La incertidumbre de Cataluña



La situación de incertidumbre se mantiene en Cataluña, luego de que el Presidente del Parlamento regional, Roger Torrent, decidiera suspender de manera indefinida la ceremonia de investidura de Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat. No obstante, se reiteró que el líder independentista, pese a estar requerido por la justicia española por los delitos de rebelión y sedición, continúa siendo el único nombre para ese puesto.

Si bien este hecho revela un incierto comienzo de la próxima legislatura en Cataluña, y una creciente tensión con el gobierno central -lo cual aleja la posibilidad de una normalización en las relaciones políticas-, lo cierto es que esta situación también revela que las instancias institucionales de España están funcionando, y que no tolerarán el independentismo. Madrid ha manifestado su férrea voluntad de rechazar la independencia de Cataluña, el Tribunal Constitucional ha dictaminado preliminarmente que Puigdemont no puede ejercer el cargo de manera remota -de momento ha buscado refugio en Bruselas- y las principales fuerzas políticas del país son de la idea de que España siga siendo una sola.

Aun cuando no es descartable que a raíz de esta crisis se declare la vacancia de la presidencia de Cataluña y el gobierno central deba convocar a nuevas elecciones -con un resultado totalmente incierto-, la voluntad de mantener el apego a la Constitución y las leyes es mejor garantía de una solución política que la aventura del independentismo.

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