Dime con quién andas...



No son los programas, las declaraciones o los gestos los que delatan el carácter de un gobierno. Son las personas que lo componen. Por eso, el anuncio del equipo de ministros y subsecretarios es siempre un momento esperado. Es ahí donde recién se empieza a visualizar para dónde va la cosa. O para dónde se pretende que vaya. Por ello, mirando el plantel que esta semana completó el Presidente Piñera, uno puede comenzar a aventurar algunas conclusiones.

La primera y más evidente es que acá no se viene a improvisar. Nadie viene a aprender al gobierno. Salvo excepciones vistosas, la mayor parte de los nominados ya participó en el primer periodo o bien tiene una vasta experiencia política. Con esto, Piñera se resistió a la tentación de innovar y prefirió partir jugando con caras conocidas, probadas, lo que habla también de un cambio en el propio carácter del Presidente en este nuevo periodo: se lo nota menos ansioso y más convencido de la necesidad de formar equipos sólidos.

Una segunda cosa que se puede destacar es que se trata de un diseño que consideró a los partidos políticos de la coalición, toda vez que están bien representados. Esto también es una novedad respecto del primer gobierno, lo que sigue hablando de la idea de que aquí nadie gobierna solo, algo que costó aprender, pero que ahora se celebra.

Tercero, es claramente un equipo de derecha. Incluso algo conservador para el sector. Esta vez no hay muchos guiños a la izquierda, ni al ala liberal. Pero esto no debe interpretarse como una suerte de batallón anti agenda valórica. Probablemente significa que ella no está en el centro de atención del nuevo gobierno.

Y si hay algo que cruza a todos es la gestión. Es algo que Piñera repite en cada uno de sus nombramientos. Son personas que hacen la pega. Pero hay un pequeño giro: esta vez el Presidente está muy preocupado, y así lo ha trasmitido, de que jueguen muy cercanos a la realidad. Tanto que su frase favorita es evitar la teoría. Traigan datos concretos, conversen con la gente que sabe de los temas, dejen los libros en su casa.

Algo que no cambia es la preferencia del Mandatario por reclutar egresados de la PUC y ojalá con postgrados. Lo que sí llama la atención es la alta presencia de abogados, que esta vez desplazan a los ingenieros y economistas. Esto puede ser un signo de los tiempos, donde la agenda legislativa y la acción del Poder Judicial son cada día más relevantes en la marcha del país.

Dime con quién andas y te diré quién eres. De la lectura del equipo queda claro que el nuevo Presidente jugó sobreseguro, con gente probada en casi todos los sectores, buenos para hacer la pega, con un enfoque más bien práctico, y cuyo norte es nuevamente de gestión. En suma, a diferencia de Bachelet, da la impresión de que Piñera apuesta a repetir su primer gobierno, pero esta vez apalancado en la experiencia y en un equipo más afiatado.

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