Sospechoso de atentado de Estambul habría sido entrenado en Siria

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El presunto atacante del club Reina, que dejó 39 muertos, sería miembro del Estado Islámico. El hombre habría llegado junto a su familia desde Asia Central a Konya, al sur de Turquía.




La policía turca continuaba anoche la frenética búsqueda del atacante del club Reina, en Estambul, que la noche de Año Nuevo dejó a 39 muertos y 65 heridos. El presunto autor de la masacre, que se dio a la fuga tras el atentado, habría sido entrenado por el Estado Islámico (EI) -que se atribuyó el ataque- en Siria. De 28 años y presuntamente oriundo de un país de Asia Central, como Kirguistán o Uzbekistán, el autor, cuyo nombre no ha sido divulgado, habría llegado a Konya, al sur de Turquía, a fines de noviembre con su mujer y sus dos hijos para "no levantar sospechas", según la prensa local. Desde allí se habría trasladado solo hacia Estambul en diciembre.

A pesar de que la policía había detenido a Ihake Mashrapov, indicado por la televisión turca como el atacante, éste negó estar involucrado y alegó haber sido confundido por su semejanza con el sospechoso. Fue liberado hoy tras un control en el aeropuerto de Estambul.

En Siria, el presunto atacante habría combatido en las filas del grupo yihadista, por lo que "dominaba el uso de las armas de fuego", afirmó el diario turco Hürriyet. Según el periódico, que se basa en informes de la policía, eso explicaría la forma profesional en llevar a cabo el ataque: disparos en el torso, en la cabeza y haber utilizado cargadores dobles para optimizar el tiempo de recarga. El sospechoso también sabía que los guardias del lugar no tenían armas y que éstas no estaban permitidas dentro del club. El hombre, que mató a un policía y a un civil afuera, antes de ingresar a la discoteque, donde se estima que había 600 personas, recargó su arma seis veces y disparó 180 proyectiles.

La policía también investiga cómo el atacante conocía todas las puertas de salida del club Reina, sabía del nivel de seguridad y dónde se podía esconder antes de abandonar el lugar, señala la agencia Efe.

Tras el ataque, que duró siete minutos, el supuesto atacante subió a un taxi y se bajó unos pocos kilómetros más lejos asegurando que no tenía dinero. Según el taxista, el hombre hablaba turco y le pidió su celular para hacer una llamada, la que la policía rastreó.

El hecho de que el autor del atentado huya luego de cometer el ataque, podría ser una nueva táctica que estaría impulsando el EI. Así ocurrió en Estambul y en el atentado contra un mercado navideño de Berlín, el 20 de diciembre. De acuerdo al diario británico The Times, el grupo terrorista ha sufrido duras pérdidas de miembros en el último tiempo, por lo que podría querer preservar a sus combatientes.

La noche del lunes agentes llevaron una operación en dos barrios de Estambul, Zeytinburnu y Basaksehir, y en Konya, donde detuvieron a varias personas. La mujer del sospechoso fue detenida y aseguró que no sabía que su marido fuera simpatizante del EI. En total, hasta hoy había 16 detenidos.

De acuerdo al viceprimer ministro Numan Kurulmus, se conoció información sobre sus huellas dactilares. Kurulmus también anunció que el estado de emergencia, impuesto luego del intento de golpe de Estado del 20 de julio pasado, sería extendido.

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