WikiLeaks volvió a atacar. En una nueva ola de filtraciones, el portal, dirigido por el australiano Julian Assange que reside desde 2012 en la embajada de Ecuador en Londres, difundió este martes miles de supuestos documentos que describen las maniobras utilizadas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos para ingresar a smartphones, computadores e incluso a televisores conectados a internet.

Si los documentos son auténticos, los que en una primera revisión parecía probable según la prensa estadounidense, la liberación de esta información sería un duro golpe para la CIA, que mantiene sus propios métodos de hackeo para el espionaje. Además, podría ser un desafío importante para el Presidente Donald Trump, quien en el pasado elogió a WikiLeaks -por la publicación de miles de correos electrónicos de Hillary Clinton cuando era secretaria de Estado durante la campaña presidencial- y desacreditó a la CIA.

WikiLeaks asegura que se trata de la mayor filtración de documentos de la historia de la CIA. La agencia "recientemente perdió el control de la mayoría de su arsenal de hackeo, incluyendo software, virus, sistemas de control remoto y documentación asociada", señaló la plataforma en un comunicado. La fuente de quién dio la información no se dio a conocer. Según el comunicado, el archivo "parece haber estado circulando de forma no autorizada entre antiguos hackers y proveedores del gobierno, uno de los cuales le ha proporcionado fragmentos a WikiLeaks".

La filtración -denominada "Año Cero"-, es la primera de una entrega de siete partes llamada "Vault 7". Según el portal, "Año Cero" abarca el período de 2013 a 2016, y comprende 8.761 documentos y archivos, de una red de alta seguridad aislada situada en el Centro de Inteligencia Cibernética de la CIA, en Langley, Virginia. WikiLeaks señaló que los archivos digitales de la agencia están diseñados para explotar vulnerabilidades en dispositivos de consumo como iPhone (Apple), el software de Android (Google), Windows (Microsoft) y los televisores Samsung.

De acuerdo al comunicado, los archivos permiten a la agencia pasar por alto las aplicaciones de encriptación, incluyendo WhatsApp, Signal y Telegram, utilizadas por millones de personas para proteger las comunicaciones.

Así, la plataforma también dice que uno de los programas de incursión de la CIA, llamado One, utiliza los televisores "inteligentes" de Samsung como dispositivos de escucha encubierto. Según el comunicado de WikiLeaks, incluso cuando sus pantallas parecen estar apagadas, la televisión funciona "registrando las conversaciones en la sala y enviándolas a través de internet" a la CIA. Según el portal, este programa fue desarrollado en conjunto con la inteligencia británica.

Otro programa, "Umbrage", estaría encargado de "recoger y administrar" un gran número de "técnicas de ataque" sustraídas en otros países, entre ellos Rusia. Según WikiLeaks, estas técnicas permiten a la CIA enmascarar el origen de algunos de sus ciberataques y confundir a los investigadores.

En tanto, más allá del hackeo, según Assange, la CIA utiliza el consulado de EE.UU. en Frankfurt, Alemania, como "base encubierta para sus hackers en Europa, Medio Oriente y Africa". Hasta anoche, la agencia no había realizado comentarios.

Según el portal, la CIA ha aumentado sus capacidades en la lucha cibernética y rivaliza en ese sentido como con la Agencia de Seguridad Nacional (NSA). De acuerdo al diario The Washington Post, aunque se piensa que aún la CIA recluta "espías clásicos", en las últimas dos décadas ha asumido un mayor papel en el espionaje cibernético.