Trump deja Medio Oriente sin avances concretos para reactivar diálogo de paz

a-billboard-welcoming-us-president-donald-t-37802779

Se reunió con Mahmoud Abbas y dijo que las partes debían dejar "de lado el dolor y los desacuerdos del pasado". El Presidente palestino reiteró el deseo de tener un Estado, con las fronteras de 1967, con Jerusalén Oriental como capital.




El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, partió hoy de Israel -tras una jornada en la que se reunió con el Presidente palestino, Mahmoud Abbas, en Belén, Cisjordania- con la promesa de que la paz en la región es posible, pero sin poner sobre la mesa ninguna medida específica ni concreta para hacerla realidad. Un mensaje que no se alejó en ningún momento del tono optimista que ha marcado todas las ocasiones en que el mandatario ha abordado el tema del conflicto palestino-israelí, desde mucho antes de dirigirse a Medio Oriente.

"Sabemos que la paz es posible si dejamos de lado el dolor y los desacuerdos del pasado y nos comprometemos a resolver finalmente esta crisis", dijo hoy Trump en su discurso en el Museo de Israel, en Jerusalén. "Como he dicho repetidas veces, estoy personalmente comprometido a ayudar a israelíes y palestinos a alcanzar ese acuerdo mutuo de paz", declaró el gobernante, quien destacó que Abbas "está listo para llegar a un acuerdo de paz".

"Alcanzar la paz no será fácil. Todos lo sabemos. Ambas partes se enfrentarán a decisiones difíciles. Pero con determinación, compromiso en ambos bandos, y la creencia de que la paz es posible, los israelíes y los palestinos pueden hacer un trato", declaró.

En ninguna de sus intervenciones de sus 28 horas de visita a la zona, abordó los temas más espinosos como los asentamientos judíos en Cisjordania, el estatuto de Jerusalén, el traslado de la embajada estadounidense a la Ciudad Santa, ni habló de la solución de dos Estados.

Horas antes, Trump se trasladó al territorio palestino de Cisjordania, hasta la ciudad de Belén, donde está la Basílica de la Natividad, para reunirse con el Presidente palestino. Durante el encuentro, Abbas expresó el sueño de su pueblo de tener un Estado independiente "con las fronteras de 1967, un Estado palestino con Jerusalén Oriental como capital, viviendo junto al Estado de Israel en seguridad y paz, como buenos vecinos".

El gobernante palestino le dijo a su par estadounidense que "me gustaría reiterar nuestro compromiso de cooperar con usted para conseguir la paz y lograr un acuerdo histórico con los israelíes".

Trump, en tanto, destacó que "la paz no podrá nunca echar raíces en un ambiente donde la violencia es tolerada, financiada y premiada", en referencia al dinero que el gobierno palestino le da a las familias de los atacantes, cuyas viviendas son demolidas por las autoridades israelíes. "Nuestra sociedad no puede tener tolerancia por el baño de sangre y la masacre de gente inocente. Ninguna madre o padre quiere ver crecer a sus hijos en un mundo donde el terrorismo se pavonea libremente", sostuvo Trump.

De regreso en Jerusalén, el Presidente de Estados Unidos visitó Yad Vashem, el Museo del Holocausto, donde reavivó la llama perenne que arde en recuerdo de los millones de judíos asesinados por el nazismo. Ahí el mandatario sostuvo que "la Shoah fue la hora más oscura de la historia de la Humanidad". Fue "el crimen más salvaje contra Dios y sus hijos", dijo Trump.

Algo así no debe suceder "nunca más", dijo el visitante y aseguró que Yad Vashem representa "el espíritu que no se puede quebrar del pueblo judío que, pese a las persecuciones, iluminó al mundo".

Más tarde, Donald Trump y su esposa, Melania, y todo su séquito de asesores, incluidos su hija, Ivanka, y su yerno, Yared Kushner, partieron a bordo del Air Force One rumbo a Roma, en el marco de una visita que también incluirá otra al Vaticano y una reunión hoy con el Papa Francisco.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.