Rebaja del impuesto a las empresas: la disyuntiva del gobierno para la reforma tributaria

Larraín

Si bien el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, mantiene como opción incluir en el paquete tributario un recorte gradual del impuesto de primera categoría, la estrechez fiscal y la falta de apoyo en la oposición hacen perder cada vez más fuerza a esta alternativa. Por ello, la opción sería avanzar solo en la integración del sistema. En paralelo, los equipos técnicos de los parlamentarios se preparan para lo que será "la nueva cocina tributaria".


El cuadro para elaborar la reforma tributaria se complejizó. De eso no hay dudas. Si bien las perspectivas de crecimiento para este año son auspiciosas, no son suficientes para que el gobierno pueda impulsar el cambio impositivo propuesto en la campaña presidencial, el cual consideraba, junto con simplificar el sistema, una rebaja del impuesto de primera categoría del 27% al 25% de manera gradual y la integración del sistema a la renta. Pese a que esa idea todavía está sobre la mesa de Hacienda, la realidad fiscal y política comenzó a modificar los lineamientos. Hoy, el gobierno se encuentra en una etapa de definiciones internas.

Por un lado, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, mantiene como opción el incluir en el paquete tributario la idea de bajar gradualmente la tasa de primera categoría, pero la necesidad de gastos que requiere el Fisco hace perder fuerza a esa alternativa. Esto, porque la reducción de la tasa impositiva de 27% a 25% traerá consigo menores ingresos del orden de US$ 900 millones a US$ 1.000 millones cuando esté en régimen. Además de ese costo fiscal, el factor político lo llevaría a una dura contienda, ya que los parlamentarios de oposición han adelantado que rechazarán cualquier cambio en tal dirección.

En este contexto, la opción más viable que toma fuerza es que el proyecto no incluya la rebaja del impuesto a las empresas, la que se postergaría para más adelante, y se avance, en cambio, en la simplificación integrando el sistema a la renta. Una medida como esta no tendría gran impacto fiscal, puesto que los cálculos del gobierno apuntan a una menor recaudación cercana a US$ 300 millones por año.

Un claro signo en esa dirección quedó en evidencia luego de la reunión del miércoles entre los equipos de Hacienda y el Presidente Sebastián Piñera. A la salida, el ministro Larraín precisamente resaltó el foco en la simplificación que tendría el proyecto, dejando en un segundo plano la rebaja del impuesto corporativo.

El sector empresarial también mira con buenos ojos la alternativa de avanzar en simplificar antes que reducir los impuestos. No obstante, todavía no se descarta por completo que Felipe Larraín finalmente incluya la reducción de impuestos, utilizándola como una "carta" para negociar políticamente con la ex Nueva Mayoría.

Uno de los puntos que han complicado la elaboración de la propuesta es que el gobierno se encontró con un escenario fiscal peor al que pensaron cuando estaban diseñando el programa de gobierno. Esto se reflejó en el anuncio que hace unas semanas realizó Hacienda acusando que existían más de US$ 5.500 millones en presiones de gastos que tienen una probabilidad cierta de convertirse en gastos. Todo esto está hoy en estudio en Teatinos 120 y sin una fecha clara para que el proyecto sea ingresado al Congreso.

La "cocina" ampliada

Cuando se aprobó la reforma tributaria en la Cámara de Diputados, en junio de 2014, los senadores de oposición activaron una mesa técnica para buscar los perfeccionamientos que luego se ingresaron vía indicación. En esta mesa de trabajo participaron el en ese entonces subsecretario de Hacienda Alejandro Micco, el asesor tributario Alberto Cuevas, el economista de LyD Juan Andrés Fontaine, el economista Bernardo Fontaine y el abogado tributarista Sebastián Guerrero. Luego, los acuerdos finales se tomaron entre el exministro de Hacienda Alberto Arenas y Juan Andrés Fontaine. Ello derivó en el protocolo que firmaron los senadores de la Comisión de Hacienda que permitió destrabar la discusión. Ahora, los equipos técnicos de todos los sectores que estarán presentes en la "nueva cocina tributaria" se están preparando para enfrentar este próximo debate.

Un episodio que refleja esto tuvo lugar el 24 de abril pasado, donde los principales rostros de la ex Nueva Mayoría se reunieron en un seminario con el propósito de analizar los efectos de la reforma tributaria y los cambios anunciados por el actual gobierno. Si bien el objetivo inicial era establecer una discusión técnico-política, el trasfondo de este encuentro era dar el puntapié inicial a un grupo de trabajo que seguirá de cerca los cambios que se pretenden impulsar. Este grupo se divide en dos: por el lado político lo integran el presidente del Senado, Carlos Montes (PS), y los miembros de la Comisión de Hacienda del Senado, Juan Pablo Letelier (PS), Ricardo Lagos Weber (PPD) y Jorge Pizarro (DC). Mientras que por el lado de los técnicos lo encabeza el exsubsecretario de Hacienda Alejandro Micco y cuenta con la participación del abogado Francisco Saffie, el economista Luis Eduardo Escobar, el exministro de Hacienda Rodrigo Valdés y la economista y académica de la Universidad Adolfo Ibáñez Andrea Repetto, entre otros. "Hemos tenido reuniones donde hemos analizado algunos temas particulares para empezar a ver cuáles son los eventuales cambios que el gobierno le introducirá a la reforma", subrayó Micco. También mencionó que se comparten información vía mail y así van comentando las distintas medidas que podría contener el proyecto de Piñera.

Para el expersonero de gobierno los temas claves que se defenderán en la discusión tributaria apuntan a mantener la mayor carga tributaria de tres puntos del PIB. "Tenemos un país desigual y los impuestos pueden mejorar la distribución de los ingresos, por lo tanto, era importante que el alza de tres puntos del PIB proviniera de las rentas del capital que están concentradas en quienes tenemos más. Por ello no nos da lo mismo cómo se recaudan estos tres puntos del PIB", enfatizó Micco.

Desde el oficialismo, el abogado tributarista Sebastián Guerrero será convocado por RN para que esté presente en la discusión una vez que se conozca el proyecto.

Simplificación suma apoyo

La idea de que el gobierno finalmente opte por enviar un proyecto de ley que incluya solo la simplificación cobra apoyo entre los técnicos, y al menos la disposición a escuchar y analizar propuestas de simplificación está. Así lo señaló Alejandro Micco, quien afirmó que "hay temas de simplificación que contendría la propuesta de Piñera, pero que no sabemos cuáles son, y esos claramente uno los tiene que mirar y analizar, porque todos los sistemas tributarios son perfectibles. No hay que enamorase de los proyectos, hay que ver cuáles son los principios que teníamos detrás de la reforma y ver si esos principios se mantienen", dijo. En este sentido, Micco indicó que "el análisis lo tendremos que hacer cuando el gobierno presente el proyecto, son ellos quienes tienen que mostrar ahora las cartas".

Desde la otra vereda, Sebastián Guerrero puntualizó que hay un número importante de registros que complejiza el sistema, por ello sostuvo que "todos debemos apoyar una simplificación, porque la Operación Renta 2018 demostró que el sistema quedó bastante complejo, y esa complejidad está dada también por un tema operativo: por la cantidad de declaraciones juradas que tuvo que hacer el Servicio de Impuestos Internos (SII) para alimentar el sistema y cada una de ellas con su propia complejidad". De acuerdo a Guerrero, los cambios deben ir por simplificar aún más los registros, la forma de aplicar los créditos y de volver a un 100% de imputación, junto con disminuir el número de declaraciones.

El factor CPC

En un camino paralelo a lo que están haciendo el gobierno y los equipos técnicos de los parlamentarios, la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) formó su propia comisión técnica encabezada por la abogada tributarista Soledad Recabarren. Ella junto a un grupo de abogados, economistas y representantes de las ramas del empresariado comenzaron un trabajo de análisis del sistema tributario en su conjunto, para ver qué mejoras se pueden proponer en este debate tributario. Y para ello se reúnen todos los jueves, tanto en la sede de la CPC como en otros lugares, siendo uno de ellos las oficinas de Soledad Recabarren. El objetivo de este grupo es incidir en el debate público y, por ello, tras el seminario que realizó la ex Nueva Mayoría en el ex Congreso, hubo intentos de acercarse a conversar y confrontar posiciones. Sin embargo, todavía no se materializa ningún encuentro. Otro de los objetivos de este equipo de trabajo es abrir el debate a regiones, por lo que se están organizando seminarios en conjunto con la Conapyme y, de esa manera, influir también en lo que será el proyecto que ingrese al Congreso.

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