Trump polariza y aleja

Trump
AP


En su discurso ante el Congreso de Estados Unidos, Trump reafirmó una posición que genera dos efectos: polariza al interior de su país y aleja a EE.UU. de América Latina.Aunque su alocución fue menos agresiva de lo habitual, destacó lo que considera sus tres éxitos: gran reducción de impuestos, baja tasa de desocupación y aumento de las acciones en la bolsa. El senador Sanders replicó que la creación de nuevos empleos habría sido más baja que los años anteriores y que la reducción de impuestos favorecía a una minoría. Las políticas de Trump tampoco habrían beneficiado a los rezagados. En 2017 las remuneraciones apenas habrían aumentado 4 centavos de dólar la hora, mientras el aumento de la bolsa de valores favorece enormemente a unos pocos.

Luego el presidente reiteró dos objetivos: contención de la inmigración y aumento del gasto militar. Entre sus escasas referencias internacionales anunció la reapertura de la prisión en Guantánamo, sindicó a Irán y Corea del Norte como enemigos y amenazó con el retiro de ayuda económica a los países que se opusieron en las Naciones Unidas a reconocer a Jerusalén como capital de Israel. El diputado Joe Kennedy, nominado para responder por el partido Demócrata, acusó a Trump de exacerbar la polarización y sembrar el odio. Y destacó la enorme brecha que separaba a ese presidente de los principios que inspiraban a la mayoría del pueblo norteamericano.

¿Y América Latina? Tres de sus políticas afectan negativamente y lo alejan de nuestra región. La primera es la expulsión de latinoamericanos que llegaron muy pequeños a EE.UU. La segunda es la construcción de un muro a lo largo de la frontera con México, que pretende que sea financiado por ese país. Y la tercera es el alejamiento económico de la región, al amenazar con el fin del tratado de libre comercio con México (y Canadá) y el retiro de EE.UU. del TPP.

Estas políticas aceleran las tendencias en curso: desplazamiento de poder económico hacia China y Asía, y mayor autonomía y capacidad de los países latinoamericanos para explorar nuevos caminos. Valgan dos ejemplos: la decisión de los firmantes del TPP de seguir adelante sin EE.UU. y la de los países del Mercosur de finiquitar un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea. Este alejamiento también se acentúa por la pérdida de "soft power" de EE.UU., al decaer el compromiso con la promoción de los valores democráticos. Es lamentable el deterioro de la imagen internacional de EE.UU. con Trump.

Se está configurando velozmente un nuevo escenario mundial, con dispersión de poder. Los países latinoamericanos deben continuar renovando sus estrategias, deberán reforzar la coordinación política y económica regional y buscar nuevas alianzas internacionales. América Latina tiene mayor relevancia que antes para contribuir multilateralmente a una economía mundial abierta, la paz y la protección del medio ambiente, temas cruciales para la gobernanza global.

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