El silencio poético de Cecilia Vicuña llega a Documenta

La nueva versión de Documenta, el encuentro de arte más grande del mundo, que se realiza cada cinco años y dura 100 días, tendrá por primera vez dos sedes: Kassel, la ciudad donde nació hace 60 años, y Atenas. La propuesta es del director artístico de la feria, Adam Szymczyk, quien de este modo busca "reflejar la situación actual en Europa y poner de relieve las tensiones palpables entre el norte y el sur".

Con el título Documenta 14: Aprender de Atenas, la nueva versión se inaugura en abril en la capital griega y el 10 de junio en Kassel. El día que arranca el evento en Grecia habrá una representación de artistas chilenos, convocados especialmente por el curador Dieter Roelstraete, que consta de un grupo de artistas de la Corporación Amereida, fundadores de Ciudad Abierta de Ritoque y la artista chilena radicada en Nueva York, Cecilia Vicuña, quien realizará una performance en Atenas el 10 de abril.

Delicada y silenciosa Cecilia Vicuña (1948) comenzó su trayectoria en Chile, donde en 1967 fundó Tribu No, un colectivo poético integrado entre otros por Claudio Bertoni. Exiliada en Londres, fue cofundadora de Artists for Democracy en 1974. Un año después se trasladó a Bogotá, donde trabajó con la Corporación Colombiana de Teatro. Llegó a Nueva York en 1980, y se unió al Colectivo Herejías que publicó Herejías: una publicación feminista sobre arte y política.

Creadora de esculturas e instalaciones precarias, así como de poéticas performances de aliento ritual, su obra se vincula con el patrimonio indígena y natural, y en ellas suele utilizar hojas, tejidos, semillas y palos. Cecilia Vicuña siente que el mundo ha descubierto su trabajo este último tiempo, tras 45 años de trabajo, como algo subterráneo. "Para mí ha sido un gigantesco beneficio, porque he podido trabajar de manera especial. Me levanto, escribo, hago mis obras permanentemente y eso me ha dado una libertad increíble", cuenta.

En los últimos tres años, por razones del azar, diferentes personas en distintas partes del mundo se fijaron en su obra y le dieron difusión. "Esto empezó en Londres, cuando una curadora, galerista e historiadora que se llama Jane England empezó a mostrar mi trabajo. Ella es originaria de Melbourne, Australia y me conoció en los 70. Se acordaba del rol que tuve en esa época con el movimiento internacional Artists for Democracy. Cuando nos reencontramos me dijo: yo te quiero mostrar", cuenta.

Así fue y en una de las exposiciones, el curador brasilero Adriano Pedrosa vio su trabajo, y a su vez, realizó una gran exhibición que involucró a cinco museos en Río de Janeiro. "Ahí llegó Dieter Roelstraete, que es uno de los curadores de Documenta y conoció mi obra. Vino a Chile a conocerme in situ, en el jardín de mi mamá.

Visitamos a los chinos de Caleu y fuimos a ver a Nicanor Parra, con quien siempre nos hemos tenido un gran cariño. En ese viaje Dieter conoció el Chile secreto de Cecilia, que culminó con un encuentro con la Ciudad Abierta (en Ritoque)", dice la artista.

Año de exposiciones

De esta modo Cecilia Vicuña fue invitada a Documenta 14, donde presentará trabajos pictóricos (Kassel), dos instalaciones site-specific y performances (Atenas/Kassel) y la edición de un libro de artista con textos inéditos de ella, Dieter Roelstraete y José de Nordenflycht.

Esta Documenta se plantea a sí misma como un proceso de aprendizaje de todo, del ser humano, principalmente porque el cambio comienza cuando a cada uno le importa el sufrimiento de los demás. "El sufrimiento que estamos causando con nuestras actitudes y nuestra complicidad al no darnos cuenta de que los actos nuestros están manteniendo la destrucción y este estado de apatía e indiferencia", dice la artista. "La historia de Documenta partió como un acto de la búsqueda de la conciencia alemana frente al Tercer Reich. La tradición de este gran encuentro es representar la posibilidad de conciencia frente al abuso universal que ha hecho el Primer Mundo de todos los otros mundos. La supresión de las culturas indígenas, culturas orales y nativas de todo el planeta", agrega.

Para Cecilia Vicuña, Documenta se presenta como una posibilidad de otra forma de relación, donde los artistas y pensadores plantean un "NO" al neo liberalismo, la misma negativa que encarna la artista con obras que ofrecen una visión de un mundo diferente, de solidaridad, belleza y trabajo activo en la transformación del entorno "porque estamos en un momento de urgencia, de emergencia social, biológica, porque no hay nada que no esté en esta catástrofe", sostiene.

2017 será un año de revelaciones de la obra de Cecilia Vicuña. Además de estar en Documenta, participará en una muestra que se abre en Nueva Orleans en marzo, formada por un equipo de mujeres vanguardistas que trabajan en arte y poseía. También estará en el Museo de Bellas Artes durante el primer semestre con la exposición Movimientos de Tierra y habrá una gran colectiva en septiembre en el Hammer Museum llamada Mujeres Radicales de los años 70. "Es la primera muestra histórica que se ocupa de todas las artistas como yo en Latinoamérica", dice. Además publicará cuatro libros de poesía y arte, dos en Alemania y dos en EEUU, que se suman a la veintena de publicaciones que ya tiene. "Uno de ellos es de conversación, donde hablo por varios días con (la curadora) Camila Marambio", agrega.

Durante sus años de "invisibilidad", Cecilia Vicuña siente que profundizó en las materias de su investigación: "Si no te dan bola eres un ser animal que anda pilucho por el mundo, donde no hay vestidura, ni pretensión, ni creencias. Eso de no tener creencias es algo fantástico. La gente que se ha acercado a mí no tiene nada que ganar ni nada que perder, soy como otra piedra que se encuentra. Eso ha ido generando un tejido de personas extraordinarias con las cuales me he vinculado todo este tiempo. Ese tejido de seres brillantes e iluminados que hay aquí en Chile, como jóvenes artistas que me han llevado a Punta Arenas sin el apoyo de instituciones, todo pagado por ellos y han movilizado a toda la ciudad para presenciar una performance mía. Esa es la fuerza que va a cambiar, eventualmente, a Chile".