Tradicional fiesta religiosa de San Sebastián congrega a los creyentes de Yumbel

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Los organizadores estiman que 500 mil personas acudieron a la cita.




La fiesta de San Sebastián se celebra todos los años en Yumbel, los 20 de enero y 20 de marzo. Se considera una de las fiestas religiosas más importantes del país. Y hoy lo demostró.

Como ya es tradición, en esta jornada miles de fieles llegaron a la comuna de la Región del Biobío, con motivo de la fiesta religiosa que con los años se ha transformado en una de las más importantes y masivas del sur del país. Hoy, por ejemplo, los organizadores estimaron en cerca de 500 mil personas la asistencia, lo que al menos en teoría la pondría por sobre incluso de los eventos masivos que celebró el Papa Francisco en Chile.

El arzobispo de Concepción, Fernando Chomali, fue quien presidió la misa central en Yumbel, y comentó que la estimación de público debía ser evaluada, pero que la visita del Pontífice de todos modos había contribuido a aumentar la llegada masiva de fieles a San Sebastián.

"Pienso que sí, que ayudo a la celebración de acá en la zona, pero hay que hacer estudios respecto de la convocatoria, es presuroso todavía dar cifras, pero lo que me queda claro es que la cantidad de voluntarios que se inscribieron y trabajaron, sobre todo jóvenes, habla de que hay una Iglesia viva y que está haciendo su trabajo de la mejor forma posible", sostuvo el prelado.

Desafiando los casi 30° grados de calor, algunos feligreses llegaron peregrinando hasta en bicicleta al santuario del patrón del pueblo, conocido por quienes lo veneran como "cumplidor y cobrador", dicen en la zona, con cariño. Así lo cree Lilibeth Romero, joven que lleva casi toda su vida asistiendo junto a su familia a esta fiesta: "Tengo 34 años y desde niña que acompañamos a mi mamá, que hizo una manda por sus dos hijas y ahora por la nieta; la idea es agradecer y cumplir, por eso viajamos todos los años, los 20 de enero y 20 de marzo, a Yumbel, es una fiesta de verdad muy hermosa".

Son miles las historias que encienden el fervor de los fieles católicos y que se mantienen en el tiempo, como la de Milsa Rivas, de Peñaflor, quien cuenta que se encomendó "desde hace seis años, y nunca he faltado a Yumbel, porque hice una manda de sanidad por mis piernas. Me operaron una, pero el médico no quiso operarme la otra, así que me entregue a San Sebastián, y ya estoy mucho mejor".

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