Nuevos aires de guerra comercial entre EEUU y China golpean bolsas, monedas y commodities

NY Stock Exchange Closing Bell

Las turbulencias del enfrentamiento comercial entre Washington y Beijing se propagaron por todo el mundo, con efectos a nivel local. El peso alcanzó un nuevo mínimo frente al dólar, hasta los $639, y el cobre cayó 2,3%, acumulando un retroceso de 4,3% en dos días.


Donald Trump ha demostrado que cumple con su palabra, ya sean promesas o amenazas, por eso el mercado se tomó en serio su más reciente advertencia a China. El presidente de Estados Unidos aseguró el lunes por la noche que se estudia gravar con impuestos de 10% a un total de US$200.000 millones de importaciones chinas, desatando una ola vendedora alrededor del globo.

"Después de que se complete el proceso legal, estos aranceles entrarán en vigencia si China se niega a cambiar sus prácticas, y también si insiste en seguir adelante con las nuevos aranceles que ha anunciado recientemente", dijo Trump.

La respuesta de Beijing no se hizo esperar. "Si EEUU pierde el sentido y publica una lista de este tipo, China tendrá que tomar medidas cuantitativas y cualitativas integrales", señaló el ministerio de Comercio de China en un comunicado, agregando que "EEUU ha iniciado una guerra comercial que viola las leyes del mercado" y que las palabras del mandatario son "presión externa y chantaje".

A la luz de la escalada en el conflicto el mercado del gigante asiático sufrió un fuerte impacto, con bajas de 3,8% en Shanghái y 5,8% en el Shenzhen.

El ánimo se contagió en Europa, con descensos en torno al 1% en el CAC y el DAX, y en Wall Street, donde el Dow Jones cedió 1,15%.

Los commodities también sucumbieron y por ahí fue más golpeado Chile. El cobre registró una baja de 2,4%, acumulando un retroceso de 4,3% en dos días, mientras que el peso se depreció frente al dólar, cerrando la jornada en $639,7 (ver nota relacionada), alcanzando su mayor nivel desde el 14 de diciembre del año pasado.

A nivel internacional, la divisa también se fortaleció. El dólar Index, que mide la moneda frente a una canasta de las principales divisas a nivel global alcanzó los 95,050 puntos, su mayor nivel desde julio del año pasado.

Para Linda Yueh, economista de la Universidad de Oxford y autora de The Great Economists, no resulta extraña la reacción a las palabras de Trump. "La última ronda de aranceles es una escalada significativa ya que el total combinado de las importaciones chinas afectadas asciende a alrededor de la mitad de lo que China vende a EEUU", señaló a PULSO.

Se agudiza el conflicto

A pesar de las preocupaciones generalizadas por el enfrentamiento comercial entre las dos mayores economías globales, para el proteccionismo de Trump todo tiene sentido.

Desde su punto de vista, la amenaza es una respuesta justa a los aranceles 25% que impuso China a US$50.000 millones de importaciones estadounidenses, a pesar de que esta acción siguió a las medidas de igual magnitud que tomó previamente Washington.

Es más, pese al efecto que tenía en los mercados, ayer Peter Navarro, consejero de la Casa Blanca, añadía leña al fuego al asegurar que "China tiene más para perder que EEUU" y que si bien las líneas permanecen abiertas para dialogar con la contraparte, "hay una realidad fundamental aquí y es que hablar es barato".

Para Juan Carlos Hidalgo, analista de Cato Institute, estos últimos movimientos indican que "EEUU está redoblando la apuesta de este enfrentamiento comercial con China, lo cual augura que la guerra comercial va a agravarse en lugar de ser evitada". Sostiene que "Trump va en serio, porque cree genuinamente que una guerra comercial es positiva y que Estados Unidos saldrá bien parado del enfrentamiento, no solo con China, sino que también con sus socios de Europa, México y Canadá".

Las preocupaciones

Su análisis va en línea con la de varios economistas destacados y ex autoridades. El premio Nobel de Economía, Paul Krugman sostuvo en Twitter que no está claro hasta donde llegará el mandatario estadounidense, aunque considera que existe una "posibilidad significativa" de que "quiebre a la economía".

Por su parte, Lawrence Summers, ex secretario del Tesoro, alertó por el impacto "psicológico" del enfrentamiento. "Sus efectos en el aumento de la incertidumbre, podrían ser muy graves y, sin duda, más adelante en un ciclo de escalada", indicó en entrevista en Bloomberg.

Desde la industria también alzaron la voz. "Esta es una guerra comercial global, simple y llana, y las familias estadounidenses serán las que más sufrirán", dijo en un comunicado Hun Quach, vicepresidente de comercio internacional de la Asociación de Líderes de la Industria Minorista.

Reacción china

Aunque Yueh comparte la preocupación por el impacto que esto tendrá entre los consumidores de EEUU, sostiene que "si afecta la economía mundial dependerá de la respuesta de China, ya que aún se encuentra ampliamente entre estas dos naciones".

Si bien la potencia asiática tiene menos campo de acción, considerando Estados Unidos importó US$505.000 millones de bienes chinos el año pasado y exportó sólo US$130.000 millones, hay otros factores a considerar a la hora de anticipar sus siguientes pasos.

"Cada país tiene que lidiar con política interna. En este caso las autoridades chinas no pueden ser percibidas como que están siendo pasados a llevar por Washington. El nacionalismo chino es un componente fundamental de la autoridad del Partido Comunista, particularmente bajo el mandato de Xi Jinping", detalló Hidalgo, subrayando que en este momento Trump deja a su par chino en una posición donde "la única alternativa posible va a ser escalar esta guerra comercial".

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