El 24 de enero, mientras las miradas estaban puestas en la nominación del gabinete del presidente electo, Sebastián Piñera, la Cámara de Diputados despachó al Senado el denominado "Gran Acuerdo".

Se trata de un conjunto de cambios a la Carta Magna acordados en la Comisión de Constitución de la Cámara y que incluyen, entre otras medidas, modificar el sistema de reemplazo de parlamentarios y facultar a las cámaras para "calificar" las urgencias presentadas por el Ejecutivo.

Uno de los puntos principales del acuerdo incluye también modificaciones al rol del Tribunal Constitucional (TC). El organismo fue objeto de críticas durante el gobierno de la Presidenta Bachelet, en especial de parlamentarios de la Nueva Mayoría que acusaron a la entidad de ejercer un papel de "colegislador".

En concreto, se apuntó al uso del recurso de inaplicabilidad en la impugnación de normas de la ley Emilia y de Control de Armas, y al control de constitucionalidad del organismo en leyes como la despenalización de la interrupción del embarazo en tres causales y el proyecto de nuevo Sernac. En el caso del aborto, anuló una frase relativa a la objeción de conciencia, y en el proyecto del Sernac declaró inconstitucionales normas consideradas como claves del proyecto, fortaleciendo así las críticas parlamentarias.

Si bien el "Gran Acuerdo" apunta a "restringir el ámbito de discrecionalidad del TC en el marco del control preventivo, para pronunciarse sólo de aquellas disposiciones calificadas por el Congreso", el proyecto es visto por algunos senadores como una oportunidad de avanzar en cambios al TC, considerando que tiene camino avanzado en la Cámara. "Mi impresión es que el Senado va a centrar la discusión de las reformas constitucionales en la composición y las atribuciones del TC, porque estamos conscientes de que los últimos fallos del TC se han extralimitado en las funciones que tiene el tribunal", sostuvo el senador e integrante de la Comisión de Constitución, Pedro Araya.

La acción de los parlamentarios no es aislada. Integrantes de la Cámara Alta reconocen que los cambios al TC marcarán la agenda del próximo Parlamento, considerando que el propio Piñera incluyó en su programa de gobierno modificaciones al organismo.

En el documento entregado a fines de octubre de 2017, el ex Mandatario apunta a tres cambios: "revisar y perfeccionar" el recurso de inaplicabilidad, "revisar" el sistema de nombramientos "promoviendo mayor escrutinio de los postulantes" (ver recuadro) y reducir de 10 a 9 los ministros del TC para "evitar que asuntos de relevancia sean resueltos por el voto dirimente de su presidente".

El sistema de nombramientos será uno de los puntos de debate en el Congreso, incluso al interior de Chile Vamos. Según algunos parlamentarios, el futuro jefe del segundo piso de Piñera y ex ministro de la Segpres, Cristián Larroulet, ve con buenos ojos que en los nombramientos participe el sistema de Alta Dirección Pública, algo que no genera acuerdos en el sector. Otros en el Senado son proclives a dejar una nominación más en manos del Congreso, a lo que se suman voces que apuestan por la remoción de los miembros del TC. "Es importante que haya un gran acuerdo nacional para hacer perfeccionamientos a la Constitución y particularmente en el caso del TC, que en sus últimas actuaciones, a mi juicio, han lesionado gravemente el principio de separación de funciones", dijo el senador PPD y miembro de la Comisión de Constitución, Felipe Harboe.

El senador dijo ser partidario de "buscar un mecanismo donde se exija mayor nivel de expertise a quienes postulen a estos cargos, y también que tengamos un mecanismo para remoción de los miembros del TC".

El gran acuerdo es visto también con atención por Piñera, considerando que en el bloque aseguran que es una forma de avanzar en reformas a la Constitución por medio del Congreso. De hecho, uno de sus promotores, el diputado RN y futuro ministro de Vivienda, Cristián Monckeberg, se contactó en los últimos días con el próximo ministro de la Segpres, Gonzalo Blumel, para analizar el paquete de reformas. Algunas de ellas son coincidentes con propuestas de Piñera.