El voto político de la junta nacional DC señala que hay que defender lo avanzado "en el marco de la oposición" y sin vetos a nadie. ¿Qué le parece?

La postura final es que hay acuerdos que pueden ser llevados a instancias como la Cámara, pero que no significan ir en coalición. En ese sentido, nosotros no vamos a hacer ninguna alianza electoral con el Frente Amplio, ya que la defensa de los avances obtenidos durante el gobierno de la Presidenta Bachelet va a ser desde un plano de independencia.

A propósito de la decisión que tomó la mesa de llamar a elecciones a fines de mayo, ¿es partidario de una directiva de consenso?

Es bueno que haya definiciones claras y que todos se sumen después a la mayoría, según el resultado. Pero soy más partidario de que haya una elección entre dos o tres candidatos.

¿Se siente cercano a alguno de los lotes de la DC?

Yo tengo claras mis opciones, que se vinculan con lo que se ha llamado "progresismo", pero unidos en la diversidad. Y creo que hay que compartir diferencias. Eso es lo que le da riqueza a la Democracia Cristiana.

¿Estaría de acuerdo en hacer un acuerdo administrativo con Chile Vamos por la presidencia de la Cámara?

Hasta el momento todo hace pensar que tendremos acuerdos con partidos de la ex Nueva Mayoría.

¿Qué le parece que Gutenberg Martínez haya entrado en un proceso de reflexión sobre su militancia en la DC?

Pienso que hay ahí una situación que fue confusa. Porque yo concuerdo con Matías Walker y con otros parlamentarios que piensan que no había grandes diferencias entre las opciones (del voto político que se sufragó en la junta nacional). Y si hubiera existido una mejor redacción, no tendríamos este conflicto. Pero yo quiero recordarle al mundo de la centroizquierda que somos el partido más grande de nuestro sector, que tiene más votos que el Partido Socialista, pero con menos diputados, por no haber sido incluidos dentro de la lista parlamentaria. Así que no hay una desaparición ni una destrucción de la Democracia Cristiana, sino que tenemos que entrar en una etapa de reflexión y nuevos acuerdos.

Usted dijo que la salida de los miembros de Progresismo con Progreso de la DC no significaba una mayor pérdida en lo electoral. ¿Cree que es menos grave de lo que se piensa?

Yo tengo aprecio por Mariana Aylwin. Pero no le doy importancia, porque creo que el futuro de la DC no depende de las renuncias, sino de los liderazgos, a los que tenemos que llegar sin apoyarnos en el pasado. Hoy a la gente no le interesa la historia pasada, no le interesan los grandes apellidos de la DC, ni Frei, ni Aylwin. El futuro lo vamos a hacer cuando seamos capaces de trabajar en conjunto a partir de lo que le preocupa a la clase media y también a un sector importante, que es el pequeño y mediano empresario. No podemos seguir apoyados en la gloriosa historia pasada.