Tony Blair se posiciona como el gran opositor al Brexit

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Blair en un acto en la sede de la Comisión Europea, en Bruselas, en 2008.

El ex primer ministro británico señaló que la gente "puede cambiar de opinión si las circunstancias cambian".




El ex primer ministro británico Tony Blair (1997-2007), volvió a tomarse el complejo y tenso escenario político en Reino Unido en relación con el referéndum aprobado en junio del año pasado y que dio paso a la salida de la Unión Europea. No es novedad que Blair es contrario al Brexit. De hecho, varias veces manifestó su intención de convencer a los británicos de que muchos "votaron sin saber las condiciones" de la salida y que tras haberse aclarado ciertos términos, los ciudadanos "tienen el derecho a cambiar de opinión".

Pero ahora, Blair ha ido más allá de su llamado a "rebelarse contra el Brexit", como dijo en su primer gran discurso luego del referéndum. En una entrevista que concedió el domingo a la radio de la BBC, el ex premier laborista confirmó que está trabajando activamente para revertir el Brexit y señaló que "la voluntad de la gente no es algo inmutable. La gente puede cambiar de opinión si las circunstancias cambian".

Uno de los argumentos de Blair para señalar que los votantes merecen, al menos, un segundo referéndum, se basa en una de las promesas del Brexit, que implicaba designar 350 millones de libras por semana al Servicio Nacional de Salud (NHS). Blair ha sostenido que dicha promesa quedó invalidada: "Creo que ahora es muy claro: en primer lugar, que no hay dinero extra para el servicio de salud a través del Brexit y, en segundo lugar, que en realidad vamos a estar destinando menos dinero al servicio de salud, no más dinero, porque el crecimiento está bajo y porque también tenemos esta gran factura que pagar a la Unión Europea", dijo.

"Creo que ahora es posible que el Brexit no suceda. Creo que es absolutamente necesario que no suceda porque todos los días nos demuestra nuevas evidencias de que nos está haciendo daño económicamente. Sin duda nos está haciendo un daño político", manifestó Blair.

De todos modos, los expertos sostienen que Tony Blair dejó hace un tiempo de ejercer influencia en la política británica, con lo que sus declaraciones no tendrían mayor impacto en la sociedad. "Es poco probable que Blair influya significativamente en el proceso del Brexit. Su partido, los laboristas, es de oposición, y su líder es un crítico de Blair desde hace mucho tiempo", expresa a La Tercera James Strong, profesor de política británica en la Queen Mary University of London. "Blair sigue manchado por los recuerdos de Irak y es poco probable que atraiga mucho apoyo público", señala Strong.

Tim Oliver, académico del London School of Economics, sostiene que "la intervención de Blair no es útil. Él es ahora algo así como una figura tóxica en la política británica. Tiene razón al cuestionar el Brexit, pero los desafíos para el Brexit deben provenir de nuevos líderes, no de los viejos".

Pese a los esfuerzos de Blair, el Brexit sigue avanzando y los 27 miembros de la Unión Europea dieron luz verde para abordar la futura relación comercial entre Reino Unido y el bloque.

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