Trump sufre dura derrota en el Senado a seis meses de llegar a la Casa Blanca

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El proyecto con el que buscaba revocar la Ley de Salud de Obama fracasó por no contar con el respaldo de algunos republicanos. Los senadores trataron de presentar otra iniciativa, pero ninguna tuvo éxito al sumarse otras deserciones. El fracaso puso de manifiesto las divisiones al interior del Partido Republicano y pone en duda el éxito de futuras iniciativas.




A dos días que se cumplan seis meses de su mandato, el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sufrió una fuerte derrota al intentar revocar la Ley de Salud de su predecesor, conocida como Obamacare, luego de que perdiera el respaldo de algunos senadores republicanos, con lo que se hizo imposible aprobar el proyecto que el actual Ejecutivo había presentado. De todas formas Trump no se dio por vencido y prometió "un gran plan de atención médica".

"Sufrimos una decepción por (la votación de) todos los demócratas y de algunos republicanos. La mayoría de los republicanos estuvieron leales, fantásticos y trabajaron muy duro", escribió Trump en Twitter. Además dijo que había que "dejar que el Obamacare fracase".

La reforma de salud aprobada bajo la Presidencia de Barack Obama en 2010, amplió la cobertura en cerca de 20 millones de personas al expandir el programa conocido como Medicaid. Además, eliminó prácticas como la que permitía a las aseguradoras negarle cobertura a la gente por tener una condición previa. Sus críticos sostienen que la legislación de Obama obliga a los estadounidenses a tener un seguro médico, algo que es visto como un intervencionismo en la vida de los ciudadanos. Al contrario, sus defensores sostienen la reforma republicana le quita cobertura médica a gente de menos recursos a fin de otorgar exenciones de impuestos a las personas más acaudaladas.

La iniciativa republicana fracasó luego que dos senadores de ese partido -Mike Lee, de Utah, y Jerry Moran, de Kansas-dijeron que no le darían su respaldo. A esa negativa se sumó a Rand Paul, de Kentucky, y Susan Collins, de Maine, quienes ya habían manifestado que no iban a apoyar los procedimientos para comenzar el debate.

Si bien se trató de sólo cuatro legisladores, esta falta de apoyo es suficiente para hacer imposible su aprobación en un Senado, donde los conservadores sólo aventajan en cuatro escaños a los demócratas (52-48).

Ante este bloqueo, el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConell, había llamado a una votación para derogar directamente el Acta de Salud después de que quedó claro que no tenía los votos para cambiar la ley de Obama, pero ese nuevo intento también colapsó en cuestión de horas.

De hecho, el diario The New York Times señaló en un artículo que los senadores habían trabajado por esta suerte de plan C, pero fracasó al igual que los otros, debido a que las senadoras Susan Collins, Shelley Moore Capito, de West Virginia, y Lisa Murkowski, de Alaska, dijeron que no apoyarían un voto para revocar el Obamacare sin tener una ley de reemplazo. "No vine a Washington a herir a las personas", dijo Capito en un comunicado.

El diario The Wall Street Journal explicó que cuando los republicanos votaron en 2015 un proyecto para revocar la Ley de Salud, sabían que Obama lo iba a vetar, por lo que el voto fue puramente simbólico.

Según el diario The Washington Post, las divisiones entre los sectores ideológicos del Partido Republicano se hicieron más evidentes a medida que algunos miembros intentaban contener el fracaso de la iniciativa. En ese sentido, el mandatario había predicho que los republicanos iban a esperar que el mercado de los seguros colapsara y luego se iban a poner a trabajar en un acuerdo para tener una nueva ley de salud. Pero el gobierno fue sorprendido por las deserciones en las filas republicanas.

Para The New York Times, el colapso del proyecto de ley de salud y el fracaso de poder encontrar una alternativa, puso de manifiesto la dura realidad para los senadores conservadores. "Mientras los senadores republicanos de manera libre atacaron a la Ley de Salud cuando Obama estaba en la Casa Blanca, ellos no han sido capaces de tener un plan en el que se pueda trabajar, que pueda mantener tanto a los moderados republicanos como a los conservadores a bordo", destacó.

El Post señaló que la estrategia que adoptó Trump fue culpar a los demócratas por el fracaso y aspirar a las elecciones de noviembre de 2018. "Tenemos que salir y tener más personas elegidas que sean republicanos", dijo el mandatario .

Al mismo tiempo que el proyecto de ley se derrumbaba en el Senado, los líderes de la Cámara de Representantes -también controlada por los republicanos- presentaron un plan para una revisión del código tributario que podría sufrir el mismo camino político partidista que provocó el fracaso de Trump con la Ley de Salud. El desorden en el Senado estadounidense sacudió  los mercados financieros y puso en duda que Trump pueda lograr aprobar otras de sus prioridades, como la reforma tributaria con un Congreso dividido. El revés político de Trump provocó  una baja del dólar a mínimos de 10 meses frente a una canasta de divisas de referencia, porque a los inversores les preocupa el impacto que pueda tener en otras iniciativas del gobierno.

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