Senso: esa Italia elegante

<p>Este restaurante, ubicado en el Grand Hyatt, cuenta con una cocina de producto a la altura del lujo que ostenta en sus rincones.</p>




Lujo en idioma, Grand Hyatt tiene mucho que ver con espacios. La holgura de Senso en mesas, sillas y zonas de tránsito lo denotan de inmediato. Si hay poca gente cenando, la escena quizá parezca un poco fría. Pero es ahí donde comienzan a lucir las grandes fortalezas del restaurante italiano de este cinco estrellas capitalino. Cualquier atisbo de orfandad se desdibuja con un pocillo con aceite de oliva cristalino, frutal e intenso en amargor y frescura -preparado especialmente para ellos-; toda impresión de frialdad desaparece ante un trozo de pan esponjoso y de cobertura crocante.  La calidez estalla cuando el servicio, asertivo y profesional como pocos en Santiago, crea una atmósfera que allana el camino a una propuesta que resalta con naturalidad una de las cocinas más conocidas universalmente.

A la hora de los sabores, por un lado, aparecen ganas de aportar una sensación de carácter al comensal. Eso se notó en las lonjas del jamón de wagyú ($ 9.500), de especial salazón al paladar; que no era el semidulce clásico del prosciutto ni tampoco la potente curación del cerdo a la española; lo que surgió fue una elegante y untuosa expresividad, potenciada por el vigor vegetal de la rúcula y una salsa roquefort en igual tono: un carpaccio en su versión más ruda. Esa vocación por la fuerza se evidencia en la cobertura de hierbas que complementó una corvina rostizada ($ 12.500) de notable factura y frescura, equilibrada con una guarnición de verduras al dente y un canelón de espinaca de pasta sabrosa, aunque demasiado blanda para contener su relleno.

Por el contrario, el impecable tono marino del tártaro de atún con palta ($ 8.500) se encargó del necesario matiz de suavidad que distingue a la cocina peninsular y la hace universal. En esa misma línea se movieron las pastas, un breve catálogo de preparaciones donde las masas sin relleno mandan. La notable consistencia de los spaghetti ($ 9.000) resaltó frente a una mezcla de tomate cóctel y camarones, que no hizo el mejor de los juegos con un aderezo excesivo al azafrán, pero que de todos modos llamó la atención. Fuera de atinado en el servicio, el garzón acertó con una copa de Carmenere -Ventisquero Grey- con las precisas notas especiadas y cuerpo medio como para resaltar tanto el pescado como la pasta. Un vino versátil ($ 5.600), parte de una selección por copas que supera la decena.

Se esperaba que el tiramisú ($ 6.500) derrochara excelencia, suavidad y una buena cuota de queso mascarpone atenuando sus notas a café.

Y así fue. La sorpresa estuvo en lo bien plantado de ese suave queso italiano en un parfait ($ 6.500), cuya compota de cerezas de acompañamiento le dio el necesario toque ácido para transformarlo en un postre digno de un lugar cinco estrellas. Como casi todo lo que se guarda en este lugar, consagrado a una cocina de producto a la altura del lujo que ostenta en cada uno de sus rincones.

FICHA
Dirección: Av. Kennedy 4601, Las Condes, Hotel Grand Hyatt
Teléfono: 950 3145
Horario: Lunes a domingo, 12:30 a 16:00 y de 19:00 a 00:00 horas.
Consumo promedio: $ 30.000
Calificación: 6

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