Expertos cuestionan reactivación de proyecto que crea una nueva empresa pública

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El articulado que fue aprobado por unanimidad de la Comisión de Hacienda, establece que una nueva sociedad anónima llamada Intermediación Financiera para gestionar las garantías de Corfo.


"Fuego amigo" recibió el gobierno por su decisión de seguir adelante con el proyecto que crea una nueva empresa llamada Intermediación Financiera (Infisa) que está en tabla para ser vista hoy en la sala de la Cámara de Diputados, tras una aprobación unánime en la Comisión de Hacienda.

Esto, porque tanto el ex subsecretario de Economía del primer gobierno de Piñera, Tomás Flores; el ex asesor de esa cartera, Jorge Hermann; y el ex diputado Ernesto Silva (UDI) cuestionaron que el Ejecutivo pretendiera solucionar un problema creando más empresas estatales aumentando la burocracia del sector público.

Este es el primer proyecto en la Cámara que el Ministerio de Hacienda activó. Fue presentado el 2 enero de este año por Michelle Bachelet para refrendar un compromiso adquirido con la oposición durante la tramitación de la Ley de Presupuestos.

Se debe recordar que un informe del Banco Mundial (BM) sugirió que el gobierno central debía abrir una nueva línea para administrar las garantías que otorga al sector privado vía Corfo, y el gobierno anterior decidió realizar el cambio traspasando el capital a un empresa estatal llamada Sociedad Agrícola (Sacor) creada en 1964 para prestar servicio de fomento agropecuario, que con el tiempo fue perdiendo actividad. "El problema estuvo en que se eligió revivir una sociedad que se había cerrado, que no tenía giro adecuado para dotarla de un capital de US$250 millones a través de una glosa presupuestaria. Eso era algo inaceptable", recordó el entonces diputado Silva quien se enfrentó duramente con las autoridades para cambiar la solución.

Entonces se logró un acuerdo y se presentó el proyecto para crear Infisa siguiendo las recomendaciones del BM de que sea una "persona jurídica independiente". En términos generales el proyecto consta de 23 artículos que autorizan al Estado para "desarrollar actividades empresariales de proveer, financiar y gestionar programas de cobertura y financiamiento crediticio, a través de una sociedad anónima que constituirán el Fisco (1%) y la Corporación de Fomento de la Producción (99%)", administrada por un directorio de cinco miembros y regida por las normas de las sociedades anónimas abiertas.

En estas semanas, el Ejecutivo introdujo un cambio al incorporar el Fondo de Garantía para Pequeños Empresarios (Fogape) a esta nueva empresa.

Críticas

La idea del ministro de Hacienda, Felipe Larraín, de insistir con este proyecto fue criticada por personeros cercanos. "Estudios han planteado que para acotar la responsabilidad fiscal estas garantías debían estar en una persona jurídica distinta de Corfo porque en caso contrario se diluía la responsabilidad en la gestión de los recursos, y en ese sentido me parece bien. ¿Ahora es positivo crear nuevas empresas del Estado? No, no creo que sea la mejor solución el resolver los problemas hacia el futuro creando empresas estatales", dijo Silva.

Una opinión similar planteó el consultor de Hermann Consultores al comentar que perfectamente se podría haber creado un nuevo programa dentro de la partida de Corfo llamado "garantías crediticias" así como se ejecutan los fondos de fomento pesquero en la Subsecretaría de Pesca, y los de Indap; con obligaciones explícitas de entregar balances al Congreso.

"A estas alturas del partido crear una empresa pública no es lo más recomendable porque es crear más burocracia con una nueva estructura administrativa, un directorio, cuando perfectamente se podría manejar dentro de Corfo. Necesitamos achicar y modernizar el Estado, no agrandarlo", acotó.

Por su lado, Tomás Flores recordó que uno de los principales obstáculos para que Chile suba en el ranking Doing Business es la dificultad de los emprendedores para obtener créditos, y por ende la Corfo tiene un rol sustantivo en liderar ese tema. Por lo mismo, cree que al traspasar las garantías a Infisa, esta entidad perderá el foco pues no será totalmente responsable de ese tema.

"Cuando se cambian las estructuras, las responsabilidades empiezan a diluirse. Además no veo ninguna ganancia de eficiencia en crear un nueva empresa, el movimiento debería ser en la dirección inversa", remarcó.

Pero hay otro efecto indirecto, no menor, de pasar desde Corfo a Infisa las garantías, y es que al ser una empresa este ítem sale del cálculo del Balance Estructural.

"Si la intención es sacar este ítem para mejorar el Balance es hacerse trampa en el solitario porque evidentemente se sabe que en alguna parte existe ese desequilibrio y que requerirá aporte fiscal si la economía está débil. Es un autoengaño", concluyó Flores.

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