Rescate en Delia II: Trabajos seguirán pese a "imposibilidad de encontrar con vida a mineros"

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El general de Brigada y los equipos desplegados reiteraron que continuarán trabajando en los frentes que sean necesarios hasta agotar las alternativas técnicas posibles.




A través de un comunicado, el general de Brigada, Fernando San Cristóbal Schott y los equipos de Gobierno reiteraron que continuarán trabajando "en los frentes que sean necesarios hasta agotar las alternativas técnicas posibles en la Mina Delia II", yacimiento afectado por el ingreso de barro y agua el 9 de junio pasado, dejando a los mineros Jorge Sánchez y Enrique Ojeda atrapados en su interior.

Esta labor continuará "pese al análisis técnico realizado tras 15 días de trabajo, el cual descarta la posibilidad de encontrar con vida a ambos mineros", sostiene el documento entregado a los medios, haciendo frente, así, a las inquietudes que han planteado compañeros y familiares de los afectados. 

Dicho análisis, como indicaron, detalla la presencia de barro entre los niveles 71 y 55 de la Mina Delia II, y un alto PH del agua, que puede tener características corrosivas altamente peligrosas para las personas. Eso sí, se recalcó que dichas operaciones "seguirá privilegiando la seguridad de quienes trabajan en esta ardua y delicada operación".

Producto de dicho escenario, se dio cuenta de que las labores desarrolladas en diversos frentes han incluido a más de 100 funcionarios de 16 instituciones públicas, "quienes seguirán en la zona para las siguientes operaciones".

Desde el punto de vista técnico, se han realizado diferentes acciones, entre las que destacan los sondajes para determinar el nivel de inundación de la mina; el desvío del estero La Tina, que provee de agua a la Laguna Verde; y el bombeo de agua para disminuir el nivel de colapso.

De esta forma, agregaron que  buzos especializados ingresaron a la mina para establecer con mayores detalles las condiciones de la rampa inundada, pese a las dificultades existentes en la zona. De hecho, el PH del agua y la temperatura dificultan que las personas, independiente a su preparación técnica, puedan permanecer sumergidos por mucho tiempo.

"Cada una de estas acciones, sumadas a las dificultades climáticas de la zona (mínimas de hasta -18°C en la región el 18 de junio pasado), han requerido de una detallada, pero rápida organización. Dichas labores corresponden a técnicas no convencionales para la búsqueda de personas, pero que, sin embargo, han ayudado a realizar el trabajo", expusieron.

Por último, destacaron que las operaciones de magnetometría han sido claves para la detección de objetos metálicos en profundidad; la construcción de un canalón, que requiere de un completo trabajo de planificación; o el intento de levantamiento de un pretil, pese a las condiciones desfavorables del terreno.

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