Las claves de una crisis que no parece acabar

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Un gobierno que no logra controlar el orden público y una clase política casi paralizada ante el estallido de manifestantes cansados de lo que consideran abusos de poder y falta de representatividad. Un país colapsado por protestas, resguardado por militares y con ciudadanos que comienzan a enfrentar los saqueos y la violencia.


País descontrolado

Este lunes no abrirán todos los bancos, no habrá supermercados en los barrios, los escolares ni los universitarios irán a clases, seguirán las filas en las bencineras que aún tienen combustible y la mayoría de los santiaguinos no podrá llegar a sus trabajos. Este domingo, cerca de las 21 horas, en medio del toque de queda, la situación seguía descontrolada, tanto, que algunas radioemisoras informaban que vecinos en varios barrios del Gran Santiago comenzaban a organizarse para autodefenderse de posibles saqueos. Así, el pillaje y el vandalismo seguían incontrolables, marcando la crisis política y social más grande desde la recuperación de la democracia.

Acuerdo transversal para superar el colapso

Lo que queda claro es que tras el estallido social se debe pactar una nueva agenda político-legislativa que incluya a todos los poderes del Estado. Una cumbre encabezada por el Presidente Sebastián Piñera y los líderes del Congreso -Jaime Quintana e Iván Flores- y de la Corte Suprema, Haroldo Brito, además de una sesión especial en el Congreso fueron los hitos que marcaron las discusiones de la clase política para intentar contener la crisis. Aún no se vislumbra una agenda concreta, pero es un hecho que las reformas de La Moneda deberán sufrir modificaciones. Hasta ahora, el Frente Amplio y el PC son los que han manifestado una disposición más dura a lograr un pacto.

Falta de representatividad

La espontaneidad y falta de conducción del estallido social que ha convocado a sectores populares y de clase media, incluso de media-alta, dan cuenta de la falta del escaso liderazgo que -sin distinción de sector- ha afectado a la clase política. La sensación de abuso de poder terminó por acumular un descontento que no apunta a un domicilio político particular, sino a todos. El descrédito de las instituciones -en su más amplio rango- solo atiza el malestar y el estallido que no parecen querer ceder.

La Moneda intenta retomar el control

A diferencia del viernes y el sábado, cuando el gobierno se mantuvo largas horas en silencio mientras se intensificaban los desórdenes en Santiago y distintas regiones, este domingo La Moneda dispuso un diseño distinto, con varias vocerías durante el día, donde se dio cuenta del balance del toque de queda de la noche anterior y, ya en la tarde, proporcionando información de servicios respecto de la jornada de este lunes.

El Presidente Sebastián Piñera, en tanto, concretó su primer encuentro con representantes de la oposición, al reunirse con los timoneles del Congreso, además del presidente de la Corte Suprema. Con todo, en el gobierno  este domingo no se apagaba la incertidumbre respecto de los caminos a seguir. Al interior del Ejecutivo incluso se manejaba una tesis que planteaba como solución que todo el gabinete pusiera su cargo a disposición, como un golpe de efecto que dejara en manos del Mandatario una decisión política que, además, pudiera allanar el camino a un acuerdo más grande con la oposición. Hasta la publicación de esta nota, sin embargo, no existían noticias sobre un eventual ajuste ministerial.

El dilema opositor

La opción de sentarse a conversar con el gobierno para buscar una salida política a la crisis sacó a relucir nuevamente la falta de consenso en la oposición. La consigna enarbolada por los presidentes de partidos de que no habrá diálogo mientras se mantenga el estado de emergencia y el despliegue militar en las calles provocan divergencias al interior de sus propias colectividades. Las críticas a los timoneles apuntan a que se trata de una condición imposible de cumplir por parte del Presidente Piñera, dada la alta convulsión que se vive en las calles, los saqueos y otros episodios de vandalismo.

En la oposición tampoco existe consenso en torno a cómo enfrentar los crecientes episodios de violencia. La protagónica participación de Gabriel Boric y Daniel Jadue en manifestaciones el sábado agudizó esta discrepancia. Este domingo, sin embargo, varios dirigentes del Frente Amplio y el PC explicitaron su condena a los episodios de violencia. "Con mucho dolor veo una movilización justa y mayoritaria capturada por un vandalismo inaceptable e injustificable", escribió en Twitter Beatriz Sánchez. "Las legítimas movilizaciones no pueden terminar en vandalismo y saqueos inexplicables", sostuvo Sánchez.

Imagen país en riesgo

Como nunca, en los próximos meses el gobierno y diversas organizaciones deportivas y sociales se preparaban para recibir a a miles de invitados a la Conferencia sobre Cambio Climático más importante del mundo, y a las 19 economías de la Apec, entre ellas, Estados Unidos y China. También Santiago es la sede de la final de la Copa Libertadores de América. Aunque estas actividades se lleven a cabo como está planeado, todas ellas estarán marcadas por los hechos de violencia de los últimos días. El caos que se tomó nuestra capital y las regiones ha sido noticia en todo el mundo. Diversos medios internacionales amanecieron este domingo con notas relacionadas al tema, enfatizando en el decreto firmado por el Presidente Piñera, el cual significa, entre otras cosas, la restricción del libre tránsito y de reunión.

The New York Times, O Globo de Brasil, el británico The Guardian, español El País, entre otros, han dedicado grandes espacios a la crisis.

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