Woody Allen: "Haré cine mientras la gente sea lo suficientemente tonta como para apoyarme"

Woody Allen

El cineasta de 81 años no para: la próxima semana estrenará en Chile su película número 47, Café Society. El realizador, quien se define como un "romántico", cuenta ahora una historia de amor en el Hollywood de los años 30.




Woody Allen es infatigable. Con 81 años recién cumplidos el 1 de diciembre, ya va por su película número 47, y para el primer semestre de este año ya tiene casi terminado un nuevo filme, protagonizado por Kate Winslet y Justin Timberlake. El hombre nacido en el Bronx neoyorquino en 1935, dice que él mismo se soprende de su excelente condición física y rapidez mental. Son las habilidades que, después de todo, le permiten seguir escribiendo con regularidad de monje al menos un guión al año. Así es como ha forjado su carrera y, a la larga, se perfila como el único autor del cine americano (no dirige guiones ajenos) financiado por los grandes. En su caso, Sony Pictures o, más recientemente, Amazon Studios.

En su nueva película, Café Society, el actor Jesse Eisenberg (La red social) es el verdadero protagonista y se parece a una suerte de joven Woody Allen en medio de una comedia romántica de engaños amorosos que transcurre entre Hollywood y Nueva York. La cinta, que se estrena el jueves en Chile, transcurre en ese territorio físico y temporal tan querido a Allen: las prodigiosas décadas de los 20 y 30 que antes retrató en La rosa púrpura del Cairo (1985), Días de radio (1987), Disparos sobre Broadway (1994) o Medianoche en París (2011). Aquí todo se mueve entre el glamour del cine y la sordidez de la mafia de la década del 30, con un elenco de estrellas que incluye al citado Eisenberg como el soñador Bobby, Steve Carell (en el rol del productor de cine que en principio iba a tener Bruce Willis) y Kristen Stewart (como una atractiva secretaria en un estudio de Hollywood).

Todo comienza cuando Bobby llega a Los Angeles con el objetivo de encontrarle un rumbo a sus aspiraciones artísticas.

Hay una frase en la película que dice "La vida es como una comedia escrita por un guionista sádico" ¿Realmente piensa que es así?

La vida se puede ver como algo muy entretenido. En esta película, yo le di un marco donde un esposo (el personaje de Steve Carell) engaña a la esposa y arregla toda clase de reuniones secretas para tener encuentros clandestinos que son graciosos al verlos. Para el que está afuera resulta entretenido, porque tiene un elemento gracioso. Pero es muy triste si le buscas la profundidad al tema, porque la mujer es engañada y la gente termina con vidas muy vacías cuando tienen un romance así. Es como cuando la gente piensa "¿Qué puedo hacer? Tengo que reírme, porque si no me río, me suicido"

¿Ha cambiado mucho el estilo de vida en Hollywood desde los años 30 hasta ahora?

En los años 30, Hollywood estaba dominado por los estudios, en un mundo donde se comían entre ellos. Debes haber leído sobre los grandes ejecutivos del cine y las terribles traiciones donde se acuchillaban por la espalda. Si lees las historias que Scott Fitzgerald escribía sobre Hollywood en aquel entonces para la revista Esquire, te darás cuenta. Y estoy seguro que era algo que también pasaba en Wall Street o la política, pero estuvo mucho más iluminado en Hollywood.

¿Sabía que Jesse Eisenberg, cuando recién empezó, había escrito un guión sobre una joven versión de Woody Allen... y ahora parece que cumplió su sueño al estar en Café Society?

No lo sabía... hasta que lo comentaste. Es gracioso, porque la gente dice que él o el personaje de la película se parece a mí. Y si hubiese filmado Café Society años atrás, yo hubiera interpretado el personaje que tuvo Jesse. Pero él también es perfecto para esta clase de roles. Yo lo hubiera interpretado mucho menos intenso, porque yo soy comediante, no soy actor, y le hubiese dado una sola dimensión. Él en cambio le entregó mucha más complejidad y mucho más interés a la película.

¿Cómo eligió a Kristen Stewart?

Le habíamos pasado el guión para que lo leyera y después confirmó que podía interpretar aquella vertiente doble de su rol (se relaciona sentimentalmente con más de un personaje). Con mi directora de casting, Juliet Taylor, habíamos especulado en quién podíamos llamar, y cuando surgió el nombre de Kristen, los dos dijimos que era la persona perfecta. Yo necesitaba alguien que pudiera interpretar a la dulce y adorable secretaria de Nebraska que después pudiera deslumbrar con pieles y joyas. Y ella se ve muy elegante. No tuvimos que pensarlo demasiado.

En la película ella se relaciona con un hombre mayor en algún momento ¿Qué tan romántico es usted?

Yo siempre me consideré una persona romántica, aunque las mujeres que pasaron por mi vida no piensen lo mismo. Tampoco lo pensarían en el sentido romántico que te imaginas a Clark Gable: creen que soy más un tonto romántico que un romántico de Nueva York, uno del pasado, que ama las relaciones. Y probablemente soy así. Y probablemente sea tonto, pero por esa misma razón yo me crié con las películas de Hollywood y esa es la influencia que tengo. Y es lo que tiendo a hacer también con mis películas.

¿La fama ayuda a que la gente también elija una película favorita? ¿Qué significa para usted la popularidad?

La fama tiene su lado bueno y su lado malo. En mi opinión, después de vivir tantos años bajo las luces de las cámaras, lo bueno supera el lado malo. Las celebridades muchas veces se quejan de la falta de privacidad o que los molestan los fotógrafos, cosas así. Pero eso tampoco es ninguna amenaza y tienen ventajas enormes a lo largo de sus vidas. El lado bueno es muchísimo más ventajoso que el lado malo.

¿Siente el paso de los años? ¿Cómo lo hace para mantenerse bien?

¡Tengo ochenta años! Ni yo puedo creerlo. Soy tan joven, agil, activo y mentalmente alerta, que me sorprende. No sé... como bien, hago ejercicios, pero supongo que tengo suerte. Mi padre también vivió un poco por encima de los cien años y mi madre casi llega también a los cien. Algo debo haber heredado. Gané la lotería, es maravilloso. Yo no me siento viejo, me siento joven, pero seguramente llegará el día en que me despierte una mañana y tendré un derrame cerebral y seré una de esas personas que ves en una silla de ruedas y alguien dice '¿Te acuerdas de él? Es Woody Allen. Miralo ahora'. Pero hasta que eso pase, voy a seguir haciendo cine, mientras la gente sea lo suficientemente tonta como para apoyarme con su dinero.

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