Reelección de Vladimir Putin

En las recientes elecciones rusas, Vladimir Putin fue reelegido como Presidente -con más del 76% de los votos-, lo que le permitirá extender su gobierno por seis años más tras 18 en el poder. Los resultados electorales no hacen más que reflejar una de las consecuencias de la apuesta de Vladimir Putin por reinstalar a su país en el centro de la política mundial, devolviéndole parte de la influencia que tuvo en épocas pasadas. Un fenómeno que explica también su alta popularidad entre la población rusa.

Estas elecciones le otorgan al mandatario mayor fortaleza para continuar con su estrategia internacional, lo que a todas luces agrega un elemento de inquietud en el escenario mundial. Putin ha optado por legitimarse vía un nacionalismo militarista y una confrontación con Occidente, desafiando principios básicos del orden internacional, como la no intervención. Y su triunfo podría potenciar ese camino de la mano de un programa de rearme que, de llevarse a cabo, alteraría por completo los equilibrios vigentes.

En el plano interno, sin embargo, enfrenta un complejo escenario principalmente por el estancamiento económico y las restricciones a las libertades individuales que podrían acrecentar el descontento de la población. Las masivas protestas de 2017 son una clara señal que las autoridades rusas y el propio Putin deberían tomar en consideración.

Con todo, Putin asume un nuevo mandato en una etapa marcada por una actitud más activa y menos complaciente tanto de la población rusa, como también de la comunidad internacional.