Cierre de Universidad Iberoamericana y CNA



SEÑOR DIRECTOR

Se ha informado del cierre definitivo de la Universidad Iberoamericana de Ciencias y Tecnología, decisión que el Consejo Nacional de Educación vino solo a confirmar dado que el Ministerio de Educación ya se había manifestado abundantemente en este sentido. Esto es lamentable por cuanto poner fin a un proyecto educativo genera un problema social relativo a funcionarios y académicos, y frustra las ambiciones de futuro de los estudiantes y sus familias.

No se ha examinado suficientemente el juicio sobre la calidad de esa entidad. La Comisión Nacional de Acreditación (CNA) le otorgó la acreditación institucional que comprende gestión estratégica y gestión de docencia de pregrado, pocos meses antes de que trascendiera la profunda crisis que ha determinado su cierre.

Si el ente público encargado de evaluar la calidad de las instituciones incurre en tamaño despropósito, lejos de estar habilitado para diagnosticar esa condición difusa que es la calidad -concepto manido hasta la saturación mas no por ello iluminado con un mínimo de racionalidad-, ha exhibido un alto grado de inoperancia. Lo más alarmante de esta inconsistencia es que el juicio mismo de acreditación que emite la CNA respecto de las entidades universitarias, traducido en años de vigencia de esa certificación, ha devenido en superfluo y vacío de contenido.

Gustavo Cárdenas Ortega

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