Una difícil reinserción

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Los excandidatos presidenciales de la Nueva Mayoría, Carolina Goic y Alejandro Guillier. Foto: ATON

Los exabanderados de la Nueva Mayoría, Carolina Goic y Alejandro Guillier, han encontrado resistencia dentro de los sectores que alguna vez representaron. Ambos buscan rearmarse y encontrar -nuevamente- su lugar.


Un homenaje distinto. Esa era la idea que tenía Carolina Goic para la conmemoración de los dos años de la muerte del expresidente Patricio Aylwin. Con eso en mente, contactó a la familia del exmandatario para organizar un acto en el Senado, el que contemplaba una placa con el nombre de Aylwin en una de las salas de la corporación.

Pero la iniciativa no cayó bien en sus camaradas. El que Goic hubiese coordinado "a título personal" y "sin dar aviso" generó "incomodidad" y "molestia". La parlamentaria también había sugerido que fuese el histórico militante Patricio Zapata quien pronunciara un discurso, lo que no fue visado por su bancada ni por el resto de los comités. Finalmente, fue Huenchumilla quien tomó la palabra. Así, Goic terminó jugando un rol secundario en la ceremonia, y a pesar de que estaba contemplado que ella descubriera la placa, el gesto estuvo a cargo del presidente del Senado, Carlos Montes (PS), y de uno de los hijos de Aylwin.

El episodio da cuenta de la compleja "reinserción" de la excarta presidencial DC al interior del comité, que se suma a una seguidilla de desencuentros con sus pares del Senado. Al interior de la bancada, varios dicen que fue la propia Goic quien llevó "al desastre" a la colectividad, tras la dura derrota que sufrió en los comicios de noviembre. Incluso, algunos responsabilizan a la senadora de la derrota parlamentaria que sufrió su colectividad, que bajó de 21 a 14 diputados. "Es evidente que las decisiones que se adoptaron por la estrategia personal de ella llevaron al partido al desastre", dice uno de los integrantes del comité DC. En el partido dicen que es eso -en gran medida- lo que ha marcado la relación de Goic con sus camaradas, que se ha cristalizado en una compleja convivencia y "un ambiente hostil".

La tensión con sus pares se agudizó aún más durante la negociación por las mesas del Senado, en la que Goic aspiraba a presidir la testera. Sin embargo, la DC aceptó quedarse con el último año del periodo (2021), complicando la aspiración de la senadora, que irá a la reelección y deberá hacer campaña ese año.

En todo caso, la fractura más profunda se dio cuando Goic decidió participar de la Comisión de Seguridad convocada por el gobierno, luego de que Huenchumilla y Pizarro declinaran la invitación.

Esa vez, sus pares la acusaron de actuar -nuevamente, a juicio de ellos- desde un supuesto "individualismo".

El aislamiento de Guillier

No solo para Goic ha sido compleja la tarea de reposicionarse. Para el excandidato de la Nueva Mayoría, Alejandro Guillier, tampoco ha sido fácil encontrar su espacio en la oposición. Su vínculo con los partidos quedó totalmente deteriorado tras la derrota frente a Piñera. Luego de recolectar firmas para que inscribiera su candidatura y apoyar financieramente la campaña, en los partidos aseguran que Guillier los marginó del comando y que aún esperan algún gesto del senador hacia la ex Nueva Mayoría. Con el propio PR, cuna de su candidatura, el parlamentario perdió el contacto.

Con Guillier instalado en el comité independiente del Senado y una incomodidad latente con muchos de sus pares, la situación se tensionó aún más en marzo cuando el exabanderado solicitó al bloque opositor las presidencias en las comisiones de RR.EE. y Hacienda. Lo que más molestó en el sector fue que el parlamentario mandara a negociar a su jefe de gabinete, Enrique Soler, a quien la mayoría de los legisladores apuntan como uno de los "responsables" de la derrota presidencial. La situación se agudizó con una misiva que envió Guillier a Montes, cuestionando las negociaciones. Ante ese clima adverso es que el excandidato ha buscado reactivar sus contactos para reposicionarse en el sector. Pero desde la oposición afirman que Guillier "está en la intrascendencia misma".

Si bien el senador ha buscado reforzar su rol opositor viajando por el país, además de cuestionar las decisiones de Piñera en diversas áreas, sus acciones no han encontrado respaldo en el bloque que alguna vez representó. Por ejemplo, que haya llevado a Contraloría las comisiones "extraparlamentarias" impulsadas por Piñera nuevamente generó molestia y falta de apoyo en la centroizquierda. Por lo mismo, a muchos llamó la atención que la semana pasada Guillier se sumara al almuerzo que los martes sostienen los senadores de la ex NM, en los que no participaba hace meses. "No vino ni para la primera ni la segunda vuelta a pedirnos apoyo, y ahora llega como si nada", relata un senador.

La opinión generalizada es que Guillier no funciona bajo una lógica de "códigos políticos" y que su presencia -así como su activo rol público- apuntan a revivir su influencia pública. No son pocos los que aseguran que Guillier no descarta una segunda aventura presidencial.

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