Alejandro Espinoza, abogado defensor de Pablo Longueira, Fulvio Rossi y Cristián Warner: "En el periodo de las boletas, la oficina de Longueira era sede regional de la UDI"

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Alejandro Espinoza, abogado defensor de los exsenadores Pablo Longueira y Fulvio Rossi. Foto. Roberto Candia

El abogado del exministro apunta al partido para señalar quién estuvo detrás de las boletas recolectadas por "Titi" Valdivielso. También dispara contra Gómez, de quien opina es un fiscal "desprolijo".


Alejandro Espinoza representa a los acusados del caso SQM que más han desafiado al fiscal Pablo Gómez: a Fulvio Rossi, quien no permitió ser formalizado sin querella; y a Pablo Longueira, quien esta semana volvió a disparar contra el persecutor recordando el allanamiento a su casa y un acuerdo sin cohecho que, según afirmó, no quiso aceptar.

Espinoza fue militante UDI, conoce bien a Jacqueline van Rysselberghe porque también es de Concepción. Y en esta etapa del caso revela que en su estrategia probatoria es el gremialismo el que estuvo detrás de las 95 boletas que la exasesora de Longueira recolectó entre 2009 y 2013.

Longueira esta semana dijo que Gómez le ofreció recalificar el cohecho. El fiscal lo niega. ¿Cómo fue?

En enero de 2017 salimos a rechazar cualquier acuerdo, nadie sale a rechazar un acuerdo que no le han ofrecido. Inmediatamente después de eso, Pablo Longueira fue objeto de un allanamiento en su casa.

Pero cómo se lo ofrecieron. ¿Hay respaldos de la oferta? ¿Dónde se lo ofrecieron? ¿Fue por teléfono? ¿Estuvo a punto de ultimarse?

No estuvo a punto de ultimarse porque yo tuve que comunicárselo a mi cliente, y mi cliente, quien toma la decisión, lo rechazó. Pero no entraré en detalles.

¿Por qué Longueira no iba a querer sacarse el cohecho de encima?

Porque la posición de Pablo Longueira es que él no ha cometido ningún delito y no ha cometido ni siquiera una conducta antiética, y no está dispuesto a ninguna salida alternativa, ni siquiera la suspensión condicional del procedimiento. Quiere que los tribunales de justicia establezcan su inocencia.

¿No es antiético no inhabilitarme al votar leyes si a quienes benefician esas leyes aportan dineros para mis fundaciones?

En absoluto. No correspondía que él se inhabilitara. Para establecer exactamente los hechos: la fiscalía, cuando formaliza al senador Longueira, se formula una hipótesis. Se decía que esas fundaciones eran para financiar su actividad política, es decir, que eran una fachada. Luego de tres años de investigación, de haber escaneado completamente el patrimonio del señor Longueira, se establecieron varias cosas. La primera, que el exsenador Longueira no recibió ni un peso en su patrimonio de parte de SQM. Y segundo, que todas las donaciones a las fundaciones fueron utilizadas para fines de beneficencia social. De manera que la hipótesis que formuló la fiscalía no fue cumplida. Y eso se ha transformado ahora en que la imputación es en realidad que él consiguió plata para financiar a su sector político. Eso, a nuestro entender, en Chile no es constitutivo de delito.

¿Y eso fue lo que hizo Longueira?

No, yo no digo que lo haya hecho. Lo que estoy diciendo es que esa imputación fáctica, que se había formulado la fiscalía y que promovió el fiscal Gómez dando entrevistas, hizo que se levantara una campaña feroz de demolición de la imagen de Longueira, de que se había enriquecido y había recibido cientos de millones ocupados en actividades personales o políticas personales; resultó que era completamente falsa y eso ya no viene siquiera en la acusación.

Resulta natural creer que Carmen Valdivielso, colaboradora de Longueira, solicitó las boletas a petición de su jefe. ¿Se las pidió?

Eso será materia de la prueba que rendiremos en el juicio. En todo caso, puedo adelantar que en la época en que se emitieron las boletas, las oficinas de Pablo Longueira eran también sede regional metropolitana de la UDI, que corresponde a la circunscripción senatorial más grande del país. De manera que en dichas oficinas funcionaron muchas actividades y candidaturas políticas. Además, debo recordar que Longueira en dicho periodo no fue candidato y ninguna persona que emitió boletas a SQM ha señalado que este se las haya solicitado.

¿Plantea que es el partido el que estuvo detrás de la recaudación de esos fondos?

Creo que he sido bastante claro en lo que he dicho.

Era de público conocimiento que Longueira gozaba de poder en la UDI y en su sector. ¿No se beneficia un político cuando financia a candidatos de su sector político?

Podría ser, pero eso tendría que ser parte de la acusación. Y para evaluar eso tendríamos que ver a quién se financió. Y eso no viene en la acusación. Solo dice "para financiar candidatos de su sector". Un estudiante de Derecho de primer año sabe que esa afirmación no cumple con ningún requisito mínimo de precisión de hechos, sino que es una cuestión genérica.

¿Cómo explica los correos de Longueira con Contesse y el gobierno?

Efectivamente, el senador Longueira, el año 2010, mandó un correo, concretamente al ministro Cristián Larroulet, haciéndole una propuesta de igualar la situación tributaria de las empresas nacionales y extranjeras en materia de royalty. El senador Longueira manda este correo porque él tuvo la convicción de que había un error que nadie había reparado y se lo hizo ver Contesse. Esto respecto de que había una desigualdad de trato entre la inversión realizada por empresas mineras nacionales y extranjeras. Y esa no fue materia de discusión de ningún parlamentario o sector político. O sea, haber sobornado al principal líder de la centroderecha para que influyera en un punto que no tenía resistencia es francamente absurdo.

Pero Longueira le manda primero el proyecto a Contesse para que lo revise. Presume un interés en que pase por su revisión.

Eso lo afirma usted. Esta conversación que se sostiene con Contesse, quien era el gerente general de la principal empresa minera no metálica, también se sostuvo con los presidentes y gerentes de las principales empresas mineras de Chile.

¿Les mandó también el proyecto a otros gerentes?

No tengo antecedentes, pero sí consta en la carpeta que estas conversaciones las tuvo.

Ha afirmado que Gómez hizo un allanamiento por revanchismo. ¿Cómo fue ese episodio?

Pablo Gómez se hace cargo de la investigación contra Longueira en enero de 2016. Desde ese minuto tenía al señor Longueira como imputado, y en marzo ya lo estaba por delitos de cohecho.

Prácticamente un año después, enero de 2017, sorpresivamente, luego de que nosotros anunciáramos que rechazábamos cualquier salida negociada, Gómez se acuerda de que tiene que obtener el computador personal de Longueira. Y va a un tribunal y pide esta diligencia en secreto.

¿Nos les había pedido el computador en forma voluntaria antes?

No… Y uno dice, bueno, ¿por qué durante un año al señor Gómez no se le ocurrió que era relevante el computador personal de Longueira para habérmelo pedido? Y resulta que, llegan de madrugada, hacen este allanamiento, yo concurro al lugar porque el computador no estaba en la casa, sino en un auto del chofer de Longueira, lo mandamos a buscar, se lo entrego (a Gómez), le entrego las claves, se retiran...

¿Cuánto duró el operativo?

Varias horas, porque allanaron el dormitorio personal, sus closets, todo, un equipo de la PDI registró toda la casa solamente para pedirme el computador...

¿Cómo describe esa escena?

Una situación tensa, porque habían menores de edad, estaba toda la familia en pijama porque llegaron de madrugada, estaba lleno de funcionarios de la PDI, eso para cualquier familia es una cuestión vejatoria, humillante. Yo no presencié insultos. En general las conversaciones y requerimientos se hicieron a través de mi persona. Bueno, yo le entrego los computadores. El fiscal Gómez se compromete a devolvérmelo en una semana. Yo empiezo a insistir con la devolución del computador, un mes, dos, tres, cuatro, cinco meses, y en junio le digo que si no me lo devuelve me iría de cautela de garantía. Y ahí Gómez me reconoce que no habían hecho nada con el computador y me pide los cables y los cargadores.

¿Le consta que en todo ese tiempo no se abrieron?

No abrieron los computadores, me consta que no realizaron absolutamente ninguna diligencia. Uno dice: ¿se justifica una diligencia de esta envergadura en un caso que puede ser absuelto o fue una medida de amedrentamiento y destinada vejar a la persona investigada?

Usted es parte del sistema y sabe que allanamientos se hacen todos los días...

En este caso, lo que hacen los fiscales es empezar a investigar aristas paralelas a objeto de pescar algo e intimidar y generar una carga sobre el investigado que lo obligue a aceptar un acuerdo.

¿Por qué el juez que autorizó la diligencia se iba a prestar para que Gómez saliera a "pescar"?

No, no es que el juez se preste. Lo que pasa es que esta fue una diligencia secreta donde la defensa no tuvo oportunidad de oponerse.

Pero el sistema admite eso, los allanamientos no se avisan ni se pelean con las defensas.

Por supuesto, ahí hay un gran punto. Precisamente el sistema permite esto porque estamos partiendo de la base de que las personas que ejercen el cargo de fiscal, cuando van a un tribunal van porque están diciendo la verdad. Y lo que plantean realmente tiene un sentido y una urgencia para la investigación. El juez no tiene cómo evaluar eso.

¿Qué opinión tiene de Gómez?

Creo que ha tenido una actitud contumaz y poco prolija, a mi juicio.

Durante todo el caso ha sobrevolado la idea de que aquí hubo un acuerdo y algunos políticos quedaron dentro y otros fuera. Rossi lo planteó esta semana. ¿Qué piensa?

Lo único que puedo afirmar es que toda la clase política se financió de la misma manera, de izquierda y de derecha. Sin embargo, en la investigación llevada adelante por el fiscal Gómez, en forma inexplicable ha excluido de la persecución y de la formulación de cargos a determinadas empresas y personeros políticos, actuando de manera arbitraria y poco objetiva.

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