Trump se salta normativas y comienza a imponer su estilo en la transición

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El equipo del Presidente electo estaría retrasado en la entrega de documentos esenciales para el cambio de mando. Existiría una "lucha mortal" para definir quienes formarán parte de su gabinete. Trump dijo que "sólo yo conozco a los finalistas".




Corría noviembre de 2008 y menos de 48 horas después de haber ganado las elecciones frente al republicano John McCain, Barack Obama nombró a su jefe de gabinete, el actual alcalde de Chicago, Rahm Emanuel. Los nombres de quienes compondrían su administración comenzaron a aparecer días después, entre ellos, Hillary Clinton y Susan Rice. Pero, por el contrario, la transición de Donald Trump está ligeramente más atrasada en el ritmo establecido por los últimos Presidentes que han llegado a la Casa Blanca y con el calendario que ha establecido su propio equipo, destacó The Wall Street Journal. A pesar de que la normativa vigente no establece un plazo para que un Presidente electo de a conocer su gabinete, la práctica es que los nombramientos fundamentales se hacen días después para dar un mensaje de tranquilidad al país. Algo que no ha realizado Trump.

Las miradas están puestas en el piso 26 de la Torre Trump de Manhattan, en Nueva York, donde el magnate baraja nombres para su futuro gobierno. Durante los últimos días, sólo se ha visto entrar y salir a su círculo más cercano: sus hijos, su directora de campaña Kellyanne Conway y a su futuro Vicepresidente, Mike Pence, entre otros. Pero el presidente electo estaría afrontando dificultades en el diseño de su equipo.

Hasta ahora, Trump ha confirmado dos nombres. El domingo, nombró al líder del Partido Republicano, Reince Priebus como su jefe de gabinete -hombre cercano al líder de la Cámara de Representantes, Paul Ryan- y a Stephen Bannon como su consejero político, algo que generó duras críticas por sus controvertidos dichos. Pero otros nombres no se han confirmado y sólo existen versiones. Por ejemplo, el ex alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, suena como secretario de Estado, mientras que el general (R), Michael Flynn podría ser secretario de Defensa. Asimismo, la ex compañera de fórmula de John McCain, Sarah Palin, podría ser secretaria de Interior.

De acuerdo a la prensa estadounidense, cercanos a Trump afirmaron que el Presidente electo se estaba enfocando en galardonar a sus compañeros de campaña más leales.

Sin embargo, se especula que dentro del equipo de transición de Trump, liderado por Mike Pence, existe una "lucha mortal". Algo que Trump desmintió a través de su cuenta de Twitter el martes: "El proceso para decidir al gabinete y otros cargos está muy organizado. Soy el único que sabe quiénes son los finalistas", escribió.

Además, de acuerdo a la cadena CBS, el equipo de Trump estaría explorando la posibilidad de que sus tres hijos mayores -Eric, Ivanka y Donald Jr.- y su yerno y mano derecha Jared Kushner, recibieran información de alta seguridad. Pero Trump lo volvió a desmentir: "No estoy tratando de obtener 'autorización de seguridad de alto nivel' para mis hijos. Esta es una típica noticia falsa". Además de desmentir rumores, tanto en su discurso luego de su victoria, como en su visita a la Casa Blanca y en las dos entrevistas que ha concedido, Trump se ha mostrado como alguien mucho más moderado y pragmático.

Ante los constantes cuestionamientos acerca del proceso de transición, el mandatario electo negó el supuesto desorden y dijo que todo va "muy fluido".

Esto, ya que la semana pasada, el ex gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, fue desplazado de su cargo como líder del equipo de transición. Y durante estos días, cualquier persona con conexiones con Christie ha sido excluida del equipo y ha dejado de ser considerada para ocupar puestos relevantes.

"Confusión"

El ex congresista Mike Rogers, una de las voces más respetadas en seguridad nacional y que sonaba como candidato a dirigir la CIA, anunció su salida el martes, al igual que Matthew Freedman, experto en seguridad. Rogers afirmó que había una enorme "confusión", sobre la cadena de mando. De acuerdo a diarios estadounidenses, a Jared Kushner, marido de Ivanka Trump, no le habría gustado como Christie estaba llevando a cabo la organización del cambio de mando. No obstante, según CNN y NBC, cuando Christie fue fiscal de Nueva Jersey, habría procesado al padre de Kushner por evasión de impuestos.

Asimismo, Ben Carson, ex rival de Trump en las primarias republicanas y el afroamericano más importante que apoya al magnate, ha dicho que prefiere mantenerse alejado de la administración, para "trabajar desde afuera". Carson sonaba como secretario de Salud.

De acuerdo a The New York Times, existirían problemas para coordinar al equipo de transición de Trump con el de la Casa Blanca. Esto, ya que el proceso se encontraba estancado luego de la designación de Mike Pence como jefe del equipo de transición, ya que éste no había firmado los documentos legales necesarios para comenzar a gestionar el cambio de mando. Chris Christie lo había hecho, pero aquello no sirve ahora. Sólo el martes en la noche Pence firmó.

Según el Times, el equipo de Trump estaría "improvisando en las tradiciones más básicas de asumir el poder. Eso incluyó trabajar sin información oficial del Departamento de Estado en las primeras conversaciones que mantuvo (Trump) con líderes extranjeros", algo que los gobernantes suelen utilizar para guiar las conversaciones entre países. El equipo de Trump afirmó que estaban trabajando duro "detrás de escena lidiando con los mismos problemas que los Presidentes entrantes han enfrentado por décadas".

Sin embargo, el tiempo corre. Y los procedimiento seguían retrasados anoche, con poco traspaso de información a la actual administración a nueve días de que Trump triunfara en las elecciones.

Según el Times, los asesores de la Casa Blanca dijeron que los funcionarios del gobierno de Obama no habían podido entregar orientación normal al equipo que sucederá al mandatario, ya que el equipo de transición del presidente electo no había completado una serie de documentos esenciales, como certificados de que cada funcionarios respetará códigos de conducta y no divulgaría información confidencial sobre el gobierno.

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