A siete meses de llegar a Planalto, Temer enfrenta el peor momento de su gestión

Temer

El caso Petrobras y las malas cifras económicas hacen que un 51% de los brasileños repruebe su gestión. Según el director de Datafolha, hoy existe consenso en la población por nuevas elecciones.




"Dios me impuso una misión, que es salvar al país de la crisis". El 24 de mayo, casi dos semanas después de que asumiera la Presidencia interina de Brasil tras la aprobación del inicio del impeachment de Dilma Rousseff (PT), Michel Temer justificaba así la presentación de su proyecto de reformas económicas.

Hoy, a casi cuatro de meses de reemplazar oficialmente a la petista en el Palacio Planalto, el líder del Partido Movimiento Democrático Brasileño (Pmdb) se encuentra en el peor momento de su gestión. A los cuestionamientos de que su plan económico no ha dado resultados positivos, Temer suma acusaciones que lo vinculan directamente al escándalo de corrupción de Petrobras. Así, en medio de una mala evaluación a su gestión, el mandatario comienza a sufrir incluso presiones para que renuncie antes de fin de año y permita así elecciones directas.

Pese a que su gobierno consiguió que el martes el Senado aprobara el congelamiento del gasto público durante 20 años, una medida sin precedentes, Temer tiene pocos motivos para celebrar. La segunda parte de su paquete de austeridad, que prevé aumentar la edad mínima de jubilación, enfrenta una acogida bastante más hostil en el Congreso, mientras las protestas callejeras se vuelven cada vez más acaloradas.

"Cuando asumió como Presidente interino, Michel Temer anunció un gobierno de 'salvación nacional", escribió el miércoles el columnista del diario Folha de Sao Paulo, Bernardo Mello Franco, agregando que "siete meses más tarde, su administración parece reducida a 'sálvate a ti mismo si puedes".

El núcleo de los problemas de Temer, sostiene France Presse, es el gigantesco escándalo de corrupción de Petrobras. La agresiva investigación, denominada Operación Lava Jato, ya derribó a varios miembros de su gabinete. Y esta semana le costó el puesto a uno de sus consejeros más cercanos, el abogado José Yunes.

Incluso, el diario O Globo informó que el jefe de gabinete de Temer, Eliseu Pa-dilha, fue incluido en una presunta lista de pago de sobornos de Odebrecht, la empresa constructora envuelta en el escándalo del "Petrolão". Así, ante el agravamiento de la crisis política, el mandatario estaría planificando una "minireforma" ministerial en febrero, según Folha de Sao Paulo.

Pero Sylvio Costa, fundador de Congresso em Foco, un grupo que vigila y rastrea la corrupción legislativa, se detiene en una agravante para Temer. "El fue citado personalmente por un alto ejecutivo (Claudio Melo Filho) y por el controlador de Norberto Odebrecht (Marcelo Odebrecht) como autor del pedido de financiamiento irregular en la campaña Dilma/Temer en 2014", señaló a La Tercera.

"La situación de Temer es muy delicada, porque él continúa enredado en la misma red de problemas que llevó al término prematuro del gobierno de Dilma", apunta Costa. En ese sentido, recalca que "el cuadro económico es muy malo". "Es verdad que la inflación ya comenzó a caer, pero la remontada del crecimiento aún no. En ese aspecto hay mucha gente frustrada porque creía que el ambiente económico mejoraría más rápido después de la asunción de Temer", afirma. Al respecto, el Banco Central informó esta semana que la economía se contrajo un 0,48 % en octubre respecto a septiembre y acumula una retracción del 5,29% en los últimos 12 meses.

En ese escenario, no extraña que hoy un 51% de los brasileños consideren como mala o directamente pésima la gestión de Temer, como reveló la última encuesta de Datafolha (ver infografía). "En mi opinión, más que la crisis económica y el aumento del desempleo -que generan mucho pesimismo- es la crisis política y moral la que más pesa en la imagen negativa del gobierno actual. Todos los días hay abundantes noticias sobre la participación de los ministros y el propio Presidente en la recepción de sobornos", explica a La Tercera Mauro Paulino, director general de Datafolha.

"Si hay un consenso en la población hoy, es por nuevas e inmediatas elecciones para Presidente", asegura Paulino. "Según la opinión pública, que siempre es factor decisivo para el futuro de cualquier gobierno, el de Temer ya terminó", concluye.

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