Francisco Huenchumilla: "La única salida a la crisis DC es un gran acuerdo"

huenchumilla-foto

El ex intendente plantea que la situación de su partido ya toma características de "terminal". Para enfrentarla, propone generar un pacto -con puntos de consenso- entre todos los sectores del partido antes de las elecciones internas.


Después de una reñida disputa voto a voto con el entonces diputado Fuad Chahín para ganar la senatorial de La Araucanía, Francisco Huenchumilla regresó al Congreso el martes 13. Habían pasado 16 años desde que dejó su cargo como diputado por el ex distrito 50 de Temuco y Padre Las Casas y el tiempo -dice- no ha pasado en vano. El también ex intendente de esa zona afirma que está aprendiendo las nuevas reglamentaciones y apreciando la modernidad de las instalaciones. Y ya como senador en ejercicio, levanta la voz para proponer una salida a la crisis DC.

Hay una crisis en la DC. Algunos dicen que es muy profunda, otros no tanto. ¿Cuál es su diagnóstico?

Soy de los que estiman que la DC está viviendo una crisis profunda que puede terminar en una crisis terminal si es que los distintos liderazgos no se ponen de acuerdo en buscar una salida de verdad. La única salida es que haya un gran acuerdo para salvar el partido. Si no se produce ese gran acuerdo me temo que mucha más gente se va a ir del partido. Hemos perdido los consensos internos en la DC respecto de ver el mundo del siglo XXI. Este es un partido que tiene 80 años y, entremedio, nos cambiaron el mundo y no hemos podido tener una mirada modernizadora respecto de que el mundo cambió. Y entonces, mientras uno piensa a, el otro piensa b y ahí tenemos una pérdida de consensos en esa materia. Perdimos los consensos en cuanto a los procedimientos internos, en la lógica de poder, en la manera en cómo tomar decisiones, en quedarnos solamente en la parte operativa y hemos perdido el capital humano. No tenemos formación política. No tenemos un relato, una identidad que ofrecerle al país y por eso nos castigaron con nuestra candidatura presidencial.

¿Cómo debiera resolverse ese acuerdo que propone?

La única manera de salir de esto es que compartamos el diagnóstico de que tenemos una crisis terminal y, en consecuencia, tengamos un gran acuerdo para sacar el partido adelante. Hoy día, el partido se vuelve a equivocar al convocar elecciones, porque la pregunta es ¿y qué se va a resolver con las elecciones? Los problemas los están poniendo debajo de la alfombra. Con las elecciones se está haciendo más de lo mismo y alguien puede ganar y alguien puede perder. ¿Y qué va a resolver eso? Vamos a seguir en las mismas. Que alguien puede quedarse con el timbre y la campanilla, pero no va a resolver los problemas de fondo de la DC. Antes de una elección, la DC, sus liderazgos, tienen que tomar la decisión de salvar al partido si es que quieren salvarlo. Si no lo quieren salvar, entonces vayan a unas elecciones en que gane cualquiera y va a dar lo mismo. La elección no va a tener ninguna relevancia. Yo estoy propiciando que tengamos un gran acuerdo para salvar a la DC. Si después de ese diálogo no hay acuerdo, entonces separémonos como buenos hermanos y digamos mira, no podemos seguir trabajando juntos, seamos francos y seamos sinceros, pero hagamos todos los esfuerzos por conversar. Yo lo estoy haciendo. Estoy conversando con todos los sectores personalmente y la directiva también lo está haciendo. La idea es que hagamos un listado de las cosas en que tenemos diferencias y si podemos salvarlas o son insalvables. Hagamos ese ejercicio. Entonces, qué pensamos del rol del mercado en la economía, del rol del Estado, qué pensamos del rol del PC, que también forma parte de las diferencias. Habría un conjunto de temas, unos 10 temas, donde tenemos que sincerar nuestras diferencias y nuestras coincidencias y eso es lo que hay que hacer, y ahí veremos si las diferencias son mayores que las coincidencias.

Hablando de las elecciones internas, se ha dicho que usted podría competir por la presidencia del partido. ¿Lo ha pensado?

Me lo ha solicitado mucha gente, para serle franco, pero yo no estoy disponible para más de lo mismo, para ir a unas elecciones en que uno gane o pierda y tener un cargo ahí, no estoy disponible. Para más de lo mismo, no estoy disponible.

¿Ya lo descartó totalmente?

Sí. Si el escenario es armar dos, tres, cuatro listas que compiten por lo mismo que hemos hecho siempre, eso es soslayar el problema de fondo, ese no es el camino. Yo no estoy disponible para avalar un procedimiento que a mí me parece equivocado políticamente. Ir a una elección en que empieza el acarreo de gente, que empiezan a recorrer el país, a buscar a sus amigos y a los operadores y que todo sea en función del poder. Esa fórmula es obsoleta, es lo que tiene en el suelo a este partido. Yo quiero un debate de ideas, de qué pensamos nosotros del país, del mundo, de la economía, de las desigualdades, del rol del Estado, del rol del mercado, del rol de un partido de inspiración cristiana si tiene o no que ver en este mundo. Pero no una pelea de quién tiene más seguidores a costa de andarlos acarreando por todas partes de Chile.

Pero quien gane la elección interna puede demostrar cuál es la postura mayoritaria dentro de la DC...

La base de quienes son militantes hoy día está cuestionada, porque cada caudillo local, provincial o regional acarreó gente que son militantes en el papel y que están disponibles para ir a votar, para ser acarreados. Entonces, ¿vamos a repetir eso mismo? Esto está viciado y, por lo tanto, si ellos mismos van a votar, van a votar no por ideas, sino que van a votar porque los llevan sus padrinos y, en consecuencia, en materia interna no tenemos acuerdo. Por lo menos yo, no tengo acuerdo.

Hay militantes que se han declarado en estado de reflexión respecto de su militancia, como Gutenberg Martínez. ¿Usted cuánto cree que se puede extender un periodo de reflexión de alguien que es reconocido como un líder dentro del partido?

Yo digo que nadie sobra. Cuando eso pasa se pierde la fraternidad interna. Yo no quisiera que nadie más se fuera del partido y con todas esas personas nosotros tenemos que buscar los acuerdos. Ahora, yo creo que los tiempos son cortos para decirle, francamente. Creo que si no hay un acuerdo, muchas personas que están en reflexión probablemente van a tomar otras decisiones. Entonces estamos contra el tiempo. Gutenberg es un gran liderazgo en el partido. Él es un hombre inteligente y dialogante y yo que sé, él debe estar buscando los caminos del diálogo para resolver este tema, y si no, yo creo que cada uno tendrá que tomar sus decisiones.

En el caso de la renuncia de Mariana Aylwin, poco después de que ella dice la frase controvertida de que se sentía más cómoda en Chile Vamos que en la Nueva Mayoría, usted fue uno de los que dijeron que su postura era inaceptable. Ahora que ella se fue, ¿cree que la DC perdió con la salida de Mariana Aylwin?

Siempre los partidos pierden cuando se van personas. Yo tengo discrepancias con Mariana respecto de su postura, pero tengo una cuestión de afecto, porque fui muy cercano al papá de Mariana, a don Patricio Aylwin. Creo que su partida fue muy lamentable y que en política, como en la vida, siempre hay que tomarse dos aires de respiro antes de precipitarse.

Matías Walker, jefe de bancada de la DC, dijo que su partido no iba a ser la misma oposición que el Partido Comunista y el Frente Amplio. ¿Cómo ve esa postura?

Creo que tenemos que tener claro hoy día que la Nueva Mayoría dejó de existir y, por lo tanto, cada partido recupera su autonomía y tiene perfecto derecho a definir su identidad. A la DC no lo va a pautear ningún otro partido respecto de la forma como tiene que hacer su oposición, porque estamos en un periodo de reordenamiento. Ahora, yo soy una persona de oposición sin apellido. Pero yo creo que no puede haber una oposición irracional de decir "mire, yo a este gobierno le voy a negar la sal y el agua". Eso no es democrático ni es racional. Siempre uno tiene que pensar en el bien del país, porque va a haber siempre proyectos que van a permitir avanzar y, por otro lado, va a depender de cómo se plantee el debate. Si el gobierno con sus proyectos plantea un debate que, a mi juicio, es irracional, yo voy a estar en contra, pero si ese es un debate serio, tendiente a resolver los problemas de fondo, naturalmente que los vamos a escuchar. Ahora, yo aspiro a que los partidos de la Nueva Mayoría hagan su mea culpa, porque la gente nos castigó y nos mandó a la vereda del frente. Tenemos que ver por qué dos veces le hemos entregado el gobierno a la derecha, qué fue lo que fallamos y si queremos volver a juntarnos de nuevo en una coalición tenemos que volver reciclados.

¿Pero cree que habrá distintas DC en el Senado y en la Cámara?

Voy a conceder un término que no me gusta, pero yo creo que hay matices diversos entre lo que sucede en la Cámara y lo que sucede en el Senado.

¿Cómo ha visto la instalación del Presidente Piñera? ¿Qué le parecen los llamados a generar cinco grandes acuerdos?

Tengo una visión positiva de la instalación del gobierno. Primero, él plantea cinco grandes acuerdos que está en su derecho hacerlo. Podrían ser 10 los acuerdos, pero él planteó cinco y tiene derecho a hacerlo, y esos acuerdos los vamos a ver en la parte sustantiva. Los titulares están bien. Ahora, ¿en qué va a consistir eso? Sobre el contenido y el fondo tendremos que tener una opinión, pero cuando conozcamos cuál es la ruta, el sentido y los objetivos de esos cinco grandes ejes que plantea el gobierno.

¿Cómo vio el cierre del gobierno de la ahora ex Presidenta Michelle Bachelet y los hechos que lo marcaron, como la crisis en Carabineros y el fallido cierre del penal Punta Peuco?

Yo creo que un punto débil del gobierno de la Presidenta Bachelet fue su gestión política en la toma de decisiones. Cuando ella no hace nada con Carabineros, en el fondo está tomando una decisión. La decisión es no hacer nada, no intervenir, y eso es un déficit político evidente, porque se sabía que el Presidente Piñera a los días que asumiera iba a hacer lo que la gente y el sentido común decían que había que hacer. Lo de Punta Peuco es otra demostración de una manera grotesca de encarar un problema, porque era una promesa de la Presidenta. Si Bachelet tenía la voluntad de cerrar Punta Peuco debió haberlo hecho a tiempo y haberlo hecho bien. Haber llegado a un acuerdo de qué significaba eso con los sectores, haberlo explicitado bien, pero dejarlo para el último día, para el día sábado o el día domingo, naturalmente que eso es la peor manera de hacer una cosa tan importante.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.