Frente Amplio en la Comisión de Infancia



SEÑOR DIRECTOR

La acusación hecha por algunos dirigentes de que el gobierno estaría buscando "tensionar" al Frente Amplio al no invitar a la diputada Pamela Jiles a la Comisión de Infancia creada por el Ejecutivo es, en realidad, una confesión de desorden dentro de las filas frenteamplistas que puede presagiar tormentas al interior de esa coalición.

Jiles, al no verse invitada, y en el estilo de los programas de farándula, acusó al gobierno de las más oscuras y bajas intenciones, sin ofrecer fundamento a sus dichos. Su partido, el Humanista, presionado por ella, llamó a no participar de la comisión, sin ofrecer tampoco razones más allá de no tener ellos una "cuota" entre los invitados y el hecho de que Jiles presida una comisión de familia dentro del Congreso. Estos reclamos, razonablemente, no fueron escuchados por el resto de las orgánicas, que aprobaron la participación de Gabriel Boric (MA) y Natalia Castillo (RD), pero obligaron a sus dirigentes, al verse efectivamente puestos en tensión, a acusar al gobierno de perseguir dicho fin.

Los conflictos por demandas de cuoteo entre los partidos de un conglomerado son pan de cada día, pero cuando escalan hasta hacerse visibles y terminan en declaraciones contradictorias, personalismos y acusaciones infundadas contra terceros, simplemente reflejan un problema de liderazgo, disciplina y cohesión interna respecto al cual los adversarios políticos toman nota. No hay razones para pensar que el gobierno haya querido "tensionar" al FA en esta ocasión, pero ahora sabe que es muy fácil hacerlo.

Pablo Ortúzar

Investigador IES

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.