Necesidad de legislar sobre el sistema de pensiones



SEÑOR DIRECTOR

El sistema de pensiones en Chile requiere modificaciones urgentes. Las pensiones que tenemos son el resultado de dividir el ahorro acumulado por los años de longevidad esperada al momento de jubilar. Ahorramos poco y vivimos cada vez más. Resultado: pensiones inferiores a las expectativas sociales. No hay misterios ni atajos. Si queremos mejores pensiones hacia el futuro debemos aumentar el ahorro. Para los más cercanos a la edad de jubilar, el partido ya está jugado, y mejorar sus pensiones exigirá reforzar el pilar solidario, de un modo que equilibre suficiencia social de los beneficios y sustentabilidad fiscal de largo plazo.

Dos proyectos de ley (Bachelet, 2017 y Piñera, 2018) han propuesto legislar para volver a "calibrar" nuestro sistema previsional. Ambos encarnan, en lo esencial, propuestas idóneas y razonables para abordar el desafío. Hay diferencias, por cierto, y se reflejan en preferencias de orden político y técnico al momento de definir el uso de cotizaciones o impuestos para generar solidaridad, o para optar entre agentes privados o estatales en la gestión del ahorro. Pero ambos proyectos representan un claro avance respecto de la situación actual y reflejaban, por definición, el compromiso de legislar de ambas coaliciones políticas.

Junto al ajuste paramétrico y mejora del pilar solidario, la reforma debe abordar un atributo intangible pero esencial de los sistemas previsionales: la valoración social necesaria para concitar confianza y adhesión en quienes se vincularán a ellos por varias décadas como cotizantes y beneficiarios. Por ello, es esencial dialogar, converger, empatizar con la postura contraria, y reconocer que la fortaleza del resultado legislativo dependerá más de la transversalidad de su apoyo que de la perfección técnica o ADN ideológico de su diseño.

Este es tiempo para puentes y no para trincheras. Para converger y no para polarizar. La idea de legislar debe aprobarse y la discusión posterior abordarse de buena fe, no para imponerse al adversario, sino para construir con él una respuesta eficaz, socialmente valorada y duradera.

Alejandro Ferreiro

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