Segundo a bordo: las ventajas de trabajar con un socio

Emprender con un socio puede tener muchas ventajas, según los especialistas. Por ello, recomiendan que sea una decisión a considerar al momento de crear una empresa, pues así se pueden delegar tareas y compartir responsabilidades.




Delegar responsabilidades, potenciar habilidades e, incluso, compartir alegrías. Esas son algunas de las razones por las que emprendedores y especialistas recomiendan sumar un socio a un proyecto. Una decisión que, aseguran, se debe hacer con especial cuidado.

La selección de la persona indicada está llena de factores a considerar, dicen. Lo ideal, agregan, es que sea una persona complementaria, proactiva y, sobre todo, responsable. Todo, para que potencie al máximo el desarrollo y crecimiento de una firma.

Pero, ¿qué se debe considerar a la hora de buscar un socio? ¿Cuándo es el mejor momento para hacerlo? ¿Dónde buscar? A continuación, distintos especialistas dan sus consejos.

Relevancia

“La probabilidad de que una persona sea buena para todo es muy baja”, dice Leonardo Maldonado, fundador y gerente general de la agencia de innovación Gulliver. “Esa es la razón más simple por la que un emprendedor debe tener un socio para tener un buen proyecto”, agrega.

El especialista sostiene que la complementariedad es una característica fundamental en un proyecto. “Uno de los primeros principios es que tenemos que ser radicalmente distintos para poder complementarnos. Lo ideal es que la otra persona tenga habilidades que yo no tenga y viceversa. Pero eso no es todo, también debemos ser capaces de valorar esa diferencia”, explica.

La directora de Mentores por Chile, Roshni Uttamchandani, comparte la postura de Maldonado y añade que “el trabajo en equipo permite contrastar las ideas, lo que es fundamental en una empresa. Contar con una panorama diferente al propio, nos permite tener una visión más amplia sobre el negocio en el que estamos trabajando, aterrizando de mejor manera el proyecto”.

Respecto a cuándo es el momento preciso para sumar un socio, Leonardo Maldonado recomienda que es buena idea hacerlo cuando se está iniciando un emprendimiento. Aunque, no descarta que sea una buena opción hacerlo cuando el proyecto ya se encuentra en marcha.

“Considero que es clave buscar un socio al comienzo, para construir detalladamente un proyecto. Pero cuando ya se está en marcha también es recomendable, porque siempre hay detalles por mejorar. Por muy pequeño que sea un emprendimiento siempre va a necesitar liderazgo, relaciones públicas, ventas y un sinfín de cosas que es muy complejo pueda hacer una sola persona”, recalca.

Alejandra Mustakis, emprendedora y directora de la Asech, también sostiene que al inicio de un proyecto es recomendable sumar un socio. “El camino de un emprendedor es difícil, por lo tanto, en la etapa inicial en general los socios deben ser personas que te contengan y estén lo más presentes posible”, explica Mustakis.

Dentro de las ventajas que tiene contar con un socio, los expertos plantean que está la división de tareas, la responsabilidad compartida y el trabajo en equipo.

“Trabajar con un buen socio vuelve más eficiente la división de las tareas, haciendo del emprendimiento un negocio más productivo. En la mayoría de los casos, los emprendedores formaron su empresa desde un sueño personal, involucrándose en absolutamente todas las áreas y tareas, desde temas gerenciales, de contador, de vendedor y un largo etcétera. En este contexto, al trabajar con un equipo de confianza, un socio en este caso, los emprendedores delegan con mayor tranquilidad las responsabilidades”, plantea Uttamchandani.

La elección

Respecto a qué características debe tener el socio de una empresa, los especialistas acordaron que debe contar con una alta capacidad para resolver problemas y plantear soluciones. Pero también liderazgo, ser organizado y responsable. Laproactividad, dicen, es el factor más valorado.

“Es importante a la hora de escoger un socio, hacer primar factores como las habilidades complementarias que se tienen por sobre criterios como la mera cercanía con la persona que estamos sondeando”, manifiesta la directora de Mentores por Chile. “Un equipo coherente y especializado es fundamental para aumentar las probabilidades de éxito.  El objetivo es atraer el mejor talento para nuestro proyecto, lo que sin duda debe ser medido por las competencias”, agrega.

Tomás Sánchez, uno de los fundadores Alma Suite, firma dedicada a la confección de software para empresas, es una de las personas que optó por sumar gente a su proyecto. Si bien su emprendimiento fue creado entre él y Felipe Stage, ambos decidieron sumar recientemente otro socio para el área de inversiones: Julián Mardones.

“Creo que cuando uno está emprendiendo es bueno tener un compañero en quien apoyarse. Es rico tener con quien poder celebrar las victorias y con quien llorar las pérdidas”, plantea Sánchez.

Respecto al proceso de búsqueda y selección del socio, este emprendedor sostiene y recomienda que “la persona seleccionada debe tener la misma visión de negocios, la gran mayoría de los socios que se separan es porque aquí chocan. Un ejemplo de esto es cuando a un proyecto le va bien y entonces un socio quiere crecer y el otro no”.

Sobre esto, Alejandra Mustakis agrega: “a la hora de elegirlo debemos asegurarnos que comparta nuestra pasión por el proyecto que queremos realizar, y que si bien debe siempre darnos un punto de vista que aporte en sacar adelante con el mayor éxito posible nuestro emprendimiento, debe estar motivado y creer en nuestra idea tanto como nosotros”.

La mano derecha

“Un socio es mucho más que un compañero de trabajo. Es con quien compartiremos el riesgo, y es por eso que son importantes y necesarios, pero tenemos que estar seguros de que compartimos un sueño y valores que nos unen en el tiempo, y que además, tengan habilidades diferentes a las nuestra para poder complementarnos”, manifiesta la directora de la Asech.

Tomás Sánchez dice que es clave contar con una persona en la que se pueda confiar y trabajar plenamente. Pero, aclara que a veces es malo mezclar la amistad con los negocios.

“Es algo difícil la elección de con quién se debe trabajar. A veces, uno cree que se puede trabajar con los amigos, pero el trabajo del día a día no va con la amistad. Trabajé hace un tiempo con un amigo en un proyecto y a pesar de que teníamos la misma visión de negocios, siempre peleábamos”, cuenta.

Para Maldonado, el socio más que una mano derecha, debe ser un soporte y una persona con la que se puedan compartir los malos momentos.

“Soy un convencido de que todos los emprendedores son maníacos-depresivos. Un día conquistan el mundo y pueden estar en su mejor momento, luego, al día siguiente, algo sale mal y se creen unos fracasados. Para nivelar eso, es importante que haya más de una cabeza, porque de lo contrario todo se puede perder”, puntualiza.b

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