El día de la tierra, la casa de todos

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El 22 de abril se conmemoró el "Día de la Tierra", una fecha que debería instalar una necesaria reflexión sobre el estado de este planeta, que es la casa de todos.

Más allá de las desigualdades, que persisten entre países o dentro de ellos, el ser humano ha llegado a niveles de calidad de vida nunca antes vistos en la historia. En este proceso, ha sometido a los ecosistemas del planeta a exigencias extremas, llegando en muchos casos a su destrucción.

Mucho se ha dicho y escrito sobre compatibilizar el desarrollo y la conservación, y en no pocos ámbitos existe la convicción de que esto es posible. A esto se puede contribuir, por una parte, con el diseño y perfeccionamiento de procesos productivos sustentables, y por otra, con la búsqueda permanente de la eco eficiencia, es decir, producir lo mismo utilizando cada vez menos recursos naturales.

Una herramienta fundamental para lograr lo anterior es la tecnología. Aunque algunos la ven como parte de las causas de los problemas ambientales, debe considerarse su potencial como parte de las soluciones. Es – desde luego -  una herramienta, y sus resultados dependen de cómo se use. Es a través de ella que se pueden lograr procesos más eficientes en el uso de recursos y desarrollar métodos más limpios y sustentables.

La investigación científica y tecnológica, la investigación aplicada y la innovación, enfocadas hacia la sustentabilidad y la eco eficiencia, son las fuentes que permiten ir contando con los elementos tecnológicos necesarios para cumplir los propósitos. Pero estas mejoras e innovaciones no sirven de mucho sin la capacidad de transferirlas y difundirlas ampliamente para que su utilización se masifique y se logren impactos de las magnitudes requeridas.

Es así como las entidades de investigación, tales como el Instituto Forestal (INFOR), organismo adscrito al Ministerio de Agricultura, están llamadas en sus diversos ámbitos a cumplir un rol clave en el mejoramiento de la sustentabilidad de los procesos; y deben buscar alianzas efectivas con quienes sean capaces de transferir y difundir las innovaciones y mejores prácticas. 

En este contexto, la labor de la investigación en el sector forestal implica una doble responsabilidad en trabajar para un planeta mejor, pues además de considerar lo señalado, su actividad se desenvuelve en los bosques; pulmones del mundo, grandes reservorios de biodiversidad, protectores de los suelos, pero también parte fundamental del bienestar económico y social de los seres humanos, proveyendo miles de productos a través de la madera y sus derivados y de los productos forestales no madereros, así como energía carbono neutral y servicios ecosistémicos de distintos tipos.

Es una invitación apasionante que debemos alinear con las reflexiones que nos sugiere el "Día de la Tierra".

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