Detención de Palma Salamanca



La detención en Francia del exfrentista Ricardo Palma Salamanca -condenado a cadena perpetua como autor material del crimen del senador Jaime Guzmán- es un nuevo paso que permite hacer justicia en un caso que, a casi 27 años de ocurrido –en plena democracia-, sus culpables directos o de quienes se sospecha participación han logrado persistentemente eludir la acción de los tribunales chilenos.

Palma Salamanca, tras su cinematográfico escape en 1996 desde la cárcel de alta seguridad -junto a otros tres frentistas-, huyó del país, y desde la clandestinidad publicó libros y logró eludir a la justicia chilena por más de 21 años. El año pasado fue detectado en México, tras la detención en dicho país de otro exfrentista, Raúl Escobar, el "comandante Emilio"-acusado en México de secuestro, y con quien Palma mantenía estrechos vínculos-; desde allí viajó a Cuba y luego a Francia. Se trata de un nuevo antecedente que apunta al régimen cubano como posible encubridor de estos frentistas, responsabilidad que debe ser definitivamente aclarada.

Según ha trascendido, Palma habría solicitado refugio al gobierno francés, el que fue denegado. Sin embargo, es inexplicable que en atención a su grave prontuario, y a que se trata de un prófugo, aun así se le haya concedido la libertad provisional. Ello, además de representar un evidente riesgo de fuga, hace necesario que los tribunales chilenos aceleren el proceso de extradición, y que la Cancillería intensifique sus gestiones ante las autoridades francesas. Sería frustrante que se repita lo sucedido con la ciudadana francesa Marie Emmanuelle Verhoeven, la "Comandante Ana", que a pesar de ser requerida por la justicia chilena, Francia denegó la solicitud.

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