Luis Miguel, en libro y en Netflix: a manos de su propia sangre

luis miguel
Foto: AFP


Si eres latino, te guste o no, Luis Miguel es parte de tu vida. Coreas sus incontables éxitos aunque no los tengas en ningún playlist. Reconoces de inmediato la estampa de traje, el rictus del éxito tallado en la sonrisa, el bronceado, la voz única. Cortesía del diario pop, su personalidad se convirtió en sinónimo de un apodo aplastante: "Chupete de fierro". El hermetismo en torno a su vida y el trato a distancia con la prensa no facilitan la compasión ante su salud resentida, los líos judiciales, conciertos inconclusos y rumores de alcoholismo. Pero tiene canciones y videos imborrables: el aullido final en Palabra de honor, el entrenamiento militar de La incondicional, la chica en la nieve de Entrégate, la perfección hecha balada en Hasta que me olvides.

La reciente biografía Luis Miguel: La Historia y Luis Miguel La Serie, a estrenarse esta noche por Netflix, consiguen algo que tras décadas parecía poco probable: humanizan al astro. Estas obras confirman y subrayan que Luis Miguel Gallego Basteri, 48 años cumplidos esta semana, fue un niño brutalmente maltratado. Su vida familiar conjugó un infierno de teleserie con un villano único: Luisito Rey, el padre.

La investigación del periodista Javier León Herrera, en rigor una versión reload de Luis mi rey (1997), libro en el que a su vez se basa la serie, detalla la retorcida personalidad de Luis Gallego Sánchez, fallecido a los 47 años por VIH, según revela el reportero. Aunque León Herrera asume un protagonismo innecesario en las primeras páginas, cuando enfila hacia la genealogía de Luis Miguel repartida entre Italia con su madre Marcela Basteri y España por parte de Luisito, no hay cómo dejar de leer. La sordidez y la oscuridad marcaron a Luis Miguel a las órdenes de su progenitor.

Marcela, tristemente célebre por desaparecer de la faz de la Tierra en 1986 a los 39 años, era una mujer de notable belleza y niñez desvalida. Abandonada por su madre, fue criada por monjas para radicarse más tarde en Argentina. Luisito procedía de una familia de Cádiz donde el embuste y la estafa eran armas de sobrevivencia. Siempre se dijo que era un artista mediocre, un one hit wonder con Frente a una copa de vino. Sin embargo León Herrera describe a un virtuoso de la guitarra y un intérprete que impresionó a representantes y críticos musicales. Pero Luisito era su peor enemigo. Su vida artística, sepultada apenas pudo explotar el talento de Luis Miguel, fue un largo tour por Hispanoamérica arruinando a empresarios. El objetivo era alcanzar un estado de carrete eterno en una espiral de alcohol, cocaína y promiscuidad. Amoral, ofrecía a su mujer para amortizar deudas, y metió coca y whisky a su hijo en los seis años que administró su carrera. Luis Miguel presenció orgías y lloraba desconsolado en las giras mientras su padre se acostaba con cuanta mujer podía. Convertido en adolescente, las chicas que querían conocerlo pasaban primero por el padre.

Si la vida del ídolo parece una teleserie, a ratos también semeja un relato del crimen organizado. Tal como la mafia ayudó a Frank Sinatra a recuperar su carrera, Luisito y su entorno movieron contactos incluyendo la figura de Arturo Durazo, legendario jefe de policía de Ciudad de México ligado al narcotráfico y célebres matanzas, para ingresar por la puerta ancha al mundo del espectáculo. Con apenas 11 años, Luis Miguel cantó en la boda de la hija del presidente de México en ese entonces, José López Portillo. Equivalía al billete dorado de Willy Wonka. El contrato millonario con EMI se firmó de inmediato.

El primer episodio de la serie protagonizada por el mexicano Diego Boneta como Luis Miguel en un rol que parece hecho para él, y un impresionante Óscar Jaenada (Cantinflas en la cinta homónima) como Luisito Rey, juega con los tiempos para introducirnos en la densa personalidad del papá y el dominio abusivo que ejercía.

Corre 1992 y a punto de actuar en Paraguay, Luis Miguel se entera que Luisito, con quien cortó todo lazo apenas cumplió la mayoría de edad, agoniza. 1987, el cantante estrena el video de Cuando calienta el sol, tiene una primera novia importante, y el viejo hace lo imposible por alejarla. El calendario retrocede hasta comienzos de los 80. Luis Miguel es un niño y lo obligan a cantar de noche en la puerta de un empresario.

"Déjame soñar con que solo existen gentes sin maldad", entona melancólico.

El hombre al frente se conmueve no solo por la voz extraordinaria que augura un futuro triunfal. También sabe que ese niño acaba de perder la libertad y la inocencia a manos de su propia sangre.

============Texto cargo Col Opinion (41465839)============

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