Sonic vs. Mario: una batalla de los 90 con lecciones actuales

La guerra de las consolas ofrece una guía de lo que podría ocurrir con los smartphones.




En las "guerras de las consolas" de los 90, yo estaba en las trincheras. Joypad en mano, luché bajo la bandera de Super Mario por Nintendo contra el malvado Sega y su no tan estupendo Sonic the Hedgehog.

Al menos, así se sentía en la escuela primaria británica. En el libro de Blake Harris, la guerra de las consolas se libra en el mercado de juegos estadounidense y pinta a Sega como el emprendedor arrojado que desafía al anquilosado Nintendo.

En gran medida, la historia se cuenta desde la perspectiva de Tom Kalinske, quien revivió a Barbie en Mattel, y fue reclutado de una hamaca de Hawai para liderar la unidad estadounidense de Sega en la batalla contra Nintendo.

El libro ya se está convirtiendo en película pero, al menos en papel, Console Wars presta demasiada atención a la plana ejecutiva de Sega y muy poca a los juegos y los niños. También falla en trazar algunos paralelos útiles para las guerras de los smartphones de hoy.

Pero sí ofrece algunas curiosidades divertidas. Donkey Kong se creó cuando Nintendo perdió los derechos de Popeye para videojuegos y tuvo que inventar personajes alternativos con urgencia. Mario era el nombre del dueño de las oficinas de Nintendo.

La descripción de Nintendo es como la de Apple hoy: obsesionado con la calidad, incluso a expensas de la velocidad de desarrollo, arrogante con los minoristas y los desarrolladores de software y altamente litigioso. Sega, como el software gratuito para smartphones Android que Google lanza contra el iPhone, tuvo éxito ofreciendo términos más amigables a los socios de Nintendo.

El foco de Sega en el marketing recuerda a Samsung, cuyo lema "Next Big Thing" ha impulsado sus teléfonos Galaxy por delante de los de Apple. Pero así como Harris dice que los desarrolladores de juegos luchaban con "demasiados sistemas diferentes" en Sega, la mejor arma de Apple para ganarse a los desarrolladores sigue siendo la sencillez de su tienda de aplicaciones, en contraste con el mundo fragmentado de teléfonos Android.

Hoy en día, su opción de teléfono inteligente lo enlista en una de las dos tribus enfrentadas. Pero tal como muestra el éxito final de la PlayStation de Sony, a expensas de Sega y Nintendo, en cualquier momento pueden abrirse nuevos frentes en la zona de guerra de la tecnología.

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