Colonias residentes en Chile se organizan para ver los partidos del Mundial

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Peruanos residentes en el país en una celebración en Recoleta.

Peruanos, argentinos y colombianos residentes coordinan cómo verán los encuentros de sus selecciones.


El 22 de junio de 1982, Perú perdía 5-1 frente a Polonia en el estadio Riazor de La Coruña. Sería la última presentación de la selección del Rímac en una cita mundialista. Desde entonces han pasado 36 años.

Por eso, las expectativas en ese país son altas, incluyendo a la colonia residente en Chile.

Álex Marceliano, administrador de Comunidad Peruana en Santiago, agrupación que congrega a casi 40.000 peruanos, señala que este Mundial es muy especial para muchos de ellos, que jamás han sido testigos de un evento de este tipo con su selección. "Todos nosotros que estamos afuera del país sentimos con más pasión volver después de 36 años a un Mundial", resume, y añade que estar fuera del país lo hace más especial. Adelanta que el punto de encuentro para ver los partidos en Santiago será el centro y que el lugar más popular es el restaurante La Conga Latina, en calle Catedral.

Respecto de la jornada laboral y los permisos correspondientes para ver los partidos, Marceliano señala que no hay protocolos establecidos de manera oficial. "Habrá que ingeniárselas, así como hay chilenos que venden su casa para ir a ver el Mundial, si uno falta al trabajo un par de días, no vas a ser más pobre ni más tonto".

Héctor Castañeda, peruano residente en Chile hace cinco años, dice que para los peruanos no es solo un Mundial, es una verdadera fiesta. "Es un hecho histórico para todos los de mi generación. Yo tengo 35 años y nunca he visto a mi selección jugar un Mundial. Muchos amigos viajaron a Rusia y lo que nos quedamos, hicimos un grupo de WhatsApp para organizarnos y ver los partidos. Vamos a cocinar platos de comida peruana, siempre con cerveza cusqueña. Estamos en Chile, pero la idea es sentirnos como si estuviéramos en Perú". Su situación es privilegiada, pues trabaja en una agencia de comunicaciones, donde ya lo autorizaron a ver los partidos. "Si bien no tengo permiso para faltar al trabajo, mi jefe va a permitir poner un televisor durante los partidos".

Pasión transandina

La comunidad argentina también se organiza. El Club Argentino en Chile está congregando a la comunidad para cada partido en el Teatro El Cachafaz, en Avenida Italia. Para el primer partido, a disputarse el sábado a las 9.00 ante Islandia, ofrecen entradas a través de Passline, $ 1.500 niños y $ 3.000 adultos. María Eugenia Pieraccioli, encargada de la Comisión Eventos del club, dice que el objetivo es recrear los partidos como si estuvieran en Argentina. "En el teatro se vende todo proveniente de nuestro país, café, chocolates, alfajores, medialunas. Además, la transmisión del partido es argentina. La gracia es que se siente el ambiente, el que no es futbolero se vuelve apasionado. La idea es disfrutar con la gente, sentirse en Argentina, en el bar del barrio".

Para la final del Mundial de Brasil reunieron más de 1.000 personas en el Club Amanda, en Vitacura. "Fue tal el éxito, que llegaron más de 1.500, quedó gente afuera. Ahora, en el Teatro Cachafaz esperamos más gente".

Erna Molina, productora de El Cachafaz, dice que está todo listo para recibir a la comunidad argentina, vínculo que comenzó en 2011. "Está dispuesto el espacio, ellos organizan todo y adaptan el lugar para poder disfrutar de cada partido, incluso con relatos argentinos".

La comunidad colombiana también se prepara. Jennifer Tellez, administradora del grupo Colombianos en Chile, que agrupa a casi 35 mil personas, señala que se juntan regularmente en restaurantes colombianos para los partidos. "Nos gusta ver la transmisión oficial desde Colombia, con nuestros canales. Principalmente nos reunimos en los restaurantes Juan Carriel, Terracuda y Fonda Aguapanela".

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