Turismo a prueba de fuego

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Los hoteles y cabañas no se quemaron, pero la llegada de visitantes en las zonas afectadas por los incendios del verano de todos modos cayó mucho. Sin perder el ánimo, ahora sus dueños se preparan para empezar a dejar atrás un horrible comienzo de año en Semana Santa.




Los megaincendios dejaron miles de hectáreas de bosques y vegetación quemadas y fueron también una catástrofe para el turismo, ya que afectaron a cientos de pequeños empresarios -dueños de hoteles, restaurantes, guías de excursiones- que debieron cerrar sus negocios o, en otros casos, ver cómo sus clientes cancelaban reservas por temor al fuego justo en la época de mayores visitas del año.

Hoy, en las regiones de O'Higgins, del Maule y del Biobío, la mayoría cuenta que pasaron susto al ver arder grandes extensiones a poca distancia y que se vieron sobrepasados por densas columnas de humo o de cenizas, pero también que finalmente su infraestructura y entorno no fueron tocados por el fuego y que están funcionando normalmente. Ahora apuestan a empezar a revertir las pérdidas del verano el primer fin de semana largo del año, en Semana Santa, con atractivos precios y promociones.

En la misma línea, las autoridades lanzaron hace algunas semanas la campaña "Aún queda mucho verano", para ayudar a reactivar las visitas a los destinos que se vieron complicados por los incendios de la zona centro-sur del país.

Costa maulina

El hermoso lago Vichuquén y sus alrededores costeros, ubicados en el límite norte de la Región del Maule, fueron uno de los sitios que más sufrieron con los incendios. La directora regional de Sernatur Maule, Carolina Reyes, dice que el fuego se mantuvo ahí por días. "En la costa maulina y lugares como Vichuquén y Aquelarre, los habitantes se vieron bastante afectados, algunos de ellos tuvieron que dejar sus hogares".

Precisamente aquí se encuentra el Hotel Marina Vichuquén, que vio cómo su temporada alta se hizo humo. Cancelaciones de reservas, pasajeros que se fueron e, incluso, evacuación de algunos clientes experimentaron durante la emergencia. "La temporada alta terminó en forma prematura. Como fuimos declarados zona de catástrofe, los turistas rápidamente pensaron en otro lugar", explica Verónica Calderón, jefa de reservas y hotelería.

Aunque desde febrero se encuentran preparados, con 18 habitaciones y un excelente restaurante a la carta, para esta Semana Santa tienen expectativas. "Para todos quienes quieran venir a disfrutar del místico, hermoso y tranquilo entorno que mezcla campo y lago, y que invita a un placentero relajo, tenemos promociones de reactivación turística (ver recuadro)", dicen en Marina Vichuquén.

Muy cerca de ahí, hacia la costa, se encuentra Llico, una pintoresca caleta que se emplaza justo en la desembocadura del río de mismo nombre y hasta donde el fuego se acercó mucho. Aquí, desde septiembre pasado el Hotel Puerto Viejo sumó nueve estupendas habitaciones con balcón y vista al mar a la oferta de la zona, además de un restaurante. María Paz Toral, propietaria, vivió la emergencia. "Fue una situación muy tensa y dolorosa. Temimos mucho por la gente del pueblo, pero afortunadamente el arduo trabajo de bomberos y voluntarios logró controlar a tiempo la amenaza. Durante los incendios, obviamente, nuestra ocupación hotelera disminuyó y muchas reservas fueron canceladas, pero luego se hizo una campaña comunicacional en conjunto con el municipio y las juntas de vecinos de Vichuquén que, afortunadamente, fue muy efectiva y logró reactivar el turismo durante la segunda quincena de febrero".

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La caleta de Llico en la regióndel Maule.

La caleta de Llico en la región del Maule.[/caption]

María Paz Toral explica que afortunadamente las llamas se mantuvieron a varios kilómetros del hotel y que los más afectados terminaron siendo "los pequeños productores y comerciantes locales, ya que con las ventas del verano subsisten el resto del año. Es por esto que invitamos a visitar la costa maulina durante el otoño e invierno, cuando tenemos un agradable clima y paisajes que invitan al descanso y la desconexión de la ciudad", cuenta.

De Pichilemu a Santa Cruz

En la Región de O´Higgins, Pichilemu, balneario famoso por sus olas que atraen a cientos de surfistas, fue uno de los destinos turísticos que sufrieron más, sobre todo en enero, cuando disminuyeron drásticamente las visitas. Pero se recuperó rápido al igual que algunos de sus vecinos, como Punta de Lobos. Según cifras entregadas por Sernatur O'Higgins, en febrero los destinos de la región, entre los que también están Rapel y Navidad, tuvieron más ocupación incluso que en el mismo periodo de 2016, superando así la tasa media nacional.

Más al interior, el visitado Valle de Colchagua también supo de bajas en la cantidad de turistas, aun cuando no se vio mermado en términos de infraestructura. Mariela Valenzuela, presidenta de la Cámara de Turismo de ese sector, lo resume. "En la zona más visitada de Colchagua, donde están las viñas, los hoteles y los museos, por suerte no nos afectó absolutamente en nada. Desde el punto de vista de la oferta de servicios turísticos, todo está desde entonces funcionando. La parte más afectada fue desde Lolol hacia el sur y en dirección a la costa", explica. Eso significa que para Semana Santa todas las opciones están disponibles y completamente operativas. "Hicimos promoción durante la Fiesta de la Vendimia el primer fin de semana de marzo y fue muy bonita, masiva y con un tono solidario".

Paula Aguilera, de AlmaCruz, que aglutina al hotel Santa Cruz Plaza, al Museo de Colchagua, al Museo del Automóvil de Lolol y a Viña Santa Cruz, entre otros emprendimientos turísticos, todos ligados al empresario Carlos Cardoen, reafirma que no sufrieron pérdidas por el fuego, pero que al igual que la mayoría, vio bajar el número de visitas. "La reciente vendimia fue el escenario perfecto para dar por superada la emergencia y entregar un fuerte espaldarazo al turismo. Se donó la mitad de lo recaudado en esta vendimia solidaria a Bomberos de Santa Cruz", dice Aguilera, y agrega que están totalmente preparados para esta Semana Santa.

Quillón y San Fabián de Alico

"En la provincia de Ñuble no hubo instalaciones turísticas afectadas. Se registraron incendios en Quillón y San Fabián, con impacto indirecto en la actividad turística, por presencia de humo, cortes temporales de carreteras de acceso, como en el caso de Quillón, y estado de alerta en ambos destinos", dice Luz Alejandra Melgarejo, jefa de Sernatur Chillán.

Al igual que esos destinos, Cobquecura, balneario al norte de la región, también vio caer el turismo veraniego, aun cuando no registró incendios, porque "de todos modos se vio afectado por los cortes temporales de rutas de acceso y sobre todo por la sensación de inseguridad que proyectó la zona a través de prensa y redes sociales". Hoy, todos esos lugares funcionan normalmente y, entre el jueves 30 de marzo al sábado 1 de abril estarán en la feria "Chile a la Vuelta", en la sede Providencia de Sernatur, con ofertas de paquetes turísticos, viajes y panoramas para el resto del año, junto a otros destinos de las regiones afectadas por los incendios.

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San Fabián de Alico.

San Fabián de Alico.[/caption]

San Fabián de Alico, por ejemplo, ubicado junto a la Cordillera de los Andes y en el extremo norte de la Región del Biobío, quiere revertir el mal verano que vivió. Acá el turismo se centra en el deporte aventura y de naturaleza, en disfrutar de los ríos y lagunas, en conocer la cultura arriera y saborear la gastronomía cordillerana. Carolina Aqueveque, dueña de cabañas Favaron, que están en el camino Las Guardias, cuenta que debieron cerrar 10 días por orden de las autoridades. "Desde acá se veía el cerro Alico ardiendo. Era bien impresionante. Perdimos más de 200 mil pesos por día", dice, y agrega que luego lograron sortear en algo la mala racha con la inauguración de una gran piscina y ofreciendo bajadas por el río Ñuble. Hoy están listos para recibir a los turistas el primer fin de semana largo del año, con cabañas para seis personas desde 50 mil pesos diarios.

La francesa Kora Menegoz, dueña de Andeaë, empresa de expediciones a la cordillera, que ofrece trekkings y excursiones a caballo, dice que pese a la caída en el verano, la actividad no se ha detenido. "Acabo de volver de un hermoso paseo de cinco días a la cordillera y para Semana Santa ya tenemos una reserva con un buen grupo para un trekking de tres días, con caballos incluidos".

Otro sector que resultó atacado por las llamas fue la zona vitivinícola de Quillón, en pleno valle del Itata y que goza de un privilegiado clima que posibilita la producción de licores artesanales y de vinos que, en los últimos años, han adquirido excelente reputación. Joaquín Troncoso, cuya familia es propietaria de la Hacienda Canoa de Piedra, que tiene seis cabañas, un gran restaurante de cocina chilena para más de cien personas y una granja abierta a los visitantes, explica que "durante muchos días el aire era irrespirable, tuvimos que cerrar en varias jornadas, no consecutivas, pero no podíamos arriesgar al personal a trabajar en esas condiciones. El fuego tanto acá como en Florida, pueblo con el que colindamos, provocó un humo que impedía ver a más de cinco metros", dice. Pero hoy eso ya es cosa del pasado, y como casi todos en la zona esperan visitantes para este fin de semana largo y por eso ofrecen en promoción cabañas para seis personas por 55 mil pesos.

A unos pocos kilómetros de distancia hacia el norte, Portezuelo vio significativamente afectada su incipiente oferta para viajeros. En esa comuna hay numerosas viñas artesanales, además de una red de turismo rural que muestra viñedos patrimoniales, ya que se dice que acá llegaron las primeras parras que hubo en Chile, hace más de 400 años. Por estos días ofrecen por ejemplo, un programa que incluye una visita a la Viña Prado, donde reciben con desayuno de campo, paseo por la bodega que data de 1890 y las parras de más de 300 años. Tras eso hay un almuerzo campestre; city tour por el pueblo y por tiendas de vinos y productos locales; visita a Viña Lomas de Llahuen con degustación y canopy; para finalizar con un recorrido al museo del Combate de Membrillar, librado en el río Itata durante la Independencia. "Además, este sábado 25 y domingo 26 de marzo tenemos nuestra Cuarta Fiesta de la Vendimia, con un gran programa de actividades. Los turistas muchas veces toman tijeras podadoras y cajones y terminan realizando su propia cosecha", dice Rodrigo Ponce, jefe del departamento productivo de la comuna y que trabaja hace tres años en turismo rural y enoturismo.

DATOS

Fiesta de la Vendimia de Curicó

Hasta el domingo 26 de marzo, shows, vinos y comidas típicas, elección de reina.

Fiesta de la Vendimia Portezuelo

Hasta domingo 26 de marzo. Sector Las Cocinas.

Hotel Santa Cruz Plaza

Alojamiento, desayuno, visitas a museo, actividades de Semana Santa, tour a viña. Niños menos de 10 años gratis en habitación de padres. Desde 248 mil pesos p.p. por tres días.

Hotel Puerto Viejo, Llico

Hotel Marina Vichuquén

Habitación matrimonial king o doble camas queen 99 mil pesos. Desayuno buffet

Cabañas Favaron, San Fabián de Alico

Cabañas desde 50 mil para seis personas.

Andeaë Expediciones, San Fabián de Alico

Ko.menegoz@gmail.com

Hacienda Canoa de Piedra, Quillón

Cabañas para seis personas, 55 mil pesos.

Oficina de Turismo, Portezuelo

fomentoproportezuelo@gmail.com

Tel: 42-2200846

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