"Precariedad intelectual del FA"



SEÑOR DIRECTOR

En relación con la columna de Hugo Herrera titulada como esta carta, aunque la confusión entre lo que tiene valor en sentido social y lo que tiene precio está presente en las distintas variedades del capitalismo, en nuestro modelo actual se exacerba. El problema no es con el mercado-intercambio, sino con la adopción de lógicas de mercado y la priorización de incentivos económicos por sobre valores sociales o culturales. No desconocemos que hay arreglos institucionales que regulan el mercado, pero nuestra ruta es más profunda. Quienes defienden el mercado como mecanismo ideal de distribución del poder dicen que es un resguardo ante el poder estatal. Esto no prueba que sea una forma de distribución del poder social, sino más bien difumina al mismo. El mercado no puede transformarse en una herramienta de poder ciudadano.

La concepción democrática de deliberación no niega nada de lo personal. Al contrario, cuando la lógica del mercado permea todo ámbito de la vida social, las decisiones individuales quedan relegadas a la esfera privada. Nuestro enfoque es dotar de sentido discusiones sobre aspectos de la vida que obedecen a otros valores fuera de lo económico, y que son relevantes para el desarrollo humano. La acción política del FA no aspira a superar el mercado; más bien busca anteponer el principio de igualdad como criterio central de una sociedad que se considere verdaderamente libre.

El mercado no es capaz de proveer acceso universal a derechos sociales. Pero no cualquier Estado puede garantizar igualdad. No trabajamos por un Estado uniformador y autoritario, sino por uno inclusivo y moderno, menos capturado y con instituciones más deliberativas, en comunicación con el mundo social, centrado en el bienestar de todos y protector de los derechos fundamentales. Una democracia más profunda es garantía de la distribución del poder.

Carolina Pérez y Daniela Dresdner

Militantes Revolución Democrática

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