactos individuales de adaptabilidad laboral".