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SEÑOR DIRECTOR

Según el último informe de la Comisión Nacional de Energía, el 40% de la electricidad en nuestro país es producida por carbón, lo que afecta directamente la salud de los habitantes de Tocopilla, Mejillones, Huasco, Puchuncaví y Coronel donde están emplazadas 27 termoeléctricas.

Por eso es importante destacar el cierre de las termoeléctricas a carbón que ha anunciado Engie y es urgente llamar al gobierno actual a construir la mesa de trabajo acordada por el anterior con las generadoras, para establecer un cronograma de cierre de la generación a carbón.

Engie, ya había declarado que sus inversiones apuntarían hacia una matriz 0% carbón, sin embargo su filial en Chile Engie Energía Chile, manifestó en junio de 2017 su intención de vender al menos 3 centrales de Tocopilla. El anuncio del cierre de las carboneras en Chile, por parte de Philip de Cnudde, director ejecutivo de ENGIE para América Latina, cambia el rumbo de su filial en Chile hacia la dirección correcta, en la transición energética que requerimos en el contexto del cambio climático.

Ojalá este sea el empuje que requieren las empresas Colbún, Enel, Engie y AES-Gener, dueñas de las termoeléctricas a carbón para cerrarlas y que el gobierno conforme la mesa de trabajo abierta a consumidores y organizaciones ciudadanas para diseñar el referido cronograma. Esta es la vía más efectiva para cumplir con los compromisos de Chile ante el Acuerdo de París y adicionalmente para terminar con la contaminación del sector eléctrico en las cinco zonas de sacrificio de Tocopilla, Mejillones, Huasco, Puchuncaví y Coronel, que están saturadas, que generan impactos inaceptables en la salud de la población y cuyos planes de descontaminación están estancados.

Sara Larraín

Directora de Chile Sustentable

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