El Viajante y Toni Erdmann se enfrentan por el Oscar extranjero

Por culpa de una peligrosa falla estructural del viejo departamento donde viven, Emad (Shahab Hosseini) y Rana (Taraneh Alidoosti), una pareja de treintañeros, deben abandonar forzosamente el inmueble. Ambos comparten la misma pasión por el teatro y son miembros de un grupo de aficionados, que por el momento ensaya Muerte de un viajante de Arthur Miller. Además, él ejerce como profesor mientras ella es dueña de casa. Sin más lugar al que ir, y por la escasa posibilidad de encontrar algo en el centro de Teherán, deciden aceptar la recomendación de un miembro de la compañía teatral e irse a vivir a otro apartamento. Ya instalados en su nuevo hogar, el matrimonio se encuentra con las pertenencias de la anterior inquilina, quien además de efectos personales, dejó una reputación que provoca un incidente en la vida de Rana.

Pensando que era su marido quien entraba al departamento, Rana se encuentra con un extraño. En la escena siguiente aparece Emar: la puerta está abierta, el agua de la ducha sigue corriendo y Rana no responde; sin embargo, está ahí, acostada sobre la cama a oscuras. Obcecado, Emad inicia la búsqueda del atacante, quien a sus ojos no sólo arrebató la dignidad de su esposa, sino que atentó contra su honra y la de su familia.

La vida de pareja comienza a verse alterada por la obsesión de Emad, a tal grado que su correcta vida como profesor y marido empieza a tambalear. Rana duda de las intenciones de su pareja cuestionando incluso el por qué sigue al sujeto, si es por el bien de ella o por el suyo.

Mientras, en su grupo teatral, Emad y Rana personifican a la pareja protagonista de Muerte de un viajante. Extrañamente, los sucesos se correlacionan cuando Emad da con el paradero del atacante, quien, como el protagonista de la obra de Arthur Miller, es un hombre ejemplar a ojos de su familia, pero que lleva una doble vida de dudosa moral. La vida del viajante está en manos de Emad y Rana.

La primera vez que Irán ganó un premio de la Academia fue en 2012, con la película Una separación del director Asghar Farhadi. Nuevamente, el director iraní llegó a la nómina final de los Oscar en la categoría Mejor película de habla no inglesa, con El viajante. En su estreno, en el Festival de Cannes 2016, ganó reconocimiento como Mejor actor (Shahab Hosseini) y Mejor guión original. También recibió el premio a Mejor película de habla no inglesa por la Asociación de Críticos Norteamericanos (NBR, por sus siglas en inglés). Y además fue galardonada en los festivales de Chicago, Munich y Amsterdam.

Desde que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el decreto migratorio que prohibe el ingreso a ciudadanos de siete países con población mayoritariamente musulmana, El viajante ha ganado posibilidades en su disputa por el Oscar a Mejor película extranjera. Al menos, así lo ven algunos críticos como Gregory Ellwood, editor de The Playlist, quien sostiene que "en teoría Toni Erdmann es la favorita para ganar, pero mi presentimiento es que la Academia irá en la dirección de El viajante, porque como la mayoría de América, a ellos no les interesa quedarse en silencio y con los brazos cruzados".

También hay que sumar que, tras el veto migratorio, el director Asghar Farhadi, la actriz Taraneh Alidoosti y gran parte del equipo detrás del filme iraní declararon que no asistirán a la ceremonia de los Oscar, a celebrarse el próximo 26 de febrero, aun si les den una visa especial.

Quien sí caminará por la alfombra roja del Dolby Theater, en Los Angeles, es la directora alemana Maren Ade. Su primer largometraje, Toni Erdmann, es uno de los favoritos de la crítica para llevarse este galardón. Estrenada en Cannes 2016, como El viajante, fue reconocida en los Premios del Cine Europeo, donde se llevó los cinco galardones a los que optaba: Mejor película, guión, dirección, actor y actriz.

Toni Erdmann, que tendrá un remake en Hollywood con Jack Nicholson y Kristen Wiig, cuenta la historia de Ines (Sandra Hüller), una perfeccionista y trabajólica consultora en una importante empresa alemana con sede en Bucarest. Su vida, cronometrada hasta el más mínimo detalle, es remecida con la aparición de su padre, Winfred (Peter Simonischek). En la búsqueda de entablar una relación con su hija, Winfred recurre a un alter ego: Toni Erdmann; a veces molesto y ridículo, hará un intento por reformar y desordenar la vida de Inés. La cinta alemana se estrenó en Chile hace dos semanas y actualmente se exhibe en el Cine Arte Normandie.

Historias reales

Entre los cinco nominados a Mejor película extranjera, hay una fuerte presencia europea. Además del filme de Maren Ade, entró también la danesa Bajo la arena, escrita y dirigida por Martin Zandvliet, y elegida una de las cinco mejores extranjeras del año por el National Board of Review. La cinta se basa en un hecho oscuro de la historia del país nórdico. En mayo de 1945, después de que los aliados liberarán a Dinamarca de la ocupación nazi, el ejército danés decidió que las fuerzas derrotadas deberían encargarse de desenterrar las casi dos millones de minas antipersonales que escondieron en la costa. Entre los dos mil prisioneros obligados a despejar las playas danesas, una buena parte eran jóvenes entre 15 y 18 años. Bajo la arena se centra en un grupo de ellos que está bajo el mando del sargento Carl Rasmussen (Roland Møller). Carl, en principio, los ve y trata con frialdad: ellos invadieron su país y lo destrozaron. Pero de a poco comienza a verlos como lo que realmente son: muchachos que sólo quieren volver a casa.

Desde Suecia entró a la competencia Un hombre llamado Ove. Ove (Rolf Lassgård) es un tipo de 59 años, jubilado y viudo. Para sus vecinos es un viejo cascarrabias que no se interesa por los demás. La rutina de Ove consiste, básicamente, en hacer cumplir las reglas del vecindario e ir a visitar la tumba de su esposa, hasta que la llegada de Parvaneh (Bahar Pars) junto a su familia a la casa vecina, irrumpe en su irascible cotidianidad. Lo que empieza con el pie izquierdo pronto se convierte en una improbable amistad que remueve la vida del protagonista y cambia la visión que tienen los vecinos hacia él. La cinta sueca es una comedia con toques de drama basada en la novela con el mismo nombre de Fredrik Backman. Dirigida por Hannes Holm, se llevó el premio a Mejor comedia europea por la Academia de Cine Europeo.

La quinta en competencia por el reconocimiento de la Academia es una coproducción entre Australia y la república de Vanuatu. Tanna, dirigida por Martin Butler y Bentley Dean, recoge una historia real de la comunidad Tanna en 1980. Wawa (Marie Wawa) y Dain (Mungau Dain) pertenecen a la tribu Yakel y mantienen una relación. Sin embargo, Wawa ha sido prometida en matrimonio para conciliar una guerra con una tribu vecina, los Selian. Ambos deberán decidir qué hacer: si desafiar las tradiciones y sucumbir a sus pasiones o velar por el bien de su pueblo. Una historia de amor prohibido, al estilo Romeo y Julieta, pero situada en medio de una isla al Sur del Pacífico. El filme fue rodado por completo en la isla de Vanuatu e interpretado por los mismos habitantes de la tribu.

La ceremonia de los Oscar es el 26 de febrero y en rigor la principal disputa se centra entre Toni Erdmann y El viajante. Los críticos de la Academia y miembros del jurado iniciaron ayer el proceso de votación final que durará hasta el 21 de febrero.