Renuncia de PPK



SEÑOR DIRECTOR

La renuncia del presidente peruano no sorprende. Su debilidad y descrédito políticos lo llevaron a tan drástica decisión porque los votos para la revocatoria del Congreso esta vez sobraban. Tampoco fue una renuncia en positivo, porque le echó toda la culpa de la crisis a una obstinada oposición desde el primer día de su gobierno.

Se ha puesto en marcha el mecanismo constitucional para la sucesión presidencial dentro de un clima de plena normalidad en el vecino país y la democracia peruana no está en juego. Lo importante ahora será la búsqueda de consensos a través del diálogo, algo que PPK olvidó a ratos.

La renuncia no debiera tener mayor impacto en nuestra relación bilateral y no sería extraño que el nuevo presidente peruano mostrara el mismo entusiasmo de integración que caracterizó a su antecesor.

Juan Salazar Sparks

Embajador (R)

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