Ena Von Baer: "La izquierda que hoy levanta como bandera los derechos de la mujer fue tradicionalista y machista"

La senadora UDI entra al debate de la ola feminista asegurando que "la visión de centroderecha genera mayor igualdad entre hombres y mujeres". Mantiene su postura contraria al aborto bajo la premisa de que "los derechos de la mujer se terminan cuando empiezan los del niño que está por nacer".


Hace dos semanas, la senadora por Los Ríos Ena von Baer caminaba por uno de los pasillos del Senado cuando la presidenta de su partido, Jacqueline van Rysselberghe, se le acercó para invitarla a formar parte de la mesa de trabajo que actualizará los 27 principios de la colectividad en la que milita desde hace nueve años, la UDI. Será la única mujer de la instancia y, en medio del debate por los derechos de igualdad entre hombres y mujeres, Von Baer no es indiferente a la nueva tarea que tendrá dentro de los próximos días. Decide entonces entrar de lleno a la discusión.

¿Qué le parece esta ola feminista?

Me parece un movimiento que responde a una necesidad profunda de consolidar los espacios que hemos ido ganando como mujeres y avanzar mucho más en la igualdad entre hombres y mujeres. Esto es una necesidad a la que le llegó su momento.

¿Cuál es su opinión respecto de las manifestaciones, en especial de la Universidad Católica, donde varias estudiantes encapuchadas marcharon con los pechos descubiertos?

En las universidades tenemos una temática real de la cual tenemos que hacernos cargo, y a medida que vamos hablando de los abusos que se producen en distintos espacios van apareciendo cada vez más situaciones que incluso estaban normalizadas en las relaciones entre hombres y mujeres. Celebro que como sociedad estemos planteando estos temas. Creo también en la libertad de cada uno de manifestarse como estime conveniente, siempre que sea con respeto hacia los demás y, en algunas manifestaciones, se traspasa el respeto que hay que tenerles a los demás cuando, por ejemplo, se denuestan ciertas figuras que son relevantes para algunas personas o religiones.

El ministro de Educación, Gerardo Varela, ha sido cuestionado por algunos de sus dichos, ¿qué opinión le merece?

No comparto la forma en la que el ministro se expresó, porque las humillaciones son humillaciones y muchas veces son muy graves, y la forma en la que el ministro se expresó dio a entender que las estaba tratando de minimizar.

¿Usted se ha sentido discriminada?

Sí, es muy difícil en la sociedad actual ganarse un espacio en lugares que son preponderantemente de hombres. Uno tiene que esforzarse más para lograr un espacio. Creo que la discriminación mayor está donde se ejerce violencia familiar y en nuestro país es muy fuerte; la razón de eso es por la dependencia económica de las mujeres. Por lo tanto, la gran bandera de lucha es por una inserción laboral fuerte de la mujer, porque la dependencia económica es lo que hoy frena los derechos de la mujer.

Sin embargo, uno de los derechos más reclamados por las mujeres tiene que ver con los derechos reproductivos. Usted ha sido contraria al aborto, incluso en las tres causales hoy legalizadas. ¿No le parece que se debe ir avanzando en este ámbito?

En los derechos de la mujer tenemos que avanzar de manera muy decidida. Ahora, esas nuevas libertades y esos nuevos espacios para la mujer -como todos los derechos- terminan donde empiezan los derechos de los demás y el niño que está por nacer tiene el derecho a la vida. No veo ninguna contradicción en ir avanzando de manera decidida en los derechos de la mujer y defender el derecho de la vida del que está por nacer. Si nosotros reducimos el derecho de la mujer solo al aborto, nunca vamos a lograr igualdad real para las mujeres de las próximas generaciones. Las mujeres debemos trabajar unidas por la generación que viene. El derecho de las mujeres no se puede reducir al derecho al aborto.

Hace un tiempo usted señaló que "una mujer no tiene derecho a interrumpir el embarazo, porque solo presta el cuerpo", ¿mantiene esos dichos?

Mantengo que la libertad de la mujer termina en el derecho de la vida del que está por nacer.

¿No cree que ese tipo de expresiones pueden ser desafortunadas en estos periodos?

Uno siempre puede buscar expresarse de mejor manera, pero queda bastante clara mi postura y se debe respetar también. A veces siento que a aquellos que tenemos una postura más conservadora en estas temáticas se nos mide con una vara exigente, pero creo que representamos a una parte de la sociedad bien importante y es relevante para la democracia pluralista que esa visión de sociedad no solamente esté representada, sino que también sea respetada. Déjeme decirle una cosa: acá muchos han planteado que los derechos de la mujer están mucho mejor representados por visiones de izquierda, y yo no puedo estar más en desacuerdo. Si hay una visión de sociedad que ha permitido avanzar en los derechos de la mujer, esa es la defensa de la libertad. La visión de centroderecha genera mayor igualdad entre hombres y mujeres que las visiones estatistas que se basan en la lógica del poder. La izquierda que hoy levanta los derechos de la mujer fue tradicionalista y machista. En el ADN de la izquierda estatista no están los derechos de la mujer, nunca estuvieron.

¿A qué se refiere?

A que donde las mujeres han ganado espacio es en las democracias liberales y la economía de libre mercado y no en las estructuras estatistas que son defendidas por la izquierda.

En ese sentido, ¿como recibe las críticas del Frente Amplio a las medidas que anunció el Presidente Sebastián Piñera?

Lamento que los partidos más de izquierda no logren sacarse las anteojeras ideológicas para ir al fondo de la problemática, que es cómo generamos mayor igualdad de derechos. El problema de fondo está en que el camino más evidente para ir abriendo más espacios para las mujeres es la democracia liberal y la economía social de mercado, que son una visión de centroderecha, porque genera una lógica donde el mérito busca determinar el resultado y esa es una visión de centroderecha. La izquierda se está dando cuenta de que esa bandera de derechos de la mujer que pensaban que era una bandera de ellos se ve mucho mejor representada por una visión de centroderecha.

Como miembro de la comisión de principios de la UDI, ¿cómo debe actualizarse la visión de la mujer?

Este es uno de los puntos donde más vamos a tener que trabajar. El principio es trabajar por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres en un contexto donde evidentemente la sociedad ha cambiado. Tenemos que conectar nuestra acción política con los cambios que ha tenido la sociedad.

¿Cree que el partido no está sintonizando con la ciudadanía?

La UDI nació hace 30 años y hoy día tenemos un país distinto, donde ha surgido una fuerte clase media. La UDI tiene que repensarse, desde sus principios, para los nuevos desafíos y conectarse con ellos. Hoy, el desafío es hacerse cargo de los miedos de la clase media.

Una de las grandes interrogantes es cuál será la postura de la UDI frente al golpe militar de 1973. ¿Cómo debería cambiar esta afirmación que está plasmada en la declaración de principios?

Los principios no cambian, pero los contextos sociales y políticos, sí. Hoy nadie pone en duda que la democracia de libre mercado es el modelo de desarrollo. Es evidente que hubo un quiebre en nuestra democracia y, por lo tanto, hay que incluirlo como lo que es: como un hecho histórico, pero que no es parte de la discusión política actual.

¿Cómo va a dialogar el partido con los debates de identidad de género, matrimonio homosexual y adopción homoparental?

En identidad de género creemos que una persona adulta puede decidir libremente su identidad y no estamos poniendo en duda ese derecho, nuestra duda está con los niños menores de 18 años. La identidad de género es una decisión que tiene que tomar esa persona de forma autónoma y nadie puede tomar esa decisión, aunque sean sus papás.

¿Y en el caso del matrimonio homosexual y la adopción homoparental?

La pregunta es respecto de quién estamos discutiendo un derecho, ¿respecto de un niño o respecto de la pareja homosexual que quiere adoptar?, ¿a quién ponemos en el centro de la discusión? Nosotros creemos que tenemos que poner al niño y no a las parejas que van a adoptar. Si estamos poniendo el interés superior del niño en el centro creemos que ese interés superior está mejor cobijado en una pareja heterosexual. Sobre las parejas homosexuales, hoy día pueden contraer vínculos, esa no es la discusión, el punto está sobre los derechos del matrimonio y nosotros creemos que el matrimonio es entre un hombre y una mujer.

En la comisión están usted y Jovino Novoa, quien fue condenado por el caso Penta, causa en la que usted misma declaró como imputada, ¿no cree que eso puede generar críticas?

La pregunta me permite aclarar algo que con el paso del tiempo no está para nada claro. Efectivamente, yo declaré y se abrieron mis cuentas y se hizo una larga investigación y nunca más fui citada y nunca fui formalizada. Por lo tanto, creo que es importante que después de tanto tiempo que ha pasado quede claro que se hizo una investigación profunda y nunca más fui citada. Y para mí participar en la comisión es un desafío diferente no solo porque soy la única mujer y tenemos un desafío para hacer realidad la igualdad de hombres y mujeres, sino porque, además, soy la única de regiones y la visión de la descentralización y la necesidad de una nueva distribución de poder y mayor participación en la toma de decisiones es relevante hacerlo en la declaración de principios.

Con el paso del tiempo, ¿cree que se confirma su inocencia?

A mí me citaron, yo declaré, me abrieron todas las cuentas, se investigó profundamente, nunca más fui citada y nunca fui formalizada. Fui respetuosa con el proceso y nunca más fui citada, por lo que creo que queda bastante claro todo.

¿Cómo vivió el proceso de haber sido involucrada en el caso Penta?

Estos procesos son complejos, difíciles, pero hay que enfrentarlos y aquí lo que es evidente es que se hizo una investigación y que finalmente no quedó en nada.

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