Trump retira su reforma a la salud tras rebelión de republicanos

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Se trata de la mayor derrota política del mandatario desde que llegó a la Casa Blanca. La iniciativa buscaba reemplazar el Obamacare.




El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sufrió su mayor derrota política desde que llegó a la Casa Blanca, en enero, y no se la propinó ni la oposición demócrata ni algunos jueces liberales (como los que han rechazado sus decretos migratorios). Al contrario, fueron miembros del sector más duro del oficialista Partido Republicano quienes se negaron a apoyar el proyecto de ley de reforma sanitaria que reemplazaría el plan de salud de Barack Obama, razón por lo que la iniciativa fue retirada antes de que sufriera un humillante rechazo en la Cámara de Representantes.

El presidente de la Cámara Baja, Paul Ryan, retiró la iniciativa después de que Trump lo llamó por teléfono y le pidió que detuviera el debate sin llevarlo a votación. Eso en vista de la decisión del Freedom Caucus, 36 congresistas republicanos herederos del ultraconservador Tea Party, de negarse a apoyar el proyecto de ley ya que, según ellos, era solo un Obamacare en versión light.

"Hablé con el Presidente hace poco y le dije que en mi opinión lo mejor que podíamos hacer era retirar este proyecto de ley, y él estuvo de acuerdo", dijo Ryan en una conferencia de prensa. Visiblemente golpeado, el titular de la Cámara de Representantes dijo que el Obamacare "es la ley". "No tenemos los votos suficientes para sustituir esta ley. De forma que sí, tendremos que vivir con Obamacare por ahora", expresó.

El jueves Trump había pedido someter a votación su iniciativa legal, pero la sesión fue postergada en vista de que no contaba con los apoyos suficientes. El panorama no mejoró hoy, por lo que se abortó la operación. De hecho, Trump había asegurado que si el proyecto perdía la votación, se enfocaría en otros temas.

Antes de que se retirara la iniciativa, el vocero presidencial, Sean Spicer, dijo que Trump creía que la Casa Blanca había hecho "todo lo posible" para conseguir los 216 votos necesarios. "No puedes forzar a alguien a votar de cierta manera. Donald Trump ha hecho todo lo posible, ha usado todo el tiempo a su alcance para lograr la aprobación", expresó Spicer. "Esta no es una dictadura y debemos permitir que voten como quieren", añadió.

Según la agencia The Associated Press, se trató de una apuesta de alto riesgo político para Trump. El Presidente había afirmado que terminó de negociar con los republicanos reacios y que había decidido seguir adelante con el resto de su programa, tanto si ganaba como si perdía esta batalla.

Donald Trump hizo de la reforma del Obamacare una de sus más importantes promesas de campaña. Por eso puso en juego su reputación de un consumado negociador, pero no logró convencer al ala ultraconservadora republicana a apoyar el proyecto de reforma. Por todo esto se trata de un grave tropiezo político para Trump en el inicio de su mandato, que golpea su reputación y afecta su capacidad de negociación con el Congreso.

Tras conocerse el retiro de la iniciativa legal, durante una ceremonia en el Salón Oval de la Casa Blanca, Trump dijo que "en general era un buen proyecto de ley" y lamentó que no pudo ser discutido aunque señaló que "estuvimos muy cerca". Sostuvo que el modelo actual "estallará". Pero aseguró que esto queda atrás y que en su gobierno "probablemente vamos a movernos de inmediato hacia la reforma fiscal".

Trump también dijo que está dispuesto a reabrir negociaciones con los demócratas para reformar la ley de salud. Está "abierto a eso" si los demócratas desean trabajar en un proyecto bipartidista. Además aseguró que tiene una formidable relación con el Partido Republicano y dijo que no hablaría mal de los legisladores de ese partido. Aun así se dijo sorprendido por el rechazo del proyecto por parte de los republicanos conservadores.

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