Gerente de Arauco Brasil, Pablo Franzani: "Este país tiene una inercia económica que se ha separado un poco de la política"

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La forestal ligada al grupo Angelini tiene el 10% de sus activos en ese país, donde se generan el 8% de las ventas totales. Una oportunidad de crecimiento futuro allí es la celulosa. Para el gerente general de Arauco en Brasil, crecer está en el ADN del grupo.


Optimista frente al mercado brasileño. Así se muestra el gerente de Arauco Brasil, filial de la chilena Arauco perteneciente a la familia Angelini, Pablo Franzini.

El ejecutivo, que en junio asumirá un nuevo cargo dentro de la compañía, señala que a pesar de la crisis política que enfrenta el país, la economía se ha desmarcado de ese proceso, por lo que el país sigue presentando buenas oportunidades para la inversión.

Asimismo, comenta que la integración tras la compra de los activos de Masisa en el gigante sudamericano, a fines del año pasado - que incluyó la adquisición de dos plantas de paneles en los estados de Rio Grande do Sul y Paraná- ha avanzado con rapidez.

La empresa, tiene presencia en este mercado desde 2005 y hoy en día cuenta con tres mil trabajadores. Además, desarrolla un importante nicho relacionado con la melamina y su aporte al diseño y la arquitectura, siendo en ese contexto, una de las principales expositoras de Casa Cor.

¿Cómo están viendo el mercado brasileño?

-Está creciendo después de unos años de recesión. Desde nuestro mercado en particular (paneles o tableros), más o menos durante el primer semestre de 2014 empezó la recesión y terminó a mitad del año pasado, por lo que tenemos poco menos de un año de crecimiento. Somos optimistas y estamos contentos. Este es un mercado muy demandante, muy sofisticado. El brasileño tiene un gusto por la madera ecológicamente correcta y sustentable. Este es un mercado de 6,5 millones de m3 de consumo, es bien relevante y tenemos participaciones importantes, que dependiendo de la línea de producto están entre 20% y 30% del mercado. Hoy tenemos 2,3 millones de m3 de capacidad instalada en paneles y eso abierto en cuatro fábricas de paneles industriales y una fábrica de resinas.

¿Cuál es el peso de Brasil para la empresa?

-Más o menos diría que hoy Arauco tiene en Brasil el 10% de sus activos. En términos de ventas, debe estar cerca del 8% por la naturaleza del negocio en el que estamos.

¿Cuánto están invirtiendo?

-El año pasado invertimos cerca de US$ 100 millones en la compra de los activos de Masisa en el país, pero a lo largo del tiempo se deben haber invertido unos US$1.500 millones a grueso modo. Este año tenemos inversiones en torno a los US$ 60 millones, destinados en un 50% a mantenimiento y en el otro 50% a forestación.

¿La crisis política que atraviesa el país ha sido un problema?

-En los últimos años se ha probado que Brasil tiene una inercia económica que se ha separado un poquito de la política, tal vez por su tamaño o por su vocación industrial. En nuestro mercado en particular, esto se ha dado por su propensión a consumir este tipo de productos. Nuestro mercado está creciendo. Este es un año muy relevante en la política, pero como Arauco mira e invierte a largo plazo, somos muy optimistas con este país, con su cultura y su relevancia en nuestra industria.

Pero, ¿sigue siendo un buen lugar para invertir?

-Sin duda. Es una democracia que está mostrando que tiene sus mecanismos para funcionar, que está haciendo los deberes, así que estamos muy cómodos en Brasil.

¿Están viendo nuevas opciones de inversión en el país?

-Siempre evaluamos oportunidades y esas oportunidades son de crecimiento orgánico y por adquisiciones. Las comunidades que tienen éxito y que son más eficientes son las que pueden combinar crecimiento orgánico y por adquisiciones y eso es lo que Arauco hace a nivel global, entonces Brasil no escapa de esa estrategia global.

Compra de activos de Masisa

¿Cómo ha avanzado la integración de las plantas que adquirieron a Masisa a fines del año pasado?

-Ha avanzado muy bien, hemos ido muy rápido. Pusimos mucho énfasis en que la gente de Masisa estuviera cómoda y que rápidamente seamos un nuevo Arauco. Todavía falta completar algunas etapas como integrar los sistemas. Pero, en general, una gran parte del trabajo está hecho y tenemos una compañía mejor que la que teníamos antes. Estamos sumando dos culturas y cada una tiene sus puntos fuertes y también sus puntos a mejorar. La ecuación interesante es tratar de tomar las cosas buenas que cada una aporta. Ese es nuestro desafío y parte importante del valor de la compra. No es lo mismo invertir en un lugar donde uno no tiene activos complementarios. Entonces hay una potencia en la sinergia que trae juntar estas dos compañías.

¿A nivel productivo, cuánto crecieron con la adquisición?

-Con la compra de Masisa nuestra producción de paneles creció más o menos 50%.

¿Cuánto suman las sinergias?

-Es difícil decir ese número. Al ser dos compañías que están en el mismo negocio no se necesita el doble de administración de back office, entonces hay una eficiencia por ese lado.

La administración termina siendo mucho más eficiente. Después, hay una sinergia muy importante desde el punto de vista de cómo atendemos a nuestros clientes, que es lo que realmente genera valor. Los números de Brasil reflejan parte de ese valor, porque al final estamos mucho más preparados.

¿Qué posición ocupan hoy frente a sus competidores en Brasil?

-Sin duda somos uno de los tres player más importantes.

¿Está entre los planes producir celulosa en Brasil?

-Está en el ADN de Arauco crecer y Brasil es un país muy relevante. Si uno lo mira a nivel global Chile y Brasil son países muy cercanos, con una industria forestal muy fuerte. Arauco trató de comprar una compañía de celulosa en Brasil y obviamente siempre mira oportunidades.

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