Columna de Educación: Big Data, la nueva forma gestionar la educación

Hoy las tecnologías digitales ya son parte de la vida y han provocado un cambio en 360° en todos los aspectos de la misma, especialmente con la masificación de internet y las redes sociales, que ha significado que el flujo de información y la difusión de conocimiento experimenten un crecimiento acelerado debido a la generación masiva de datos.


Durante los últimos años hemos sido protagonistas de cómo la llamada transformación digital ha afectado no sólo a la industria, sino a la sociedad en general y al comportamiento de las personas que la componen.

La Transformación Digital sería la tercera fase de un proceso que ha llevado años y que partió con la digitización, que básicamente se relaciona a la conversión de la información analógica a digital; la digitalización, que es el proceso real de esta conversión y que ha revolucionado la industria; y, por último, la mencionada transformación digital, que es el cambio total que provoca la digitalización en la sociedad, convirtiéndose en el efecto final de las etapas anteriores.

Hoy las tecnologías digitales ya son parte de la vida y han provocado un cambio en 360° en todos los aspectos de la misma, especialmente con la masificación de internet y las redes sociales, que ha significado que el flujo de información y la difusión de conocimiento experimenten un crecimiento acelerado debido a la generación masiva de datos.

A esta acumulación de datos a gran escala, y al uso de estos para optimizar, investigar y mejorar áreas como la economía, la salud o la educación (entre otras), se le ha denominado Big Data, ya que es tan grande la masividad de este conjunto de información que los softwares+hardwares tradicionales no pueden manejarla correctamente.

Para entender esta evolución y el flujo imparable de la tecnología digital aplicada a los datos, expertos, investigadores, empresas, e instituciones educacionales están continuamente investigando como desarrollar herramientas para aprovechar de mejor manera este conocimiento y al mismo tiempo formar profesionales que sean capaces interpretar y manejar el flujo de información.

En este contexto, Big Data cobra aún mayor importancia en el área de la educación, ya que todas las acciones, tanto de estudiantes como docentes, pueden ser susceptibles a ser medidas a partir de los datos, permitiendo que tanto las instituciones como las entidades gubernamentales puedan optimizar el proceso de aprendizaje, mejorar sus políticas, y sobre todo entregar una educación mucho más personalizada.

Asimismo, a través de la visualización y la gestión de datos se están realizando proyectos donde emprendedores, estudiantes y profesionales buscan formar nuevos espacios para utilizar la información, además de crear nuevas aplicaciones e incluso generar herramientas que faciliten el proceso de aprendizaje.

En este sentido, Chile está en plena adopción y apropiación de estas tecnologías, que incluso se ven reflejadas en la propia agenda política y en la creación de nuevas carreras que permitan a nuestros estudiantes enfrentarse a un escenario laboral desafiante, donde a futuro se van a solicitar competencias que aún no han sido desarrolladas en su totalidad, como la inteligencia artificial, la robótica y la automatización.

Actualmente podemos observar un mejor uso de estos macrodatos en la educación a través de la oferta de carreras en modalidad a distancia u online.

Ya el Mineduc proyectaba el 2016 un crecimiento del 21% en esta área respecto al 2015 convirtiéndose en una opción real para las personas que desean complementar trabajo y estudio. En este sentido, algunos institutos profesionales y universidades están implementando plataformas digitales que estén a la altura de lo que el estudiante necesita, con aulas virtuales y herramientas que faciliten el acceso a los contenidos.

La aplicación de la inteligencia en Big Data, ya se ha implementado en algunas iniciativas como, por ejemplo, medir desde la asistencia y el rendimiento del estudiante en tiempo real, permitiendo que un orientador virtual guie a la persona sobre qué materias debe reforzar, además de organizar de mejor manera sus tiempos de estudios.

La educación online se ha transformado en una enseñanza personalizada emulando, en muchos aspectos, la modalidad presencial y proporcionando un seguimiento mucho más optimizado por parte de las instituciones.

Durante los próximos años, probablemente, la modalidad a distancia será una opción mucho más efectiva y se seguirán desarrollando las tecnologías digitales donde el estudiante se transformará en un creador activo, y el aprendizaje se volcará hacia los datos, por que hoy no solo estamos presenciando la cuarta revolución industrial, sino también, el siguiente paso hacia la educación del futuro.

Rodrigo Herrera  es Ingeniero Civil Industrial PUC, cuenta con vasta experiencia en roles de liderazgo y dirección en empresas globales del sector tecnológico, tales como: IBM, Apple, Compaq-Hewlett Packard, Chilesat-Telmex, Samsung, Cisco Systems. Actualmente es Director de la Escuela de Tecnologías de la Información y Comunicación del Instituto AIEP.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.